En el IC 23 las
viviendas siguen inundándose ante cada lluvia fuerte e IdP ofrece realojo a
afectados
“Cuando llovía
torrencialmente, el agua entraba hasta esta altura”, dijo Enrique López,
señalando unos 80 centímetros. López es habitante de la casa 25 del barrio IC
23, en avenida Israel al 1800, una zona que
históricamente se inunda
rápidamente cuando llueven muchos milímetros en poco tiempo. Para evitar que su
vivienda se inunde, como otros vecinos, tiene una sobre puerta de chapa un
metro de alto, que ante la amenaza de lluvias atornilla a la puerta. “Hemos
podido reducir mucho el agua dentro de la casa, pero no es el hecho”, dijo el
vecino.
“Aquí siempre se inunda, desde hace muchos años, hay algunos
vecinos más perjudicados que otros, pero realmente es una historia vieja”,
indicó por su parte Marta Mussio, vecina de la vivienda 27.
En total, de las 45 viviendas que integran el IC 23,
inaugurado en 1987 y hoy dependiente de la Agencia Nacional de Vivienda, hay 14
que se ven muy afectadas ante cada lluvia torrencial, en tanto una adicional,
sufre las inundaciones repentinas cuando llueve alrededor de 100 milímetros,
como el martes pasado.
“Uno nunca puede decir de esta agua no he beber”, confiesa
López. Recuerda como cuando era funcionario municipal en los años 80, “estuve
trabajando en el terreno y ahí ví que era totalmente inundable. Me hice el
propósito de no vivir aquí, pero ya ve, hace años que estamos con mi familia”,
agregó. Un total de seis veces su casa fue completamente inundada ante fuertes
lluvias y “perdimos muchas cosas, heladeras, muebles, de todo un poco. Ahora
tenemos varias cosas sobre bases elevadas, pero no sé hasta dónde seguir
levantando todo. ¿Dónde vamos a terminar?”, agregó López. “Estaba en la casa de
mi hija en Montevideo y me avisaron que estaba lloviendo así que rápidamente me
volví. Tenía que proteger mis muebles. Es poco, pero cuesta muchísimo tenerlo”,
agregó Marta Mussio.
TRABAJOS DE LIMPIEZA
En la jornada del miércoles, la intendencia, con maquinaria
vial, procedió a la limpieza de la cañada que desemboca en el arroyo Sacra y
que es uno de los principales problemas que golpea a los vecinos (el otro es el
enorme desnivel entre la zona edificada y su derredor, incluida la propia
Costanera, que fue nuevamente levantada en la Administración Pintos).
Nicolás Olivera, director general de Obras, dijo que “lo que
vamos a hacer ahora es una limpieza en profundidad. Comenzamos por la cañada,
limpiando bien y perfilando sus taludes, y quitando toda suciedad que exista en
la alcantarilla”.
Terminado ese trabajo “seguiremos con la limpieza en el
arroyo Sacra, y de nuevo perfilar adecuadamente sus taludes. Eso sin dudas
mejorará la situación aunque claro está, no es la solución definitiva ni mucho
menos”.
VISITA DE BELTRAME.
A fines de febrero pasado, el ministro de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), Francisco Beltrame, fue
abordado por vecinos del IC 23, quienes le entregaron una carpeta y le
explicaron las dificultades que desde hace años sufren. Beltrame, que había
llegado a Paysandú para el sorteo de los lotes correspondientes a las 24
familias beneficiarias del Plan Lotes del Barrio Nuevo Paysandú, visitó el
barrio, para conocer en la escena detalles del problema.
POSIBLE REALOJO
Beltrame habló de la posibilidad de realojo, y Olivera
explicó a EL TELEGRAFO que “la intendencia ha ofrecido ya a la Agencia Nacional
de Vivienda un terreno al norte de avenida Salto y al Este de Bulevar Artigas,
que cuenta con servicios. Lo hemos puesto a disposición para que el ministerio
de Vivienda construya allí las viviendas necesarias para el realojo de los
vecinos más comprometidos con la situación”.
Olivera agregó que “la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua)
hará un relevamiento para diseñar el mapa de riesgos” tras lo cual se podría
llegar a una solución. “Sólo esperamos que ésto no termine siendo una pelota
que va y viene”.
OTRO BARRIO
Por su parte, los vecinos expresaron que se agregan
preocupaciones porque en la zona, al Oeste del IC 23, han comenzado los
preparativos para la construcción por parte del Ministerio de Vivienda, de otro
barrio por ayuda mutua, con viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios, denominado
Covian 11.
“Esta construcción dejará más abajo aún el nivel de nuestro
barrio, lo que va a complicar todavía más el problema. Realmente no sabemos qué
más podemos hacer, pero ciertamente nuestras casas hace años y años que
soportan el embate del agua y eso se nota en el mantenimiento que debemos
hacerles”, dijeron los vecinos. Éstos indicaron además “no saber mucho del tema
realojo” pero dijeron que “desde nuestro punto de vista, todo se puede
solucionar más fácilmente con la construcción de un puente”.Asimismo,
recordaron que “la intendencia ha prometido también reparar y bituminizar las
calles internas, que están en muy mal estado”, ante lo que Olivera aseguró que
“eso está en proyecto, será realizado a corto plazo, siempre y cuando no se complique
el trabajo por nuevas lluvias”. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE URUGUAY
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