En peligro el sustento de más de 10.000 familias
Santiago de Chile, 30 de abril de 2012.-"Nosotros no pedimos los cultivos transgénicos, no tenemos responsabilidad en la contaminación del polen por maíz o raps transgénico de los semilleros de exportación, y tampoco podemos dimensionar con precisión el riesgo, por la falta de información de la localización exacta y el tipo de cultivos transgénicos existentes”, sostuvo Marcelo Rodríguez, presidente de la Red Nacional Apícola al abrir el Cabildo ciudadano "Apicultura y Transgénicos”realizado el pasado 21 de abril en la Municipalidad de ChillánViejo en el marco de la Cuarta Feria Inter Regional de Agricultura Orgánica. El dirigente gremial agregó que hay una pérdida de imagen de la miel como un producto sano y beneficioso para la salud, además de la enorme baja en los precios por el cierre del mercado europeo, cuyos consumidores rechazan los alimentos transgénicos.
Reina la incertidumbre entre los más de 10.000 apicultores en el país. Un 92% de ellos son microempresarios que manejan menos de cien colmenas cada uno y venden su producción –en tambores, sin valor agregado- a los grandes exportadores. Un 25% de los apicultores son mujeres. Estas cifras, del censo 2007, son conservadoras ya que la tasa de crecimiento de la apicultura en Chile ese mismo año fue de 12,5%, una cifra altísima si se compara con el promedio global de crecimiento del negocio, que sólo llega a un 2.1%. La dependencia del mercado europeo, unida al bajo consumo interno de miel, y la carencia de soporte técnico analítico para certificar la calidad de la miel respecto de posible contenido de polen transgénico, genera incertidumbre en los productores sin que se vea una salida a corto plazo.
Transgénicos en mi patio
En el cabildo, el diagnóstico de la crítica situación de la apicultura se construyó a partir de la exposición inaugural de Marcelo Rodríguez junto a la visión aportada por productores orgánicos, consumidores, viticultores, ciudadanos conscientes y ambientalistas, que contribuyeron a generar una visión común del impacto de las 3.050 hectáreas de cultivos transgénicos existentes en la región del BioBio, y de las 15.434 y 4.088 hectáreas de OGMs existentes en las vecinas regiones del Maule y la Araucanía, respectivamente, según cifras del SAG desglosadas por regiones para su análisis.
En todo el país, en la temporada 2011 hay 31.000 hectáreas de cultivos transgénicos de exportación, cifra equivalente a la cantidad de hectáreas certificadas de cultivos orgánicos. La meta de los organizadores del Cabildo, la Asociación Gremial de Agricultores Orgánicos del BioBio y la Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, es lograr la moratoria a los cultivos transgénicos para el mercado interno, frenando la ley que apunta a la expansión de las semilleras transgénicas. La superficie cultivable del país alcanza a poco más de 5,1 millones de hectáreas (ODEPA 2002) que tienen actualmente otros usos. En las intervenciones se destacó que Chile está entre los 34 lugares del mundo (hot spots) que tienen recursos de conservación valiosos, por su riqueza de especies y por su alto grado de endemismo. Los transgénicos constituyen una amenaza a ese patrimonio y biodiversidad, y la coexistencia entre esos cultivos con los cultivos orgánicos y convencionales, o con la apicultura ha demostrado tener resultados negativos.
Baja en la exportación
En las temporadas 2010 y 2011, debido a lo que el dirigente de la Red Nacional Apícola Marcelo Rodríguez bautizó como "el aterrizaje de los transgénicos en la miel”, bajó abruptamente el volumen de miel chilena exportada, llegando a menos de 6.000 toneladas, comparadas con el record alcanzado en 2007 con más de diez mil toneladas destinadas a la Unión Europea (UE), a precios considerados muy rentables. La caída del precio a menos de la mitad se explica por las consecuencias de la sentencia de la Corte Suprema de la UE, respecto a que la miel contaminada con polen transgénico debe etiquetarse con la leyenda "Contiene ingredientes modificados genéticamente”.En la práctica el producto no tendría salida en los supermercados de Europa, pues los consumidores europeos rechazan los alimentos transgénicos por los riesgos para la salud.
Ahora sólo se exporta miel a Estados Unidos y Canadá, donde no existe etiquetado, con un precio de 2.8 dólares el kilo (1.350 aprox.), muy inferior al que pagaba el mercado europeo. Como el costo de producción es de 800 pesos a 850 promedio, se marginaría alrededor de un 15%, muy lejano a las utilidades que se obtenían en el pasado.
Debido al bajo consumo interno de miel, entre el 85 y 90% de la producción nacional de miel se exportaba a Europa (un 99%) y Alemania (75%). La mayor parte de los ingresos de los apicultores vienen de la venta de miel. La polinización adventicia (no contratada) de los cultivos frutales no se paga, y según se analizó en el cabildo, sólo en el último tiempo FEDEFRUTA estableció reglas para la contratación de polinizadoras. Los grandes polinizadores hoy tienen más de 10.000 colmenas que constituyen un negocio rentable.
La miel contaminada con transgénicos autorizados en la UE podría comercializarse siempre que su contenido alterado genéticamente no sobrepase el 0,9% del polen total, para lo cual se exige una certificación–homologando métodos de muestreo y análisis-, lo cual tiene costos que sólo pueden encararlos grandes productores y/o exportadores. Además, en el caso que la miel esté contaminada con polen de un cultivo transgénico no autorizado en la UE para alimentación, no se puede comercializar esa miel allí. En este marco, según denunciaron varios asistentes al cabildo, INDAP paró las inversiones en el sector apícola, abandonando a los usuarios que apoyaba.
Pelea de ‘perros grandes’
"Estamos en medio de una pelea ‘de perros grandes’, somos el jamón del sándwich entre el SAG, las semilleras agrupadas en ANPROS y los exportadores”, sostuvo el dirigente de la Red Nacional Apícola, cuya organización, junto a otros integrantes de la cadena productiva apícola ha logrado la implementación por SAG de un sistema de información geográfica mínima que alerta sobre riesgos y se ha unido a la cadena de producción apícola para enfrentar la crisis. Valorando el sistema de información geográfica como un avance, Rodríguez lo consideró insuficiente, pues no informa al apicultor consultante sobre el tipo de transgénicos ni su ubicación exacta ni su dueño, limitándose a alertarlo respecto de la presencia de un cultivo transgénico en un radio cercano. Agregó que respecto de los productores de transgénicos, el gremio actualmente busca que se impongan dos principios: "El que llega, avisa”y "el que contamina paga”. Reivindicó la necesidad de que SAG haga un ordenamiento territorial que tome como base a quiénes históricamente llegaron primero a una zona, y las deje libres de transgénicos
Nota: la neo colonización es así, te impongo el transgénico, no te compro la miel por que tiene ADN de los transgénicos, se la compro a un tercero, EEUU, al cual le vendiste más barato, con el cual tengo convenios y no me importa el ADN, Monsanto y los Bancos usureros contentos , falta que le hagan jucio por uso de ADN sin pagar , mientras gobiernos bananeros dejan que exploten a su gente
Santiago de Chile, 30 de abril de 2012.-"Nosotros no pedimos los cultivos transgénicos, no tenemos responsabilidad en la contaminación del polen por maíz o raps transgénico de los semilleros de exportación, y tampoco podemos dimensionar con precisión el riesgo, por la falta de información de la localización exacta y el tipo de cultivos transgénicos existentes”, sostuvo Marcelo Rodríguez, presidente de la Red Nacional Apícola al abrir el Cabildo ciudadano "Apicultura y Transgénicos”realizado el pasado 21 de abril en la Municipalidad de ChillánViejo en el marco de la Cuarta Feria Inter Regional de Agricultura Orgánica. El dirigente gremial agregó que hay una pérdida de imagen de la miel como un producto sano y beneficioso para la salud, además de la enorme baja en los precios por el cierre del mercado europeo, cuyos consumidores rechazan los alimentos transgénicos.
Reina la incertidumbre entre los más de 10.000 apicultores en el país. Un 92% de ellos son microempresarios que manejan menos de cien colmenas cada uno y venden su producción –en tambores, sin valor agregado- a los grandes exportadores. Un 25% de los apicultores son mujeres. Estas cifras, del censo 2007, son conservadoras ya que la tasa de crecimiento de la apicultura en Chile ese mismo año fue de 12,5%, una cifra altísima si se compara con el promedio global de crecimiento del negocio, que sólo llega a un 2.1%. La dependencia del mercado europeo, unida al bajo consumo interno de miel, y la carencia de soporte técnico analítico para certificar la calidad de la miel respecto de posible contenido de polen transgénico, genera incertidumbre en los productores sin que se vea una salida a corto plazo.
Transgénicos en mi patio
En el cabildo, el diagnóstico de la crítica situación de la apicultura se construyó a partir de la exposición inaugural de Marcelo Rodríguez junto a la visión aportada por productores orgánicos, consumidores, viticultores, ciudadanos conscientes y ambientalistas, que contribuyeron a generar una visión común del impacto de las 3.050 hectáreas de cultivos transgénicos existentes en la región del BioBio, y de las 15.434 y 4.088 hectáreas de OGMs existentes en las vecinas regiones del Maule y la Araucanía, respectivamente, según cifras del SAG desglosadas por regiones para su análisis.
En todo el país, en la temporada 2011 hay 31.000 hectáreas de cultivos transgénicos de exportación, cifra equivalente a la cantidad de hectáreas certificadas de cultivos orgánicos. La meta de los organizadores del Cabildo, la Asociación Gremial de Agricultores Orgánicos del BioBio y la Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, es lograr la moratoria a los cultivos transgénicos para el mercado interno, frenando la ley que apunta a la expansión de las semilleras transgénicas. La superficie cultivable del país alcanza a poco más de 5,1 millones de hectáreas (ODEPA 2002) que tienen actualmente otros usos. En las intervenciones se destacó que Chile está entre los 34 lugares del mundo (hot spots) que tienen recursos de conservación valiosos, por su riqueza de especies y por su alto grado de endemismo. Los transgénicos constituyen una amenaza a ese patrimonio y biodiversidad, y la coexistencia entre esos cultivos con los cultivos orgánicos y convencionales, o con la apicultura ha demostrado tener resultados negativos.
Baja en la exportación
En las temporadas 2010 y 2011, debido a lo que el dirigente de la Red Nacional Apícola Marcelo Rodríguez bautizó como "el aterrizaje de los transgénicos en la miel”, bajó abruptamente el volumen de miel chilena exportada, llegando a menos de 6.000 toneladas, comparadas con el record alcanzado en 2007 con más de diez mil toneladas destinadas a la Unión Europea (UE), a precios considerados muy rentables. La caída del precio a menos de la mitad se explica por las consecuencias de la sentencia de la Corte Suprema de la UE, respecto a que la miel contaminada con polen transgénico debe etiquetarse con la leyenda "Contiene ingredientes modificados genéticamente”.En la práctica el producto no tendría salida en los supermercados de Europa, pues los consumidores europeos rechazan los alimentos transgénicos por los riesgos para la salud.
Ahora sólo se exporta miel a Estados Unidos y Canadá, donde no existe etiquetado, con un precio de 2.8 dólares el kilo (1.350 aprox.), muy inferior al que pagaba el mercado europeo. Como el costo de producción es de 800 pesos a 850 promedio, se marginaría alrededor de un 15%, muy lejano a las utilidades que se obtenían en el pasado.
Debido al bajo consumo interno de miel, entre el 85 y 90% de la producción nacional de miel se exportaba a Europa (un 99%) y Alemania (75%). La mayor parte de los ingresos de los apicultores vienen de la venta de miel. La polinización adventicia (no contratada) de los cultivos frutales no se paga, y según se analizó en el cabildo, sólo en el último tiempo FEDEFRUTA estableció reglas para la contratación de polinizadoras. Los grandes polinizadores hoy tienen más de 10.000 colmenas que constituyen un negocio rentable.
La miel contaminada con transgénicos autorizados en la UE podría comercializarse siempre que su contenido alterado genéticamente no sobrepase el 0,9% del polen total, para lo cual se exige una certificación–homologando métodos de muestreo y análisis-, lo cual tiene costos que sólo pueden encararlos grandes productores y/o exportadores. Además, en el caso que la miel esté contaminada con polen de un cultivo transgénico no autorizado en la UE para alimentación, no se puede comercializar esa miel allí. En este marco, según denunciaron varios asistentes al cabildo, INDAP paró las inversiones en el sector apícola, abandonando a los usuarios que apoyaba.
Pelea de ‘perros grandes’
"Estamos en medio de una pelea ‘de perros grandes’, somos el jamón del sándwich entre el SAG, las semilleras agrupadas en ANPROS y los exportadores”, sostuvo el dirigente de la Red Nacional Apícola, cuya organización, junto a otros integrantes de la cadena productiva apícola ha logrado la implementación por SAG de un sistema de información geográfica mínima que alerta sobre riesgos y se ha unido a la cadena de producción apícola para enfrentar la crisis. Valorando el sistema de información geográfica como un avance, Rodríguez lo consideró insuficiente, pues no informa al apicultor consultante sobre el tipo de transgénicos ni su ubicación exacta ni su dueño, limitándose a alertarlo respecto de la presencia de un cultivo transgénico en un radio cercano. Agregó que respecto de los productores de transgénicos, el gremio actualmente busca que se impongan dos principios: "El que llega, avisa”y "el que contamina paga”. Reivindicó la necesidad de que SAG haga un ordenamiento territorial que tome como base a quiénes históricamente llegaron primero a una zona, y las deje libres de transgénicos
Nota: la neo colonización es así, te impongo el transgénico, no te compro la miel por que tiene ADN de los transgénicos, se la compro a un tercero, EEUU, al cual le vendiste más barato, con el cual tengo convenios y no me importa el ADN, Monsanto y los Bancos usureros contentos , falta que le hagan jucio por uso de ADN sin pagar , mientras gobiernos bananeros dejan que exploten a su gente
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