Más que pájaros… nos
jugamos mucho
SEO/BirdLife | Después
de seis décadas… ¡somos más necesarios que nunca! Estamos aún lejos de
ganar la partida por el medio ambiente, y más con los retrocesos a los que nos están sometiendo con la coartada de esta maldita crisis. Pero quizás, o precisamente por eso,sea saludable subrayar que vamos ganando algunas posiciones en el tablero y, al mismo tiempo, reconocer que algún movimiento por nuestra parte no ha sido del todo certero.
ganar la partida por el medio ambiente, y más con los retrocesos a los que nos están sometiendo con la coartada de esta maldita crisis. Pero quizás, o precisamente por eso,sea saludable subrayar que vamos ganando algunas posiciones en el tablero y, al mismo tiempo, reconocer que algún movimiento por nuestra parte no ha sido del todo certero.
La sociedad nos apoya. Guste o disguste, las ONG son ya los
únicos actores públicos aprobados por los ciudadanos en relevantes sondeos de
opinión como el barómetro de confianza de Edelman. Sin embargo, también es
cierto que los conservacionistas seguimos teniendo mala prensa en determinados
sectores. Se nos acusa, por ejemplo, de frenar el desarrollo. Algo tan falso
como injusto. Pero, aún así, contamos con la confianza de la sociedad. La mejor
posición de partida…
La Administración competente nos reconoce. Por primera vez
en la historia del ecologismo español, el Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente ha ratificado nuestro papel en la defensa del
derecho al medio ambiente que recoge el artículo 45 de la Constitución. El
convenio nos reconoce como interlocutores relevantes de la sociedad civil y
declara que nuestras actividades son de interés general. Empieza el juego…
Más que cierto, sí. Defendemos el medio ambiente, pero no
sólo. Es mucho más… Si las políticas sociales buscan satisfacer necesidades
básicas como alimentación, salud, servicios sociales, educación o justicia,
entonces, no hay duda. Aunque no se visualice bien, conservar la naturaleza es
básico para hacer política social con principios éticos profundos. Y casi
siempre la opción más verde es la socialmente más justa y económicamente más
rentable a largo plazo. Expliquemos bien las reglas…
Bastará con un ejemplo. Nuestra campaña de agricultura
“Sembramos Naturaleza” defiende un modelo de producción compatible con la
biodiversidad. Sí, pero hablemos de sus derivadas sociales: el modelo agrícola
que defendemos garantiza también una alimentación de mayor calidad y más
saludable. ¿Qué estamos comiendo? ¿Alguien se ha preguntado por qué aumentan
los productos para alérgicos o intolerantes en las grandes superficies? ¿Cuáles
son las repercusiones sociales y económicas del actual modelo agrícola
industrial? Empobrece nuestros campos y provoca su abandono, arruina y margina
a millones de personas que dejan de ser autosuficientes, aumenta el paro en el
medio rural y concentra la riqueza y el control de la producción en unas
cuantas multinacionales. Que no nos engañen. Se afirma interesadamente que la
agricultura ecológica o de pequeños productores no puede abastecer al mercado,
pero se debe saber que el modelo industrial desperdicia el 50% de su
producción, a pesar de venderse como “eficiente”. Hay que decir sin complejos
que una agricultura más verde mantiene biodiversidad y más: alimentación de
calidad, salud, empleo rural y un mejor reparto de la rentabilidad del campo.
Las aves nos cantan con claridad esta degradación del campo. Seamos claros. Los
pájaros son nuestro comodín…
Se entenderá entonces que nuestra defensa de especies y
espacios en los tribunales no ha sido sólo eso, ¡que no es poco! Hay mucho más.
Es garantizar seguridad jurídica a la sociedad en defensa de su patrimonio
natural, de su calidad de vida, de su salud… Es luchar con valentía para
asegurar justicia ambiental o social que, en muchos aspectos, viene a ser lo
mismo, y batallar para que se cumplan las reglas del juego democrático. Juego
limpio…
Si fuéramos capaces de transmitir todo esto, los equipos de
fútbol no tendrían más abonados que las organizaciones sociales; pero falta lo
fundamental:
conciencia y sensibilización. Sin ellas se puede explicar
que la sociedad no esté especialmente preocupada por el medio ambiente. En
SEO/BirdLife lo hemos tenido claro desde siempre y, a pesar de que el ministro
Wert quiera eliminar los temas de biodiversidad del Bachillerato, seguiremos
haciendo Educación Ambiental, con mayúsculas. Necesitamos que muchos entiendan
la trascendencia social de conservar el medio ambiente. Juguemos todos….Somos
más que pájaros… nuestros derechos y calidad de vida están en juego. No vale
rendirse. Esta sociedad sólo será saludable con un medio ambiente sano. ¡Merece
la pena seguir volando! Nos jugamos mucho…
En definitiva, y por chocante que pueda resultar a algunos,
defender el medio ambiente es democratizar la sociedad. Es luchar por una mayor
equidad social y por una mejor calidad de vida. Nuestro apoyo social aumenta y
los poderes públicos reconocen nuestra labor. Sólo necesitamos más aficionados
en el equipo del medio ambiente y ¡ganaremos la partida! Y ahora… a celebrar
juntos nuestro 60 aniversario y lo mucho conseguido en las últimas seis
décadas. ASUNCIÓN RUIZ TOMADO DE SEO BIRDLIFE ENVIADO POR DANIEL MACIAS
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