México actúa para proteger sus humedales del desarrollo no
sostenible
PROYECTOS ACTUALES Foto: Manglares en la Reserva de la
Biosfera Marismas Nacionales (Nayarit, México). Crédito: Mauricio Cortés.
Trabajo de AIDA: Centro
vacacional amenaza a manglares y humedales mexicanos
El arrecife de coral Cabo Pulmo está a salvo por ahora
El incumplimiento de la legislación ambiental amenaza al
Golfo de California
La cuenca del río San Pedro Mezquital, en riesgo por la
hidroeléctrica Las Cruces
AIDA y los miembros del Comité Nacional de Humedales han
obtenido una gran victoria tras años de trabajo para proteger legalmente a los
humedales —zonas terrestres inundables de manera permanente o intermitente como
esteros (desembocaduras de ríos en el mar), arrecifes, manglares, entre otras—
de México.
El 4 de febrero de 2014, la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (CONANP) presentó la nueva Política Nacional de Humedales,
un marco legal que nosotros habíamos estado pidiendo desde 2009.
“No es la panacea, pero es un buen comienzo”, dice Sandra
Moguel, abogada de AIDA que participó en el Comité Nacional de Humedales, un
grupo liderado por la CONANP que ayudó a desarrollar la política.
México es rico en humedales. El país ocupa el segundo lugar,
después del Reino Unido, en el número de zonas de humedales protegidas bajo la
Convención Ramsar, un tratado internacional para la conservación y el uso
sostenible de esos ecosistemas. Los arrecifes de coral, con siglos de
antigüedad, sirven como áreas de reproducción para peces que alimentan a la
población y deleitan a los buzos. Los bosques de manglar albergan especies en
peligro de extinción y brindan servicios ambientales cada vez más importantes:
absorben las emisiones de carbono, y protegen a las costas de tormentas, mismas
que son más severas debido al cambio climático.
Pero muchos arrecifes, manglares, esteros y ríos han sido víctimas de desarrollos
pobremente planeados. En el Golfo de California, por ejemplo, planes de mega
resorts nos han mantenido ocupados defendiendo el arrecife de coral Cabo Pulmo
y, ahora, una propuesta de expansión portuaria está amenazando los arrecifes de
Veracruz. Para defender estos y otros humedales, hemos tenido que recurrir a una
maraña de leyes y políticas.
Pero ya no más. Ahora contamos con un instrumento específico
y además acorde a las leyes y políticas referidas a la protección de humedales.
La nueva política establece acciones, metas y prioridades
para el manejo y protección de los humedales. Es un gran avance. Si bien una
política nacional de humedales es un requisito para Ramsar, la de México se
distingue de muchas otras en el mundo por establecer no sólo principios y
lineamientos, sino también un plan de acción para llevarlos a cabo.
Por ejemplo, el gobierno pronto establecerá y mantendrá
niveles mínimos de agua para preservar los manglares. Otras acciones
garantizarán el uso razonable de los humedales. La pesca, el turismo y otras
actividades que dependen de los manglares deben realizarse de manera
sostenible. Si se producen daños, el Estado debe garantizar la restauración de
estos ecosistemas.
Un elemento clave que AIDA impulsó es el principio de
progresividad ambiental. La nueva política impide al gobierno continuar modificando
y reduciendo áreas naturales protegidas para dar paso a grandes proyectos de
infraestructura, o beneficiar intereses privados. Ahora las autoridades deben
preservar y promover la progresividad ambiental respetando los estatus de áreas
protegidas y mejorando las salvaguardas.
Estamos emocionados. Este principio podría ayudar a AIDA en
su batalla legal para detener la construcción del proyecto hidroeléctrico Las
Cruces en el río San Pedro Mezquital. La hidroeléctrica reduciría el flujo de
agua y los sedimentos que alimentan y sostienen a los manglares de Marismas
Nacionales, una zona protegida de humedales en el Golfo de California. La
construcción de la hidroeléctrica revertiría claramente el progreso ambiental.
La nueva política tiene puntos débiles. Por ejemplo, no
establece fechas para revisar el progreso del plan de acción, y las acciones
podrían complementarse para que sean más efectivas, pero, comparativamente,
está a la vanguardia de las políticas de humedales en América Latina. “México
está poniendo el ejemplo”, dice Moguel. “Esperemos que esto aliente a otros
países a hacer lo mismo”.
Tus contribuciones nos han ayudado a presionar para el
desarrollo de esta nueva política, y a realizar aportes a la misma. Y con tu
apoyo constante seremos capaces de ayudar a México en sus esfuerzos por
proteger sus vitales humedales.
¡Gracias! – tomado de envio de aida
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