Desforestación ilegal de bosques en Salta
En Salta los grandes terratenientes ya no necesitan
esconderse para deforestar donde está prohibido. Aunque parezca increíble, el
gobierno provincial autoriza desmontes a pedido: modifica la zonificación de
las fincas establecida por la Ley de Bosques y todo queda prolijamente “dentro
de la ley”. Donde antes era
ilegal, ahora está permitido.
ilegal, ahora está permitido.
En una de las provincias con mayor nivel de deforestación
del país, motorizada principalmente por la expansión descontrolada de la soja y
la ganadería intensiva, ni siquiera una ley nacional es suficiente para
proteger sus últimos bosques nativos.
Según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2002 la superficie desmontada en la
provincia fue de 194.389 hectáreas; pero entre 2002 y 2006 se duplicó y alcanzó
414.934 hectáreas.
A pesar de asumir como gobernador prometiendo “se acabó el
festival de desmontes en Salta”, Juan Manuel Urtubey continúa con la política
de tierra arrasada de su antecesor Juan Carlos Romero: desde la sanción de la
Ley de Bosques (fines de 2007) se deforestaron más 350.000 hectáreas; de las
cuales más de 100.000 eran zonas protegidas.
Cabe advertir que el avance de las topadoras está afectando
seriamente a las comunidades campesinas e indígenas que vienen denunciando, sin
ser escuchadas, el aumento de los desmontes en sus territorios. Lo más grave de
esta situación es que es el propio gobierno provincial quien está autorizando
deforestar donde no está permitido, cambiando la zonificación establecida por
la ley.
La modificación de leyes ambientales no puede significar un
retroceso en los niveles de conservación alcanzados con anterioridad, por el
contrario, debe incrementarlos. Retroceder atenta contra varios principios
consagrados en la Ley General del Ambiente, como el “precautorio”, el de
“equidad intergeneracional”, el de “progresividad” y el de “sustentabilidad”.
Como si fuera poco, el gobierno salteño anunció que planea
cuadruplicar su stock ganadero para 2030, lo que implicará el desmonte de más
de 3 millones de hectáreas de bosques protegidos por la normativa nacional.
La sanción de la Ley de Bosques fue un avance sin
precedentes en materia ambiental y un ejemplo de la importancia de la
participación de la sociedad civil para doblegar intereses económicos. Sin
embargo, a seis años de su aprobación, su efectiva implementación enfrenta
severas dificultades que deben ser resueltas. Está claro que en Salta, Urtubey
aplica su propia ley. Lic. Hernán Giardini
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