Aparecieron manchas
de combustible en el río; se atribuyen al componente oleoso del gasoil En las últimas horas fueron apreciables
manchas de combustible en la superficie del río Uruguay, atribuibles --de
acuerdo con las fuentes consultadas-- “al componente oleoso del gasoil
relacionado con el
biodiesel que se le adiciona” en un 5%.
Por otro lado, Ancap aun no ha podido determinar cuál fue el
volumen vertido al Uruguay en la maniobra de trasvasamiento del combustible en
la boya de Nuevo Paysandú, que como es de público conocimiento tuvo una falla
operativa, que no fue detectada en el mismo momento.
De hecho, Prefectura de Puerto de Paysandú fue informada
alrededor de 8 horas después de iniciado el siniestro. Según pudo establecer EL
TELEGRAFO, a las 10 de la mañana del viernes pasado fue advertida la Prefectura
de que había problemas con la presión de la línea de trasvasamiento. Esto es,
no se informó enseguida de un vertido contaminante al río, sino solamente de
una pérdida de presión, lo que presumiblemente podría haber derivado en un
derrame de combustible. La hora en que se ubica en comienzo de esa pérdida de
presión --en realidad el inicio del derrame-- es entre la una y dos de la
madrugada.
Siempre de acuerdo a lo que EL TELEGRAFO pudo reconstruir,
desde Prefectura se partió en una embarcación ligera aguas arriba,
inspeccionando la zona, pero sin detectar en la superficie rastros de
combustible. Esto se debió a que en la madrugada del viernes se desató una
fuerte tormenta y temporal de viento, que hizo que la mezcla de combustible
fuera impulsada al fondo del río. Eso, por un lado implicó que la superficie
quedara “limpia” pero al mismo tiempo provocó que el combustible fuera
impulsado con fuerza dentro de la toma de agua de OSE.
Prefectura no avisó a OSE el viernes por la mañana, cuando
realizó la inspección precisamente porque no encontró combustible en el agua.
Una fuente cercana consultada indicó que “no se entendió necesario debido a que
no había indicios de vertido”. Y agregó: “a la vista de lo ocurrido, quizás
sería apropiado revisar el protocolo de actuación en casos de este tipo y determinar
que se informe de inmediato a OSE, ocurra o no el siniestro. Esto es, actuar de
modo preventivo. Quizás eso sería apropiado agregar al protocolo en uso”.
OSE tomó conocimiento el viernes por la tarde por los
propios usuarios, que sentían un gusto a combustible en el agua potable.
Otro aspecto que expertos manejan es el hecho de que el río,
al estar ligeramente por encima de su cauce normal --anoche estaba en 3.40,
bajando un centímetro en la hora-- contribuyó a minimizar el impacto ambiental,
que aun no ha sido evaluado y no se ha conocido tampoco la opinión que sobre
este episodio tiene CARU. El río corre más rápidamente por la creciente, desde
que aguas abajo no tiene trabas importantes. Esto ocurre cuando la creciente
está en una etapa inicial y no alcanza los desbordes que luego provocan el
estancamiento en los márgenes, lo que enlentece al río.
El episodio, para OSE, se ha dado por terminado, aunque aun
los vecinos señalaban en la víspera que en algunos casos se siente un regusto
típico del combustible. Indicaron a EL TELEGRAFO que hasta ayer mantenían como
práctica hervir “dos veces” el agua antes de, por ejemplo, usarla para el mate,
aunque al no tratarse de contaminación bacteriológica es difícil saber si
resulta útil esta práctica.
Quedan aún muchas dudas por dirimir. La primera, la cantidad
de hidrocarburo vertida al Uruguay. En segundo lugar la permanencia de la
contaminación, sea en el agua o en el lecho. En tercer lugar, especialmente
teniendo en cuenta la tormenta de la madrugada del viernes, hasta donde pudo
llegar la contaminación aguas abajo. Asimismo, el impacto ambiental que ha
tenido en la fauna ictícola. TOMADO DE EL TELGRAFO DE URUGUAY
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