Cambio climático, una cuestión de fe
Categoría: Ecología
Publicado por: victor.nomberto El
cambio climático es una cuestión de fe porque se ocupa de la creación de Dios y
de la pobreza, según el cardenal de Tegucigalpa, el hondureño Óscar Rodríguez
Maradiaga SDB.
El cardenal, que es presidente de Cáritas Internationalis,
estuvo en Durban, Sudáfrica, con ocasión de la conferencia sobre cambio
climático patrocinada por Naciones Unidas entre el 28 de noviembre y el 9 de
diciembre. El 13 de diciembre, conversó sobre la conferencia con periodistas en
El Vaticano.
Cáritas Internationalis, una confederación de 165
instituciones de caridad nacionales católicas, proporciona ayuda en emergencias
y para el desarrollo en todo el mundo. Pero también instruye a los católicos
sobre las doctrinas sociales de la Iglesia, promoviendo y educando a la gente
en temas de justicia y paz, contó el cardenal.
En momentos en que tanta gente en el mundo muere de hambre,
era importante que Caritas estuviese presente en Durban, “porque una de las
causas de la hambruna es el cambio climático y, especialmente, las actitudes
irresponsables hacia la creación”, agregó.
Para la Iglesia católica, el cambio climático no es sólo un
tema de “termómetros o análisis científico; estamos hablando de seres humanos y
los sufrimientos de ellos”.
Los católicos deben saber que el cambio climático es real y
que es un problema que se debe encarar. La forma cómo la gente trata el
medioambiente tiene que cambiar, y pronto, “no después de todas las
consecuencias y tragedias que acarreará”, dijo.
“Es una cuestión de fe porque desde el principio mismo de la
Biblia, vemos cómo la creación fue confiada a los seres humanos”, para su
manejo, no para su explotación.
Si bien la conferencia de Durban no desembocó en un
compromiso fuerte y legalmente vinculante para reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero dentro de un marco de tiempo específico, sí obtuvo
promesas internacionales para seguir trabajando hacia ese objetivo.
Dado el desastre que impera en la economía internacional, el
cardenal Rodríguez expresó que el equipo de Caritas no esperaba que nada
“mágico” ocurriera en la conferencia, pero sí fue una señal de la creciente
sensibilidad pública hacia la necesidad de cambios efectivos.
“Desde luego, los problemas son grandes. Para nosotros, uno
de los compromisos es el de continuar educando” a católicos y a otras personas
de buena voluntad sobre su responsabilidad hacia la creación y hacia los otros
que viven en el planeta.
El cardenal hondureño manifestó que globalización “no es una
mala palabra”, pero si la gente la ve sólo como un proceso de expansión de los
mercados y las finanzas, no ayudará a la comunidad humana. “Es necesario
globalizar la solidaridad”.
El cardenal Rodríguez es miembro del Consejo Pontificio para
la Justicia y la Paz, que en octubre pasado publicó una nota sobre las causas y
posibles soluciones a la crisis económica global. La nota hacía un llamado a
establecer una autoridad financiera global y un nuevo orden financiero, marcado
por una mejor distribución y solidaridad con los pobres.
El cardenal describió la declaración del consejo como “un
buen esfuerzo”, que ha sido “desacreditado por el mundo financiero porque ellos
no quieren que se toquen ciertos temas” que podrían limitar la posibilidad de actuar
como lo han estado haciendo.
La actual crisis económica global “no es sólo financiera, es
una crisis ética”. Parte de la respuesta debe ser austeridad voluntaria, que es
un principio cristiano y una virtud, dijo.
“Podemos ser más libres si nos independizamos del
consumismo”, lo que a su vez libera a la gente para que sea más generosa con
sus vecinos que tienen menos.
CIDSE, una alianza internacional de agencias de desarrollo
católicas, con sede en Bélgica, informó que las “ganancias incrementales” de los
paquetes de medidas que se acordaron en las conversaciones de Durban no son
suficientes para impedir los peligros del cambio climático y sus impactos en
los países en desarrollo.
Si bien la implementación del Fondo Verde para el Clima
acordado durante las conversaciones “es un paso importante hacia un instrumento
eficiente para la adaptación de la mitigación climática para los países en
desarrollo, no será de mucha ayuda si no tiene fondos confiables y
predecibles”.
“Es responsabilidad de los países desarrollados garantizar
el origen” de los recursos que irán al fondo.
CIDSE subrayó que las comunidades pobres, que son aquellas
“que tienen menos responsabilidad” en los insostenibles niveles de emisiones de
gases de efecto invernadero en el mundo, estarán más expuestas.
Un acuerdo global sobre la reducción de emisiones sólo
ayudará a solucionar la crisis climática si es legalmente vinculante “y sólo
será justo si los objetivos de reducción de emisiones se establecen en base a
la contribución histórica que cada país ha hecho a los niveles actuales de
gases de efecto invernadero”, indicó. TOMADO DE ENVIO DE RED FOROBA
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