HUBO INUNDACIONES EN
RONDONIA Y ACRE; LA HIDROELÉCTRICA SAN ANTONIO ESTÁ PARALIZADA Tras daños, en
Brasil piden evaluar represas
Vista aérea de la inundación en Porto Velho (Rondonia),
ayer. | fobomade.org - Agencia
Inundaciones en Rondonia, carreteras intransitables en Acre,
estado de calamidad pública en Porto Velho y temor en la población de
Jacy-Paraná ante la posible ruptura de la presa de Jirau son algunos de los
daños atribuidos a las represas de San Antonio y Jirau por ambientalistas y
miembros del Ministerio Público de Brasil, según reporta la prensa de ese país.
Asimismo, la Agencia Estado reportó que la semana pasada se
realizaron audiencias públicas para discutir las posibles causas y soluciones
al problema. Mientras tanto, ya se instruyó el cierre de turbinas en San
Antonio.
En Bolivia, expertos también atribuyen a las presas las
inundaciones en el oriente.
El alcalde Mauro Nacif decretó ayer estado de calamidad
pública en Porto Velho, capital del estado de Rondonia, debido a la histórica
inundación del río Madera, informó el sitio www.onortao.com.br. El sitio señala
que al menos 2.300 familias (unas 10 mil personas) quedaron sin casa en esa
capital y en 14 distritos alcanzados por las aguas, según el coordinador de
Defensa Civil Municipal, José Pimentel.
El nivel del río alcanzó ayer los 18,6 metros con un aumento
de cerca de 8 centímetros cada hora en los últimos 10 días. El nivel del agua
ya sobrepasó el registro de 1997, cuando llegó a 17,52 metros ocasionando la
mayor inundación a causa del Madera.
Nazif reveló estudios que indican una pérdida de 330
millones de reales (más de 140 millones de dólares), incluyendo daños a
edificios públicos, al sector privado y al medio ambiente, aunque son datos
preliminares.
La Agencia Estado añadió que el estado de Acre quedó aislado
porque las carreteras federales se inundaron.
Por su parte, el sitio www.jornalcorreiodovale.com.br
informó ayer que “el problema de las inundaciones del río Madera, debido a las
lluvias excesivas y el represamiento inadecuado de agua por la usina San
Antonio, asustan; pero un enemigo invisible persigue a la población de
Jacy-Paraná, a 100 km de Porto Velho: la posibilidad de un desastre mayor de
proporciones catastróficas en caso de la rotura de la presa de Jirau”.
A inicios de esta semana, la inundación obligó a cerrar
todas las turbinas de San Antonio y el Operador Nacional del Sistema Eléctrico
(ONS), informó que la medida fue asumida por seguridad. En Jirau siguen
operando cuatro turbinas. Un técnico de la ONS, citado por la Agencia Estado,
observó que en ambas presas hay estructuras frágiles.
El daño causado por las inundaciones dio nuevas armas a
ecologistas y a los fiscales federales, que siempre se han opuesto a la
construcción de las hidroeléctricas, subastadas en 2007 y 2008 por el Gobierno
federal. De alguna manera, atribuyen algunos de los daños a los dos proyectos
pues se afirma que, al pasar por las turbinas, el agua gana velocidad y produce
gran oleaje.
En las audiencias públicas se propuso derogar la ley que
otorga beneficios fiscales al consorcio que construyó las dos represas. También
se sugirió la creación de una especie de comisión para inspeccionar los daños y
buscar la aplicación de fondos de compensación.
Investigadora plantea abrir el debate sobre presas en
oriente
“No tenemos por qué sumarnos al complejo hidroélectrico que
impulsa Brasil porque tenemos proyectos hidroeléctricos como el de San José (en
Cochabamba) o Miguillas (en La Paz), no necesitamos que nos impongan sumarnos”,
afirmó la investigadora Sarela Paz sobre la construcción de las represas
Guayaramerín, Cachuela Esperanza y El Bala, todas en la zona amazónica del
país.
Paz afirma que la ejecución de estos proyectos debería ser
cuestionada pues se habría planteado como parte de un complejo binacional para
proveer de energía a la Amazonia (norte de Bolivia, Rondonia, Acre y parte de
Perú). Sin embargo, dijo que un balance realizado en Brasil por organizaciones
opuestas a la construcción del complejo (por su impacto socioeconómico y
ambiental) dio como resultado que la generación de energía de San Antonio y
Jirau es suficiente para esa macroregión. ¿Entonces cuál es el objetivo de las
represas? Según la evaluación hecha en Brasil, el interés de Brasil en que Bolivia
construya sus presas es que la sedimentación del agua, que se va acumulando al
fondo de las presas, las colmata y hace que rebalsen, se quedara en la parte
boliviana del complejo hidroeléctrico, haciendo las veces de una gran coladera.
“Es por eso que debemos abrir el debate” sobre esas obras, dijo. Tomado de los
tiempos de Bolivia
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