viernes, 28 de febrero de 2014

REPRESAS DE BRASIL AGRAVARON LAS INUNDACIONES EN BOLIVIA Y BRASIL


 HUBO INUNDACIONES EN RONDONIA Y ACRE; LA HIDROELÉCTRICA SAN ANTONIO ESTÁ PARALIZADA Tras daños, en Brasil piden evaluar represas
Vista aérea de la inundación en Porto Velho (Rondonia), ayer. | fobomade.org - Agencia
Inundaciones en Rondonia, carreteras intransitables en Acre, estado de calamidad pública en Porto Velho y temor en la población de Jacy-Paraná ante la posible ruptura de la presa de Jirau son algunos de los daños atribuidos a las represas de San Antonio y Jirau por ambientalistas y miembros del Ministerio Público de Brasil, según reporta la prensa de ese país.
Asimismo, la Agencia Estado reportó que la semana pasada se realizaron audiencias públicas para discutir las posibles causas y soluciones al problema. Mientras tanto, ya se instruyó el cierre de turbinas en San Antonio.
En Bolivia, expertos también atribuyen a las presas las inundaciones en el oriente.
El alcalde Mauro Nacif decretó ayer estado de calamidad pública en Porto Velho, capital del estado de Rondonia, debido a la histórica inundación del río Madera, informó el sitio www.onortao.com.br. El sitio señala que al menos 2.300 familias (unas 10 mil personas) quedaron sin casa en esa capital y en 14 distritos alcanzados por las aguas, según el coordinador de Defensa Civil Municipal, José Pimentel.
El nivel del río alcanzó ayer los 18,6 metros con un aumento de cerca de 8 centímetros cada hora en los últimos 10 días. El nivel del agua ya sobrepasó el registro de 1997, cuando llegó a 17,52 metros ocasionando la mayor inundación a causa del Madera.
Nazif reveló estudios que indican una pérdida de 330 millones de reales (más de 140 millones de dólares), incluyendo daños a edificios públicos, al sector privado y al medio ambiente, aunque son datos preliminares.
La Agencia Estado añadió que el estado de Acre quedó aislado porque las carreteras federales se inundaron.
Por su parte, el sitio www.jornalcorreiodovale.com.br informó ayer que “el problema de las inundaciones del río Madera, debido a las lluvias excesivas y el represamiento inadecuado de agua por la usina San Antonio, asustan; pero un enemigo invisible persigue a la población de Jacy-Paraná, a 100 km de Porto Velho: la posibilidad de un desastre mayor de proporciones catastróficas en caso de la rotura de la presa de Jirau”.
A inicios de esta semana, la inundación obligó a cerrar todas las turbinas de San Antonio y el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), informó que la medida fue asumida por seguridad. En Jirau siguen operando cuatro turbinas. Un técnico de la ONS, citado por la Agencia Estado, observó que en ambas presas hay estructuras frágiles.
El daño causado por las inundaciones dio nuevas armas a ecologistas y a los fiscales federales, que siempre se han opuesto a la construcción de las hidroeléctricas, subastadas en 2007 y 2008 por el Gobierno federal. De alguna manera, atribuyen algunos de los daños a los dos proyectos pues se afirma que, al pasar por las turbinas, el agua gana velocidad y produce gran oleaje.
En las audiencias públicas se propuso derogar la ley que otorga beneficios fiscales al consorcio que construyó las dos represas. También se sugirió la creación de una especie de comisión para inspeccionar los daños y buscar la aplicación de fondos de compensación.
Investigadora plantea abrir el debate sobre presas en oriente
“No tenemos por qué sumarnos al complejo hidroélectrico que impulsa Brasil porque tenemos proyectos hidroeléctricos como el de San José (en Cochabamba) o Miguillas (en La Paz), no necesitamos que nos impongan sumarnos”, afirmó la investigadora Sarela Paz sobre la construcción de las represas Guayaramerín, Cachuela Esperanza y El Bala, todas en la zona amazónica del país.
Paz afirma que la ejecución de estos proyectos debería ser cuestionada pues se habría planteado como parte de un complejo binacional para proveer de energía a la Amazonia (norte de Bolivia, Rondonia, Acre y parte de Perú). Sin embargo, dijo que un balance realizado en Brasil por organizaciones opuestas a la construcción del complejo (por su impacto socioeconómico y ambiental) dio como resultado que la generación de energía de San Antonio y Jirau es suficiente para esa macroregión. ¿Entonces cuál es el objetivo de las represas? Según la evaluación hecha en Brasil, el interés de Brasil en que Bolivia construya sus presas es que la sedimentación del agua, que se va acumulando al fondo de las presas, las colmata y hace que rebalsen, se quedara en la parte boliviana del complejo hidroeléctrico, haciendo las veces de una gran coladera. “Es por eso que debemos abrir el debate” sobre esas obras, dijo. Tomado de los tiempos de Bolivia 

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