Según la UCA, la
pobreza subió el año pasado al 27,5% de la población
Creció un punto respecto de 2012 como consecuencia de la
recesión y la inflación; la indigencia volvió a caer por la actualización del
monto en los planes sociales
Por Francisco Jueguen y Martín Kanenguiser
La pobreza en la
Argentina se ubicó el año pasado en el 27,5% , según los datos publicados ayer
por la Universidad Católica Argentina (UCA), con un aumento de casi un punto
respecto del año previo. De este modo, según este estudio, existen más de 11
millones de pobres en el país, muy cerca del cálculo que tiene la CGT, del 30
por ciento.
En cambio, el Indec estimaba a mediados del año pasado que
la pobreza apenas alcanzaba al 4% de la población y a principios de esta
semana, para evitar un nuevo papelón, no difundió los datos del segundo
semestre del año pasado.
El jefe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA,
Agustín Salvia, explicó a LA NACION que "la pobreza siguió aumentando
debido al proceso recesivo e inflacionario que se vive en la Argentina".
El especialista advirtió que "es probable que con la devaluación y la
inflación esto se profundice y se llegue a un pico de pobreza importante en
2014, ya que los precios aumentan bruscamente y no se actualizan los
ingresos" a la misma velocidad, tal como ocurre con los salarios y con los
planes sociales.
De todos modos, Salvia aclaró que este "pico" del
27,5% (que muestra un aumento respecto del 24,7% de 2011 y del 26,45% de 2012,
pero una baja respecto del 29,4% medido en 2010) es un fenómeno "transitorio"
y que el problema más agudo es que "deja más pobreza estructural"
pendiente de resolver en el país.
Como contrapartida, la indigencia exhibió una baja, del 5,8
al 5,5% (manteniendo la tendencia de los descensos previos, ya que en 2010 era
del 7,3% y en 2011 del 6,2%).
Salvia admitió su sorpresa por esta caída, que, explicó,
"tiene que ver con que la Asignación Universal por Hijo [AUH] y algunas
otras pensiones que otorga el Estado y que representan porciones elevadas de
los presupuestos familiares, se actualizaron entre 35 y 38 por ciento".
Por esta razón, aclaró, "si se eliminaran estos planes, la indigencia
crecería unos ocho puntos".
Mientras que la canasta básica alimentaria -que fija el
umbral de la indigencia- del Indec en el cuarto trimestre del año pasado
culminó en $ 788, para la UCA ascendió a $ 1982 en el mismo período.
En cuanto a la canasta básica total -que permite medir el
nivel de pobreza- para el Indec estaba en $ 1783, mientras que para la UCA se
ubicó en $ 4142.
El Gobierno dejó de difundir desde enero los valores de
ambas canastas y no aclaró si las reflotará una vez que tenga la
"nueva" medición de pobreza que prometió anteayer, cuando salió a
justificar el ocultamiento del dato de pobreza del segundo semestre del año pasado.
En este sentido, el Indec deslizó críticas en un comunicado a las canastas que
le habían permitido decir en 2013 que una persona podía vivir con $ 8,5 diarios
para no ser indigente.
Para justificar la no difusión del dato, que estaba
programado en la página web del Indec, adujo problemas de "empalme"
con el nuevo índice de precios al consumidor nacional que comenzó en enero
último, un razonamiento que todos los expertos en estadísticas descartan.
En realidad, el dato correspondía al año pasado, cuando aún
no había arrancado el nuevo IPCNu, por lo que no existía necesidad de tal
empalme; por otro lado, en otras mediciones oficiales, el Gobierno no tomó ese
recaudo, por lo que el argumento suena poco creíble.
Ayer, sin embargo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich,
volvió a defender la tendencia descendente de la pobreza desde la crisis de
2001-2002. "Si observamos que en los últimos diez años se aumentó el
trabajo en seis millones de puestos, si además hubo un incremento en el empleo
formal, si existen paritarias que regularmente se negocian generando a su vez
incremento en el poder adquisitivo real, obviamente se reduce cualquier
indicador de pobreza e indigencia", expresó.
Lo que no mencionó el funcionario es el crecimiento
exponencial de la inflación desde 2007 y, en paralelo, la fuerte distorsión de
las estadísticas públicas, que empeoró las expectativas sociales.
A MITAD DE CAMINO
En tanto, el especialista en indicadores sociales ligado al
oficialismo Artemio López dijo a LA NACION que la pobreza ronda el 14%.
"No es cierto ni lo que dicen los ex técnicos del Indec, que hablaron de
un 36 por ciento, ni el Indec", explicó el titular de la consultora Equis.
"Esto significa que hay 5,5 millones de pobres y 1,8
millones de indigentes. No se puede defender un número del 36 por ciento con el
actual nivel de desocupación de un dígito, ni tampoco el número del Indec, que
también miente, porque la canasta de Precios Cuidados es tres veces mayor que
la del organismo", expresó.
Pese a sus diferencias con otros especialistas, López
también admitió que políticamente para el Gobierno será muy difícil admitir los
números reales de la pobreza y la indigencia. TOMADO DE LA NACION DE AR
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