martes, 4 de junio de 2013

PARQUE GEZI Y PLAZA TAKSIM defensa de los ciudadanos de Estambul

 Ciudadanos defienden con sus vidas el Parque Gezi para evitar que lo transformen en un Centro Comercial...
La resistencia del Parque Gezi ha puesto en funcionamiento la capacidad colectiva que nosotras, la gente corriente, tenemos de auto-organizarnos y actuar. Ha sido cuestión de una simple chispa… Hemos visto el cuerpo mismo de la resistencia cuando caminaba hacia nosotras atravesando el puente sobre el Bósforo, la hemos visto resistir sin miedo bajo los cañones de agua en la calle Istiklal, hemos visto sus extremidades en cada persona que, atragantándose en las nubes de gas lacrimógeno, todavía peleaba por ayudarse mutuamente, lo vimos en los tenderos que nos han dado comida gratis, en los habitantes que han abierto su casas a los heridos, en los médicos que se ofrecían voluntarios y en las abuelas que golpeaban las cacerolas en sus ventanas toda la noche contra la represión. La policía ha lanzado una auténtica guerra contra nosotras, agotando sus reservas de gas lacrimógeno, encerrándonos en las estaciones de metro, viniendo de noche a quemar nuestras tiendas y disparándonos con balas “de goma”. Pero no han podido romper esta decisión. Porque el cuerpo de la resistencia, una vez encendido, sólo puede continuar. Y ahora todas nuestras experiencias son parte de la memoria colectiva que recorrerá las venas de este cuerpo como la linfa, de modo que siempre podamos recordar un sencillo hecho: que podemos escoger nuestro destino a través de nuestra propia acción colectiva.
Reclamamos nuestra vida, y donde y como queremos vivirla.
Parque Gezi -Taksim
El viaje que ha empezado en Gezi ha alimentado nuestra fuerza y nuestro coraje con su tenacidad, creatividad, determinación y auto-confianza. En poco tiempo, la resistencia ha florecido, del Parque Gezi a la Plaza Taksim, y de Taksim a todo Estambul y luego a todo el país. La lucha por el Parque Gezi se ha convertido en el lugar donde se ha hecho visible toda nuestra rabia contra todo lo que nos impide que decidamos por nosotras mismas el modo en el que queremos vivir la ciudad y los espacios verdes y abiertos libres de cemento.
Después de esta demostración de rabia y solidaridad nada volverá a ser lo mismo. Porque ahora hemos visto en nosotras mismas algo que nunca antes habíamos visto. Y no sólo lo hemos visto, lo hemos creado juntas. Hemos visto crearse la chispa, que ha dado vida a un cuerpo de resistencia colectiva y lo ha puesto en movimiento.
La lucha del Parque Gezi ha desencadenado una revuelta juvenil de al menos dos generaciones que han vivido durante los gobiernos del AKP (Adalet ve Kalkınma Partisi, Partido de la Justicia y el Desarrollo) y que identifican a Recep Tayyip Erdoğan con totalitarismo. Estos son los descendientes de las familias expulsadas de Tarlabaşı en nombre de grandiosos planes de gentificación, estos son las trabajadoras que perdieron sus empleos en nombre de la reducción de costes de producción y de la privatización de fábricas. Toda lucha que surja a partir de ahora será enriquecida por estas generaciones. Pero hay mucho más.
La resistencia del Parque Gezi y la Plaza Taksim ha cambiado la definición misma del significado de espacio público porque la batalla por el derecho a permanecer en la Plaza Taksim ha hecho pedazos la hegemonía del aprovechamiento económico como regla moral.
Ha rechazado el plan de desarrollo destructivo de la vida mediante el cual el AKP habría deseado decidir el rol social de nuestros espacios públicos, cambiar las reglas de como vivimos nuestra ciudad, y a qué precio, y con qué estética. Recep Tayyip Erdoğan h atratado de imponernos su idea de lo que debe significar una plaza, pero ahora Taksim es lo que nosotras la ciudadanas queremos que signifique: nuestra plaza pública.
Hemos visto la resistencia que un solo parque puede provocar, y ahora sabemos que somos completamente capaces de encender nuevas chispas y nuevas resistencias. Los Arboles son nuestros, el aire del Parque es nuestro, La ciudad es de los ciudadanos.Podemos sentir nuestra fuerza colectiva contra la desposesión de nuestros bienes naturales comunes porque hemos probado a qué sabe la resistencia. De aquí no retrocedemos. Porque sabemos que somos portadores de más de una chispa para otras nuevas luchas, y que es sólo una cuestión de instantes para que una sola chispa se convierta en fuego.
Esto es sólo el principio, ¡la lucha continua!
Traducido por madrilonia.org

enviado por tomas 

No hay comentarios: