Colegiales comen más comida rápida y hacen menos ejercicio POR
IRENE RODRÍGUEZ S. / Una vida atada a los estudios, al televisor, a los
videojuegos y a la comida rápida. ¿Y el ejercicio? Pues para eso está la clase
de Educación Física del colegio, una hora, solo una vez a la semana.
Esta es la realidad de los adolescentes nacionales que palpa
un estudio de la Clínica del Adolescente, del Hospital Nacional de Niños,
realizado con 3.373 colegiales entre los 12 y 18 años de la Gran Área
Metropolitana (GAM). La investigación es del año pasado, con algunos datos de
principios del 2014. Dicho reporte revela que el 63% de los jóvenes solo
efectúa una hora de ejercicio a la semana. De ellos, más de la mitad reconoció
que esa hora corresponde a la clase de Educación Física del cole. Según Alberto
Morales, director de la Clínica del Adolescente, muchos jóvenes dedican de dos
a seis horas diarias a la televisión y a los videojuegos. El ejercicio se
limita a la Educación Física. Este tipo de comportamiento eleva los riesgos
para deteriorar la salud, advirtió el especialista. Del total de muchachos que participaron en el
estudio, solo el 22% dijo hacer ejercicio todos los días, y el 12% no lo hace
del todo. “Las consecuencias de estos malos hábitos ya las comenzamos a ver. El
21% de los adolescentes nacionales tiene sobrepeso u obesidad. Es mucho. Y si
estas prácticas continúan, en la vida adulta podrán verse enfermedades como la
diabetes, la hipertensión y hasta los infartos a edades cada vez menores. Ya
hay gente con infartos a los 30 años”, advirtió Morales. Vida rápida. El
informe reflejó otra realidad: el aumento en el consumo de la llamada comida
chatarra. El 45% de los adolescentes dijo consumir este tipo de alimentos tres
veces o más por semana; un 28% lo hace una vez por semana, y un 25% ingiere
esta comida una vez cada 15 días. Solo el 1% sostuvo que nunca come estos
productos. Las cifras han subido desde el último estudio de este tipo en 2006.
En aquel entonces, el 23% consumía comidas rápidas tres veces por semana o más;
el 28% lo hacía solo una vez por semana, y el 18%, una vez por semana. Hace
ocho años, el 4% no comía comida rápida, cuatro veces más jóvenes que hoy.
Dentro de los alimentos que se identificaron como favoritos
se hallan las hamburguesas, papas fritas, pizza , perros calientes y tacos.
Alberto Morales comentó que el consumo de esos comestibles
se realiza en los espacios que tienen los jóvenes para socializar.
“Sus espacios para verse tienden a ser estos restaurantes,
donde también hay promociones que los hacen comprar una hamburguesa o taco por
¢600”, enfatizó Morales. Para el educador físico Juan Carlos Gutiérrez, el
problema es muy grave, pero fácil de explicar:
“El cuerpo debe moverse para hacer funciones bioquímicas que le dan
salud. Lo malo es que consumimos más energía de la que gastamos, y, como no se
puede destruir, el cuerpo la almacena”, manifestó. Para Gutiérrez, no es complicado lograr un
cambio. Consumir menos frituras y cambiar un rato de videojuegos por un partido
de fútbol pueden hacer la diferencia en el futuro de la salud de estos jóvenes.
TOMADO DE LA NACION DE COSTA RICA
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