Horacio Quiroga, el cuentista rioplatense
El 19 de febrero de 1937 se quitaba la vida con cianuro en
el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires a los 58 años de edad el
cuentista, dramaturgo y poeta radicado en Argentina, considerado uno de los mayores
narradores latinoamericanos de todos los tiempos.
El 19 de febrero de 1937 se quitaba la vida Horacio Quiroga.
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Horacio Silvestre Quiroga Forteza tuvo una vida marcada por
las tragedias, su padre murió en un accidente de caza, mató accidentalmente a
un amigo, Federico Ferrando de un disparo y su padrastro y su primera esposa se
suicidaron, lo que más adelante haría él, en el hospital, después de enterarse
que tenía cáncer de próstata, bebiendo un vaso de cianuro.
Fue el maestro del cuento latinoamericano, de prosa vívida,
naturalista y modernista. Estudió en Montevideo y pronto comenzó a interesarse
por la literatura. Inspirado en su primera novia escribió “Una estación de
amor” (1898), fundó en su ciudad natal la Revista de Salto (1899), marchó a
Europa y resumió sus recuerdos de esta experiencia en Diario de viaje a París
(1900).
En Buenos Aires publicó “Los arrecifes de coral, poemas,
cuentos y prosa lírica” (1901), “El crimen del otro” (1904), la novela breve
“Los perseguidos” (1905), producto de un viaje con Leopoldo Lugones por la
selva misionera, hasta la frontera con Brasil, y la más extensa “Historia de un
amor turbio” (1908).
Más tarde trabajó en el consulado de Uruguay y dio a la
prensa “Cuentos de amor, de locura y de muerte” (1917), los relatos para niños
“Cuentos de la selva” (1918), “El salvaje”, la obra teatral “Las sacrificadas”
(ambos de 1920), “Anaconda” (1921), “El desierto” (1924), “La gallina degollada
y otros cuentos” (1925) y quizá su mejor libro de relatos, “Los desterrados”
(1926).
Colaboró en diferentes medios: Caras y Caretas, Fray Mocho,
La Novela Semanal y La Nación, entre otros. Influido por Edgar Allan Poe,
Quiroga sintetizó las técnicas de su oficio en el Decálogo del perfecto
cuentista, estableciendo pautas relativas a la estructura, la tensión
narrativa, la consumación de la historia y el impacto del final.
Muere, a los 58 años, ingiriendo un vaso de cianuro en el
Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires, luego de enterarse que
padecía de cáncer de próstata.
Homenaje de Brasil
: "Cree que tu arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando
puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo."
Horacio Quiroga, contista da morte... e das crianças, autor
do Decálogo do Contista Perfeito, que tem essa citação como segundo artigo.
Terá domado sua arte? E Ariel Ramírez? Confere hoje, no Cantos do Sul da Terra,
a partir da uma da tarde, aqui pela FM Cultura - 107.7 - www.fmcultura.com.br,
em rede com a Rádio Federal FM 107,9 - UFPEL, de Pelotas. el face de amigo de Argentina
y de cantos do sul da terra
Dibujo tomado del face de Julio Garcia de rgs
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