Logran descifrar
el genoma de un caballo de hace 700.000 años
El caballo salvaje "de Przewalski". - Afp Agencia
Un equipo de investigadores logró descifrar el genoma de un
caballo de hace 700.000 años, de lejos el más antiguo genoma analizado jamás
hasta ahora y un logro que permite contemplar la posibilidad de leer en los ADN
de fósiles que se creían muy dañados para suministrar informaciones
explotables.
Todo comenzó en 2003 con el descubrimiento de un pedazo de
hueso fosilizado en una capa de tierra congelada ("permafrost") en el
Yukon canadiense.
"Se trata de un pedazo de metápodo, elemento de un
hueso largo de la pierna; es parcial, de unos 15 centímetros de largo por ocho
centímetros de ancho", explicó Ludovic Orlando, investigador francés del
Centro de Geogenética del Museo de Historia Natural de Dinamarca.
Un hueso de caballo revela la comparación morfológica con
otros caballos prehistóricos o no. Mejor aún: es un hueso conservado en frío,
de unos 735.000 años, yaciente en el estrato de permafrost de donde fue
exhumado.
Y pese a que el más antiguo genoma secuenciado hasta el
momento era el del hombre de Denisova, 10 veces más joven (70.000 a 80.000
años), el equipo danés decidió enfrentar el reto y analizarlo.
"Era una ocasión única para hacer avanzar nuestras
tecnologías al límite (...). Yo mismo, para ser honesto, cuando comenzamos,
pensaba que no era posible", subrayó Orlando, autor principal del estudio
publicado en la revista Nature.
Los investigadores verificaron antes si las moléculas de los
huesos estaban bien preservadas por el hielo durante tanto tiempo.
No sólo encontraron allí los constituyentes del colágeno,
proteína principal de los huesos, sino que lograron secuenciarla. Y, sorpresa,
vieron así otras moléculas, como los marcadores de los vasos sanguíneos que
irrigan el hueso.
Todo parecía, pues, reunido para buscar allí el ADN con la
tecnología denominada de "segunda generación", única disponible en el
momento. "Efectivamente, se pudo identificar de media que una secuencia de
un total de 200 es de origen equino", afirmó.
Un rompecabezas
Eso seguía siendo insuficiente desde un punto de vista
científico. Los investigadores de Copenhague trataron entonces de hacer algo
inédito desde el punto de vista tecnológico, beneficiándose de los progresos
recientes de la investigación médica.
Utilizaron la genómica de "tercera generación",
que posibilita secuenciar moléculas de ADN sin manipularlas, sin amplificarlas,
preservándolas así al máximo, ya bastante degradadas por el paso del tiempo.
El resultado fue de tres a cuatro veces mejor que antes.
"Tratamos de mejorar más cambiando algunos parámetros, como la
temperatura, el método de extracción, etcétera. De una secuencia equina de 200,
se pasó casi a 10 veces más", indicó Orlando.
"Teníamos muchas pequeñas piezas, pero como había
muchas, podíamos reunirlas y colocarlas sobre un genoma de referencia.
¡Como un vaso que estuviera quebrado en mil pedazos, es un
rompecabezas, pero con miles de millones de piezas!".
Un gran logro
El logro de estos expertos abre perspectivas hasta ahora
imposibles, haciendo posible soñar con analizar un día el ADN de animales
prehistóricos, o ancestros del hombre que se creían inalcanzables. Un 10% de
las moléculas sobreviven más allá de un millón de años en esas condiciones.
Tomado de los tiempos de Bolivia
No hay comentarios:
Publicar un comentario