El CELMA (Centro de Estudios Legales del Medio
Ambiente) conjuntamente con la Red de Abogadxs de Pueblos Fumigados solicitaron
a la Dirección de Sanidad Vegetal del Ministerio de Asuntos Agrarios de la
Provincia de Buenoss Aires que se prohíba la aplicación aérea del herbicida
2-4D Ácido 2,4 diclorofenoxiacético, y 2-4 DB diclorofenoxibutírico en
cualquiera de sus formas y la aplicación terrestre del herbicida 2-4D Ácido 2,4
diclorofenoxiacético, y 2-4 DB diclorofenoxibutírico en su forma de ester.
Asimismo se solicitó que se disponga una restricción en la
aplicación terrestre de un área de protección de 5000 mts de las zonas urbanas de los
municipios, asentamientos poblaciones, escuelas rurales, huertas, centros
apícolas, ríos, arroyos, lagunas, cursos y espejos de agua, como así de pozos
de extracción de agua para consumo humano de los herbicidas 2,4-D, 2-4 DB,
Picloran, Dicamba y demás formulaciones
comerciales en su forma de sal dimetilamina en cualquier concentración.
Se trata de un reclamo administrativo presentando en la
segunda semana del corriente mes. Los fundamentos de la petición se consolidan
en fuentes de información científica inobjetables desde el aspecto agronómico
como desde la perspectiva de la seguridad ambiental y riesgos de daño
irreparable a la salud humana.
Que es esta comprobado que el herbicida 2,4-D formulado como
éster es extremadamente volátil, en condiciones de clima y aplicación
favorables para ello. En grado decreciente le siguen Picloran, Dicamba y
2,4-DB, pero con mayor actividad tóxica para ciertos vegetales como los
pimientos, tomates, berenjena, zapallo, sandía, batata, etc., los cuales pueden
verse afectado por los vapores de aquellos.
Otra característica del 2,4 D es su alto grado de
persistencia en la atmosfera y suelo.
Asimismo la literatura médica a reseñado trabajos
científicos que han revelado y acreditado efectos negativos significativos a la
salud del 2,4-d, entre los que podemos citar:
- Síntoma más frecuente de neurotoxicidad: miotonía (los
músculos no pueden relajarse luego de su contracción voluntaria).
- Neuropatía periférica: sensaciones inusuales,
adormecimiento y dolor en brazos y piernas, trastornos de la marcha. Los
síntomas aparecen tardíamente y la recuperación puede ser incompleta. Amplia
variabilidad en la susceptibilidad individual a padecer neuropatía.
- Trastornos del comportamiento: cambios en el ritmo diario
de actividad relacionados con alteraciones del nivel cerebral del
neurotransmisor serotonina y sus metabolitos.
- Neurotoxicidad en niños: reducción del tamaño cerebral, alteraciones
de componentes de la membrana neuronal. Exposición infantil a través de la
leche materna: menor producción de mielina (componente fundamental de las
vainas que recubren las prolongaciones neuronales).
- A altas dosis, daños en la barrera hémato-encefálica,
permitiendo que el 2-4-D penetre hacia los tejidos cerebrales.
En la presentacion
administrativa, el CELMA y la Red de Abogadxs de Pueblos Fumigados acompañaron
el informe realizado por la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en
México (RAPAM) http://www.rap-al.org/articulos_files/El_2,4-D.pdf el cual es
contundente en cuanto a los efectos adversos significativos a la biodiversidad
del agrotóxico 2,4-D:
El 2,4-D es altamente tóxico y mutagénico para las plantas
no destinatarias.
El 2,4-D es un regulador del crecimiento vegetal e imita a
las hormonas naturales del crecimiento de las plantas, las auxinas. Causa un
rápido crecimiento celular y las plantas mueren cuando sus sistemas de
transporte son bloqueados y destruidos por este crecimiento anormalmente
acelerado. Interfiere con los procesos de crecimiento normal de las plantas.
El 2,4-D es tóxico para la mayoría de los cultivos de hoja
ancha, especialmente algodón, tomates, remolacha y árboles frutales.
Tiene toxicidad aguda para los peces. Ciertas formulaciones
de 2,4-D son altamente tóxicas para los peces e invertebrados acuáticos. La
forma de butoxietanol es la más tóxica para los peces. Se descubrió que es
genotóxica y también citotóxica para el bagre (Clarias batrachus). Se comprobó
además que el 2,4-D altera la maduración de los oocitos en el anfibio Xenopus
laevis, lo que puede causar disminución de la fertilidad y declinación de la
población.
Las especies animales también son susceptibles a niveles
variables de absorción cutánea (en laboratorio, todas las mediciones de
absorción en ratones, ratas y conejos tienden a ser más altas que las tasas
humanas, en tanto que los monos reccius proporcionan datos que se mantienen en
el mismo rango que los humanos). Los resultados de algunos estudios muestran
que los perros son más sensibles a la toxicidad del 2,4-D y por lo tanto la
posibilidad de riesgos de salud es también mayor58. El 2,4-D reduce la eclosión
exitosa de los huevos de las aves, causa defectos congénitos y destruye el alimento
de las aves y el hábitat donde anidan.
El 2,4-D tiene toxicidad aguda para las lombrices de tierra
(el 2,4-diclorofenol, producto de la descomposición del 2,4-D, es 15 veces más
tóxico para las lombrices de tierra que el propio 2,4-D) y daña a insectos
benéficos como las abejas y los insectos depredadores.
Cuando se alimentó a abejas melíferas con dosis moderadas de
2,4-D, se redujo gravemente la producción de camadas; sin embargo, a niveles
menores de exposición, vivieron significativamente más que los controles. La
LD50 de la abeja melífera es 11,5 microgramos/abeja.
Por ultimo, se recalcó a las respectivas autoridades que ya
en varias provincias argentinas, como Cordoba, Chaco, Entre Rios, Tucuman y
Santiago del Estero, oportunamente, establecieron prohibiciones y restricciones
con similar alcance a las solicitadas, a fin de proteger la biodiversidad, los
alimentos, la salud y la vida de la población.
El CEPRONAT (Centro de Proteccion a la Naturaleza) también
realizó idéntica solicitud en la Provincia de Santa Fe, ante el Ministerio de
la Producción provincial. TOMADO DE ENVÍO DE CELMA AR
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