Qué pasó con el agujero de la capa de ozono?
Luego de 25 años del Protocolo de Montreal, los especialistas coinciden en que se ha estabilizado la destrucción del agujero de la capa de Ozono.
La capa de ozono es una zona de la estratosfera terrestre, ubicada aproximadamente entre los 15km y los 40 km de altitud. Su función es la de absorber la radiación ultravioleta, mejor conocida como rayos del sol.
Esta capa, fue descubierta en 1810 por los físicos italianos Carlos Johnson y Miles Edgeworth. Años más tarde, un meteorólogo británico llamado Dobson, desarrolló un aparato que podía medir las concentraciones de ozono desde la tierra. Entre 1928 y 1958, Dobson estableció una red mundial de estaciones que monitorean al ozono, las cuales aún hoy siguen funcionando.
En cuanto al agujero, este fue descubierto años más tarde. La historia de su descubrimiento es muy interesante.
En los años setenta, la capa de ozono fue observada desde la British Antartic Survey Station y se detectó un gran descenso en la concentración de ozono. Se cuenta que las primeras mediciones mostraban valores tan bajos, que los científicos creían que sus instrumentos estaban errados. Se registró entonces, el descenso en la concentración de ozono, pero no se supo que lo causaba hasta que en 1974, Sherwood Rowland, un profesor de química estadounidense escribió un artículo que alertaba sobre los peligros de los CFC (clorofluocarbonos) para la capa de ozono. Rowland, junto con Mario Molina y Paul Crutzen, ganaron en 1995 el premio Nobel por este trabajo.
El agujero, localizado sobre la zona antárquica, en el Polo Sur, actualmente alcanzó un área de 24,4 millones de Kilómetros cuadrados, cifra que se va reduciendo año a año, aunque para que la capa vuelva a estar como hace 30 años, faltarían todavía otros cincuenta.
Algunos científicos sostienen que llamar "agujero" a este fenómeno induce a confusiones, ya que realmente, no hay un agujero, sino una gran disminución en el espesor de esta capa.
Como se dijo en esos años, el agujero traería grandes consecuencias medioambientales mundiales, pero afectaría especialmente regiones al sur de Chile y Argentina (cambios climáticos, sequías, epidemias, etc.). Sin mencionar el cáncer de piel, las enfermedades oculares y hasta mutaciones que se producirían en los seres humanos.
Se comprobó que los principales contribuyentes a la creación de este agujero fueron los CFC, que se utilizaban para la creación de aerosoles (actualmente prohibidos) y la refrigeración de automóviles y electrodomésticos, aunque también colaboran las emisiones volcánicas de gases sulfurosos.
Luego de que se comprobó sin lugar a dudas, que los CFC eran los causantes de la disminución de la concentración de ozono, en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal. Este protocolo es un tratado internacional diseñado para proteger a la capa de ozono reduciendo la producción y el consumo de numerosas sustancias nocivas para la misma. El Protocolo de Montreal marcó un hito en la historia de la cooperación internacional, ya que fue ratificado por todos los países miembros de las Naciones Unidas.
Gracias a la implementación de este protocolo, numerosos especialistas sostienen que la destrucción de la capa de ozono se ha detenido, lo que no significa que el agujero haya desaparecido, sino que simplemente dejó de crecer, aunque todavía quedan problemas sin resolver, como son los HCFC(hidroclorofluocarbonos), el compuesto con el que se reemplazó a los CFC que, según Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, "El HCFC más utilizado es casi 2000 veces más potente que el dióxido de carbono en sus efectos sobre el calentamiento de la tierra".
De todas maneras, los meteorólogos de la Organización Meteorológica Internacional (OMI) sostienen que, si no se hubiese firmado el protocolo de Montreal, dos terceras partes de la capa se hubieran destruido, la radiación solar se incrementaría en 6 veces, y solo 5 minutos de exposición al sol produciría quemaduras.
Esperemos que los actuales problemas ambientales, se puedan resuelvan de la misma manera que este, con la cooperación de casi todos los países del mundo.
Por: María Sol Olivera
TOMADO DE eco2site
Luego de 25 años del Protocolo de Montreal, los especialistas coinciden en que se ha estabilizado la destrucción del agujero de la capa de Ozono.
La capa de ozono es una zona de la estratosfera terrestre, ubicada aproximadamente entre los 15km y los 40 km de altitud. Su función es la de absorber la radiación ultravioleta, mejor conocida como rayos del sol.
Esta capa, fue descubierta en 1810 por los físicos italianos Carlos Johnson y Miles Edgeworth. Años más tarde, un meteorólogo británico llamado Dobson, desarrolló un aparato que podía medir las concentraciones de ozono desde la tierra. Entre 1928 y 1958, Dobson estableció una red mundial de estaciones que monitorean al ozono, las cuales aún hoy siguen funcionando.
En cuanto al agujero, este fue descubierto años más tarde. La historia de su descubrimiento es muy interesante.
En los años setenta, la capa de ozono fue observada desde la British Antartic Survey Station y se detectó un gran descenso en la concentración de ozono. Se cuenta que las primeras mediciones mostraban valores tan bajos, que los científicos creían que sus instrumentos estaban errados. Se registró entonces, el descenso en la concentración de ozono, pero no se supo que lo causaba hasta que en 1974, Sherwood Rowland, un profesor de química estadounidense escribió un artículo que alertaba sobre los peligros de los CFC (clorofluocarbonos) para la capa de ozono. Rowland, junto con Mario Molina y Paul Crutzen, ganaron en 1995 el premio Nobel por este trabajo.
El agujero, localizado sobre la zona antárquica, en el Polo Sur, actualmente alcanzó un área de 24,4 millones de Kilómetros cuadrados, cifra que se va reduciendo año a año, aunque para que la capa vuelva a estar como hace 30 años, faltarían todavía otros cincuenta.
Algunos científicos sostienen que llamar "agujero" a este fenómeno induce a confusiones, ya que realmente, no hay un agujero, sino una gran disminución en el espesor de esta capa.
Como se dijo en esos años, el agujero traería grandes consecuencias medioambientales mundiales, pero afectaría especialmente regiones al sur de Chile y Argentina (cambios climáticos, sequías, epidemias, etc.). Sin mencionar el cáncer de piel, las enfermedades oculares y hasta mutaciones que se producirían en los seres humanos.
Se comprobó que los principales contribuyentes a la creación de este agujero fueron los CFC, que se utilizaban para la creación de aerosoles (actualmente prohibidos) y la refrigeración de automóviles y electrodomésticos, aunque también colaboran las emisiones volcánicas de gases sulfurosos.
Luego de que se comprobó sin lugar a dudas, que los CFC eran los causantes de la disminución de la concentración de ozono, en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal. Este protocolo es un tratado internacional diseñado para proteger a la capa de ozono reduciendo la producción y el consumo de numerosas sustancias nocivas para la misma. El Protocolo de Montreal marcó un hito en la historia de la cooperación internacional, ya que fue ratificado por todos los países miembros de las Naciones Unidas.
Gracias a la implementación de este protocolo, numerosos especialistas sostienen que la destrucción de la capa de ozono se ha detenido, lo que no significa que el agujero haya desaparecido, sino que simplemente dejó de crecer, aunque todavía quedan problemas sin resolver, como son los HCFC(hidroclorofluocarbonos), el compuesto con el que se reemplazó a los CFC que, según Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, "El HCFC más utilizado es casi 2000 veces más potente que el dióxido de carbono en sus efectos sobre el calentamiento de la tierra".
De todas maneras, los meteorólogos de la Organización Meteorológica Internacional (OMI) sostienen que, si no se hubiese firmado el protocolo de Montreal, dos terceras partes de la capa se hubieran destruido, la radiación solar se incrementaría en 6 veces, y solo 5 minutos de exposición al sol produciría quemaduras.
Esperemos que los actuales problemas ambientales, se puedan resuelvan de la misma manera que este, con la cooperación de casi todos los países del mundo.
Por: María Sol Olivera
TOMADO DE eco2site
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