Buscarán radiación artificial en la costa - El estudió se desarrollará en El golfo de Fonseca, la bahía
de Jiquilisco, Acajutla y Garita Palmera - SUSANA JOMA
Radiación artificial. Eso es lo que buscará en la costa
salvadoreña un equipo de físicos y geofísicos salvadoreños entre junio y julio.
Los científicos tomarán muestras en columnas de agua, en
peces que migran y sedimento en cuatro puntos de los 321 kilómetros de costa
salvadoreña. La señal que les indicará la presencia de radiación artificial
será un elemento: el Cesio -137 (Cs-137). Este es un isótopo radioactivo,
producido por una reacción nuclear.
El físico Óscar Armando Amaya Monterrosa, responsable del
Laboratorio de Toxinas Marinas (Labtox) de la UES, detalló que es la primera
vez que en el país se llevará a cabo un estudio de este tipo. Para ello,
tendrán el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que les
donó el equipo con un valor de 100 mil dólares.
Amaya Monterrosa, quien es especialista en radioquímica,
detalló que los sitios de muestreo escogidos son el golfo de Fonseca, la bahía
de Jiquilisco, Acajutla y Garita Palmera.
La información que se obtenga servirá de base para futuras
investigaciones locales sobre la presencia de este radionuclido artificial en
el ambiente marino.
Según expuso, la mayoría de países que forman parte de la
OIEA ya levantaron registros sobre el Cesio - 137 a nivel de sus costas, pero
en Centroamérica no hay datos al respecto. "Nosotros a partir de estos
estudios vamos a enriquecer esta red (de monitoreo de la OIEA) y seríamos parte
de un laboratorio a nivel mundial que está alimentando esta información. Hemos
sido entrenados para eso y ya tenemos un grupo auxiliar de jóvenes estudiantes
de Física (también de Geofísica) que van a acompañarnos", detalló el
científico tras resaltar que estos proyectos forman parte del quehacer
académico de la Facultad.
Parte del equipo que la OIEA le ha donado al Labtox para
hacer esta investigación incluye un espectómetro de rayos Gamma, en el cual se
introducen las muestras tomadas para analizarlas en busca de la presencia del
elemento radioactivo.
"La técnica se llama Espectometría Gamma. Mide la
energía de los fotones y podemos tener en un monitor toda la distribución que
va teniendo en energía. Y si esa energía corresponde al elemento de interés
nosotros estamos allí garantizando que es el radionuclido que andamos buscando.
Estas metodologías ya son muy aplicadas a nivel mundial", aseguró Amaya
Monterrosa.
El físico, quien estuvo trece años trabajando en centrales
nucleares en Argentina , espera que a finales de este año se tengan las
primeras mediciones. No obstante, estima que la investigación terminará en
2015, pues el estudio de cada muestra tarda hasta dos meses: "Estamos con
ese entusiasmo, con esa energía y la motivación, realizando trabajos que no se
tienen".
Antes de Fukushima
El representante del Laboratorio de Toxinas Marinas de la
Universidad de El Salvador manifestó que anteriormente han desarrollado dos
estudios de radioactividad marina en busca de identificar la presencia de un
radionuclido de origen natural: el plomo 210.
Una de las investigaciones se llevó a cabo en el golfo de
Fonseca. Según explicó, allí midieron las tasas de sedimentación. Ese fue el
trabajo de tesis de una estudiante de la Licenciatura en Física que se acaba de
graduar.
El otro estudio se llevó a cabo en la bahía de Jiquilisco y
se coordinó con la Universidad Autónoma de México (Unam).
Amaya Monterrosa aclaró que el proyecto había sido propuesto
a la OIEA en 2010, antes de que ocurriera el accidente en la planta nuclear de
Fukushima, Japón, pero se definió luego de ese evento.
"Digamos que (ese problema) vino a poner condiciones.
Cambió realmente el panorama nuclear a nivel mundial, en el sentido de que
tenemos que estar en constante vigilancia (...) del ambiente marino. Y eso es
precisamente lo que el Organismo Internacional de Energía Atómica nos está
ayudando a entender y a conocer", agregó.
El Labtox, que también tiene a su cargo el monitoreo de la
presencia de microalgas causantes de marea roja, ha desarrollado recientemente
un estudio sobre las condiciones de alimentación de las tortugas marinas.
Pero la búsqueda de radioactividad artificial parece ser un
paso importante hacia las seguridad ambiental y sanitaria en las costas que
tanto disfrutan los bañistas estos días. TOMADO DE EL DIARIO DE HOY DEL
SALVADOR
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