La UE prohíbe la venta y reproducción de semillas
autóctonas y tradicionales
ECOagricultor
Se trata de una semana muy agitada. Últimamente la gente ha
estado enviando correos electrónicos, cientos de miles, sobre este asunto.
Parece ser que se han producido algunos cambios importantes del última hora en
el proyecto de ley, incluso algunas modificaciones se hicieron el domingo por
la noche.
Aunque todavía se trata de una mala ley, es mucho menos mala
que la redacción inicial, o incluso que otros proyectos. Esto se ha debido a la
presión ejercida por muchas personas. De todos modos, debemos estar vigilantes
para asegurarnos que no haya cambios a peor, ya que lo que pasa a través de la
UE se traduce en leyes en los países que la forman. He aquí un resumen de la
situación actual. Un enlace al final de artículo permite la descarga del
proyecto de ley.
La nueva Ley de semillas disminuye el acceso a semillas
para su uso en el hogar y restringe los cultivos de los agricultores.
El lunes 6 de mayo se presentó una nueva ley ante la
Comisión Europea, por la cual se establecen nuevos poderes para regular el
cultivo de plantas en toda Europa. La “Ley de Material Reproductivo de
las plantas” regula todas las plantas. Contiene restricciones en cultivo de
verduras y plantación de árboles, mientras que se crean nuevos poderes para
restringir el resto de plantas de cualquier otra especie en una fecha
posterior.
Bajo la nueva ley, será ilegal cultivar, reproducir o
comercializar cualquier semilla vegetal o árbol que no haya sido probado y
aprobado por una nueva “Agencia de Variedades Vegetales de la UE”, que va a
elaborar una lista con las plantas autorizadas. Por otra parte, se debe pagar
una tarifa anual a la Agencia para mantener esas semillas en la lista, y si no se
paga no se pueden cultivar.
Después de muchas protestas e intensas presiones por parte
de grupos de consumidores, pequeños agricultores, bancos de genes, e incluso
algunos Gobiernos de los Estados miembros, se han hecho algunas modificaciones
de última hora, que aunque no resulta en una ley perfecta, se ha reducido mucho
el impacto.
Las concesiones de última hora, debido a la presión pública,
son las siguientes:
* Los jardineros están autorizados a guardar e intercambiar
semillas no aprobadas sin que por ello se infrinja la ley.
* Individuos y pequeñas organizaciones pueden proveerse de
semillas de hortalizas no aprobadas, siempre y cuando tengan menos de 10
empleados.
* Los bancos de semillas pueden guardar semillas no
aprobadas, sin que por ello se infrinja la ley.
* En una futura legislación ( sin especificar cuándo) se
regulará las semillas aptas para la agricultura ecológica.
Para el resto siguen las restricciones, y a largo plazo será
más difícil para las personas hacerse con buenas semillas para cultivar en su
casa. También hay cláusulas que podrían revertir concesiones anteriores sin
tener que pasar por el Parlamento para su votación.
Estamos pensando en cuál será el próximo paso. Parece ser
que la ley pasará al Parlamento para su modificación o aprobación, por lo que
todavía hay posibilidades de cambios, sean para bien o para mal. Debemos
continuar en nuestra campaña para que sólo se aprueben mejoras a la ley.
Ben Gabel, cultivador de plantas y director de The Real
Seed Catalogue, dijo:
“El proyecto de ley era horrible, y es bueno observar que
la Comisión ha respondido satisfactoriamente a las peticiones de cientos de
miles de ciudadanos que levantaron sus voces contra ella. Han hecho algunas
importantes concesiones para el cultivo en casa y los pequeños agricultores,
aunque es una pena que no se pensase en ellos en primer lugar.
Sin embargo, todavía hay consecuencias negativas. Tendrán
derecho a acceder a las distintas variedades vegetales los jardineros, los
agricultores ecológicos y los agricultores que cultiven para los mercados
locales a pequeña escala.
Esto se debe a que el principal sistema de registro no
facilita el uso en el hogar (jardines, huertos) – las variedades para el uso
casero no cumplen con los estrictos criterios de la Agencia de Variedades
Vegetales, que sólo se preocupa por aprobar las semillas utilizadas por la
Agricultura Industrial.
Debido a esto, las empresas de semillas registraban y
vendían variedades de semillas para uso no profesional en el ámbito doméstico.
Bajo el nuevo sistema, que ahora las denominan como variedades “locales”, no
hay un registro de esas variedades, pero hay un gran inconveniente: cualquier
empresa con más de 10 empleados tiene prohibido su cultivo y uso.
Así que las nuevas variedades para los cultivos caseros
sólo podran ser desarrolladas por pequeñas organizaciones, y puede ser que no
tengan recursos para hacerlo. Habrá muy pocas variedades profesionales para uso
de los jardineros o para la agricultura sostenible a pequeña escala.
La ley va a reducir las posibilidades de elección también
a los grandes agricultores. En algunos casos, sólo se permitirán las nuevas
variedades vegetales si se aprueban y se demuestra que son mejores que las que
estén actualmente en lista. Esto es absurdo, ya que a menudo se descubren los
beneficios de una nueva variedad al cabo de varios años, por ejemplo, cuando se
observa su resistencia ante tal o cual enfermedad. En un mercado libre, debería
corresponder a los agricultores decir el uso de las nuevas variedades y cuáles
son aquellas que más les gustan en base a su experiencia.
No hay necesidad real de este nuevo y complejo
reglamento. Ya tenemos leyes que protegen al consumidor: las
semillas deben ser aptas para su venta; deben coincidir con la descripción y
corresponder con lo anunciado. La actual Ley de Semillas ya cubre la defensa de
la salud, la trazabilidad y la seguridad. Cualquier persona que produce
semillas ya es inspeccionada y sus semillas certificadas por Agencias
Estatales.
Este es un ejemplo de Burocracia fuera de control. No
queremos a tantos funcionarios de la UE que son pagados por mover montañas de
papeles para interferir en el derecho de las personas a cultivar lo que
quieran, ni debiera pagarse por el uso de plantas que han sido utilizadas
durante miles de años en la agricultura a pequeña escala.
También resulta preocupante que se hayan dado a sí
mismos el poder de regular y aprobar el cultivo de cualquier especie de planta
en el futuro, no sólo las de uso agrícola, sino las hierbas, musgos, flores,
etc, sin tener que pasar necesiariammente por el Consejo para su votación.
Esta ley ha sido escrita pensando en las necesidades de
las Multinacionales de la Industria Agraria y de Semillas, que suministran
semillas en grandes cantidades para la producción industrial. Es algo que no
debiera aplicarse a los usos domésticos o los pequeños agricultores que
producen para los mercados locales, que tienen necesidades muy diferentes.
Hacemos un llamamiento para que queden exentas de forma
total en la ley aquellas semillas vendidas en pequeñas cantidades a los
consumidores individuales”.
Enviado por red foroba
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