Por el cepo al trigo, los argentinos van a sembrar a Uruguay
Ya trabajan el 40% de la superficie; allí no hay
restricciones al comercio de granos
Por Fernando Bertello
Del otro lado del Río de la Plata, en Uruguay, donde no hay
intervención en los mercados de granos ni retenciones, el trigo tiene acento
argentino. Productores, asesores, gerenciadores e inversionistas que llegaron
de la Argentina para producir por su cuenta o unirse a alguna firma local son
responsables del 40% (y, según la temporada, hasta el 50%) del cereal que se
siembra en ese país.
En Uruguay, la superficie del cultivo está estabilizada en
torno de las 500.000 hectáreas, mientras que en la Argentina se sembraron el
año pasado 3,6 millones.
Sin embargo, por la intervención del gobierno kirchnerista
en el comercio del trigo, la superficie sembrada perdió 2,3 millones de
hectáreas en los últimos diez años. En Uruguay, según fuentes de ambos países,
los argentinos no han parado de sembrar trigo. En rigor, de las 450.000
hectáreas de la campaña 2012/2013 y las 475.000 hectáreas de la última campaña,
se estima que unas 200.000 fueron sembradas o gerenciadas por agricultores
argentinos, que también cultivan soja.
La avanzada de los argentinos en Uruguay comenzó en realidad
después de la devaluación de 2002 y el primer cultivo con el cual se abrieron
paso fue la soja. Allí se cultivaron el año pasado poco más de un millón de
hectáreas de la oleaginosa, y se calcula que los argentinos participaron en un
60% de esa superficie.
El cepo que el kirchnerismo impuso sobre el trigo ,
interviniendo el mercado para reducir la competencia entre molinos y
exportadores y cuotificando las ventas al exterior, no hizo otra cosa que
acelerar el interés de los argentinos por sembrar en Uruguay.
"La llegada de argentinos a Uruguay empezó con el
corralito y la devaluación (en 2002)", señaló Eduardo Blasina, consultor
de aquel país en temas agropecuarios, y agregó: "Hacen trigo porque es lo
que saben hacer, tienen el know how , y han aprendido las diferencias
agronómicas de Uruguay, que son importantes (pendientes, suelos diversos,
disponibilidad de agua muy variable). Entienden que en la formación del precio
el gobierno no interviene. Creo que eso da una tranquilidad que no hay del otro
lado del río (por la Argentina)".
Sobre la importancia de los argentinos allí, Blasina
precisó: "En área deben representar cerca de 50 por ciento".
También Gustavo Duarte, asesor de productores argentinos que
cruzaron el Río de la Plata, coincidió en esa proyección. "Unas 200.000
(hectáreas) son de argentinos", dijo. Para este consultor, quienes
pusieron un pie allí lo hicieron para lograr un cultivo que fuera rentable por
no tener las retenciones, que en la Argentina implican una tasa de 23 por
ciento. "Fueron a hacer cultivos que dieran renta, y el trigo lo es al no
tener retenciones", destacó.
Duarte sostiene que son unas 50 las empresas que fueron a
sembrar trigo. En Uruguay estiran ese número a 200. En esa categoría están
productores individuales que alquilan o compraron campos o que se asociaron con
firmas de ese país.
Con uno u otro esquema, llegaron desde empresas grandes como
MSU, Los Grobo, Adeco (de capitales internacionales, pero con management
argentino) y El Tejar (que en 2013 desinvirtió en la Argentina) a productores
medianos y contratistas que no tienen tierras propias.
Pese a la estimación privada de la superficie que harían los
argentinos, Alfredo Hernández, responsable de estadísticas agropecuarias del
Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, expresó a LA NACION
que no hay por el momento un número oficial sobre cuánto trigo están haciendo
allí los argentinos.
PROFESIONALES
Juan Ioele, un técnico que asesora a productores, subraya
que éstos ven que hacer trigo en Uruguay es uno de los cultivos más seguros,
porque hay precipitaciones similares a las que recibe el cereal en el sudeste
bonaerense, principal región triguera de la Argentina.
Pero además explica el atractivo comercial. "Estando un
poco por encima de la indiferencia de costos [el nivel con el cual se cubren
los gastos] hacés un buen negocio, debido a que la mercadería la podés vender
porque no tiene restricciones de mercado, y a un valor sin retenciones",
contó.
Duarte enumeró que antes del arribo de los argentinos
Uruguay sembraba poco más de 100.000 hectáreas, mientras que ahora la
superficie se ve estabilizada en 500.000 hectáreas.
Por su parte, el consultor Martín Díaz Zorita explicó las
diferentes formas que en Uruguay se dieron estos últimos años en la forma de
producir. "Muchos productores gerencian sus siembras y también gestionan
las de terceros. Otros invierten y llevan equipos locales y otros construyen
empresas mixtas", precisó. TOMADO DE NACION DE AR
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