Tortugas migratorias cambian de ruta para eludir cambio
climático Olas y marejadas se comen las playas del Parque Nacional Cahuita,
donde la vegetación pierde raíces y termina en el mar. Crédito: Diego
Arguedas/IPS Olas y marejadas se comen las playas del Parque Nacional Cahuita,
donde la Con el cambio climático, el calor está en
aumento en la región. “Eso podría ser aceptable para la población hasta
cierto punto, pero si la relación de sexos se va haciendo muy grande, puede
haber problemas para la población”, señaló el científico Borja Heredia, del
Secretariado de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias
de Animales Silvestres (CMS pos sus siglas en inglés).Este es solo uno de centenares de casos en los que
el cambio climático incide en las especies migratorias. Las sequías africanas dificultan el viaje que
hacen cada año millones de aves a través del Sahara, los osos polares tienen
más complicaciones para conseguir alimento, y el calentamiento global ha
variado las rutas de las mariposas monarca. Para analizar estas consecuencias y
buscar salidas, científicos y funcionarios de gobierno de todo el mundo se
reunieron en Guácimo, Limón, entre el 9 y el 11 de este mes. El taller fue
organizado por un grupo de trabajo de la CMS sobre el cambio climático que
incluye a especialistas de más de 20 nacionalidades. “Estamos viendo cómo podemos
combatir el cambio climático en las especies migratorias como ballenas, pájaros, tortugas o
invertebrados”, explicó a IPS el británico Colin Galbraith, coordinador del
grupo de trabajo y consejero para el Cambio Climático de la Conferencia de las Partes
de la CMS. El equipo deberá presentar un documento a principios de mayo y
ponerlo a disposición de los 120 países partes. En junio pasará su primer
filtro: el Comité Científico de la Convención lo evaluará y determinará su
relevancia. La siguiente etapa será recibir el aval de la Conferencia de las
Partes, que se reunirá en noviembre en Quito. Puesto que se prevé que el cambio
climático ejerza modificaciones diferentes en las distintas regiones, proteger
de sus impactos a las especies migratorias que pasan por ellas es un desafío
sin precedentes. Para los animales no importan las fronteras nacionales creadas
por los seres humanos. Por eso la CMS procura generar espacios internacionales
de conservación para protegerlos en sus rutas migratorias.Galbraith adelantó a
IPS que el documento se enfocará en tres grandes ejes. “Compartir información
entre los países, generar estrategias para adaptarse al cambio climático, donde
además se incluyen mecanismos para crear capacidades de reacción en los países,
y finalmente cómo se puede comunicar esto al mundo”, apuntó el coordinador del
grupo de trabajo. En marzo, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático (IPCC) confirmó la fragilidad de ecosistemas de todo el mundo
al calentamiento global, en el segundo volumen de su Quinto Informe de
Evaluación, dedicado a impactos, adaptación y vulnerabilidad. En las zonas
costeras, el alza en el nivel del mar está poniendo en riesgo hábitat como
arrecifes coralinos, humedales y playas de anidación. En Cahuita, por ejemplo, se ha perdido hasta
un cuarto de la playa en los últimos 15 años, sostiene el administrador Cerdas.
En el último evento de mareas altas, el agua llegó hasta la casa del
guardaparques, una estructura de madera situada a 100 metros del límite usual
de las olas.“Las especies migratorias se enfrentan a muchos de los mismos
desafíos que los seres humanos: tienen que elegir cuándo viajar, qué ruta
tomar, dónde comer y descansar y cuánto tiempo deben permanecer antes de
regresar a casa”, aseguró el secretario general de la CMS , Bradnee Chambers,
en una columna publicada por IPS. “Estas opciones, que son aparentemente tan
triviales para los seres humanos, son decisiones de vida o muerte para ellas”,
agregó. El reporte del grupo de trabajo reunido en Costa Rica también será
considerado por la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio
Climático y por el Convenio para la Protección de la Biodiversidad , en un
esfuerzo para crear conocimiento multidisciplinario. “Las diferentes
convenciones relacionadas con el ambiente tienen que empezar a mirarse a los
ojos y a trabajar más entre ellas, cooperando con recursos e investigación”,
apuntó Max Andrade, coordinador de la Unidad de Políticas Públicas de la
Subsecretaría de Cambio Climático de la cartera ambiental de Ecuador. Como país
anfitrión de la próxima Conferencia de las Partes, Ecuador buscará dar
protagonismo al calentamiento global, agregó Andrade.En la pasada reunión,
celebrada en Noruega hace tres años, se decidió crear el grupo de trabajo sobre
cambio climático. NR_IR= Todavia estamos esperando ¿Cuántas tortugas habrán
sobrevivido?
vegetación pierde raíces y termina en el mar. Crédito: Diego
Arguedas/IPS PARQUE NACIONAL CAHUITA, Costa Rica, 13 abr 2014 (IPS) - La
tortuga carey, en peligro crítico de extensión, tiene pocos santuarios en el
mundo y este es uno de ellos. En 2012 se contaron apenas 53 nidos en las arenas
costarricenses de Cahuita. Pero hay un enemigo contra el que no sirven los
esfuerzos conservacionistas: las playas se están haciendo cada vez más chicas. Durante
años, los más de ocho kilómetros de playas de Cahuita albergaron cuatro tipos
de tortugas marinas: baula (Dermochelys coriacea), verde (Chelonia mydas),
cabezona (Caretta caretta) y carey (Eretmochelys imbricata). Pero la erosión de
la arena y la elevación del nivel del mar achicaron el ecosistema para estas
especies y la cantidad de animales que llegan a desovar al Parque Nacional, en
la provincia sudoriental de Limón, tras viajar por el mar Caribe. “Muchas
tortugas ahora arriban a playas fuera del Parque, en lugares donde nosotros no
tenemos control, lo que las hace más vulnerables”, dijo a IPS el administrador
de esta área de conservación, Mario Cerdas. En los tres años que lleva
administrando el Parque, Cerdas ha presenciado una disminución de tortugas que
arriban para anidar. El Parque Nacional Cahuita abarca 1.100 hectáreas de una
península pantanosa y poco más de 23.000 hectáreas de océano, donde se destaca
el principal arrecife coralino del país. Se creó en 1970 como monumento
nacional y en 1978 fue declarado parque con el fin de proteger estos
ecosistemas. Los “desvíos” no son la única preocupación. El sexo de las
tortugas marinas se determina por la temperatura de la arena en las playas de
desove: más frío favorece el nacimiento de machos, más calor, el de hembras.Tomado de envío de red foroba
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