Urabá: otra lucha por
tierra
La finca Guacamayas del municipio de Chigorodó. FOTO Juan
Antonio Sánchez
Urabá siempre fue y será la tierra de las disputas eternas.
Y en este terruño, rodeado de selvas y platanales, desde hace más de tres
décadas se ha librado una lucha a muerte por poseer el bien más preciado: la
tierra.
De esa guerra no se salvaron las antiguas generaciones, y
las nuevas, presencian los incipientes enfrentamientos entre campesinos,
hacendados, reclamantes de tierras y Ong, los cuales han emprendido una carrera
para acceder o retener las parcelas.
Los últimos hechos en el Urabá antioqueño han generado
rencillas, incluso, entre los que se consideraban compadres, reclamantes y
poseedores de fincas. El escenario es claro: Los empresarios dueños de tierras
aseguran que los campesinos invadieron las fincas compradas de buena fe, los
labriegos insisten en que retornaron voluntariamente porque los procesos de
restitución son lentos y no hay una respuesta, y el Gobierno enfatiza en que
quien debe definir el verdadero dueño de los predios es un juez de restitución de
tierras. Además, las autoridades dicen estar maniatadas ante acciones que no
son claras para reclamantes y propietarios.
La restitución de tierras en Urabá es compleja. La Unidad de
Restitución de Tierras reporta que en esa subregión hay 5.912 solicitudes de
reclamantes de predios, pero hasta febrero de 2015, solo se fallaron 25
sentencias que engloban 952 hectáreas para la restitución. Además, en siete
años, asesinaron en Colombia 67 reclamantes de tierras, de estos, 18 fueron en
Antioquia.
Para los habitantes de Urabá, los nuevos enfrentamientos son
una “bomba” que cuando estalle, cobrará sus primeros muertos en el norte de
esta zona; y luego, la muerte campeará en otros municipios, como lo hizo hace
tres décadas, cuando la guerra por los predios llenó de balas y terror a Urabá.
El Colombiano presenta un panorama de la situación de la restitución en la
tierra que muchos campesinos abandonaron para dejar en el olvido, el dolor
causado por la guerra y el despojo.
PROTAGONISTAS
Gobierno
En Urabá, el Gobierno nacional hace presencia con una
oficina de restitución de tierras (URT) en Apartadó. Esta oficina regional es
al encargada de los trámites para la reclamación de las parcelas.
Fuerzas del estado
La seguridad de Urabá es garantizada por un comando de Policía
ubicado en Carepa y por la Brigada XVII del Ejército. Ambas instituciones
combaten los grupos ilegales.
Empresarios
Algunos empresarios ganaderos y bananeros son propietarios
de predios que son reclamados por campesinos. Algunas de esas fincas fueron
ocupados por los labriegos sin orden de un juez.
Ong
Tierra y Vida y Forjando Futuros, son Ong que asesoran a los
reclamantes. Son señaladas por los empresarios como incitadoras para que los
campesinos vayan a los predios.
Campesinos
Los campesinos reclaman sus tierras y aseguran que fueron
despojados a la fuerza. Algunos dicen que regresaron porque están cansados de
esperar la restitución.
Minorias
Las comunidades negras y los indígenas también han resultado
afectados por el despojo. Sus territorios fueron usados para proyectos
productivos de los paramilitares.
Grupos ilegales
Las Farc, el Epl hace 25 años, los grupos paramilitares, y
ahora las bandas criminales, han afectado la población civil con sus acciones
armadas en Urabá antioqueño.
LENTITUD EN PROCESOS AVIVA EL CONFLICTO POR LA PROPIEDAD
En el Urabá antioqueño, la ocupación de predios por
campesinos reclamantes sin una orden de un juez, se ha convertido desde el 2010
en uno de los focos de atención de las autoridades que ven como campesinos y
actuales dueños de los predios se enfrentan por la tierra.
Estas disputas han generado agresiones, amenazas y
señalamientos de las dos partes en conflicto. Según los propietarios, los
“invasores les matan los animales, dañan las fincas, afectan los cultivos”,
pero los campesinos aducen “amenazas, hombres armados patrullando, afectación a
cultivos y daños en animales y ranchos construidos en predios”. La situación se
torna aún más compleja, porque tanto reclamantes como afectados, indican que
sus denuncias no han sido escuchadas por las autoridades. Ante este panorama,
el comandante de la Policía de Urabá, coronel Raúl Riaño, indica que sí se han
presentado esas vías de hecho por algunos campesinos, pero cuando se han dado,
los agentes han actuado. Sin embargo, dice el coronel, “no podemos llegar a un
predio invadido con personas y sacarlas, como nos lo han pedido los
propietarios. La ley no nos faculta para esto. Igual con los campesinos, nos
han pedido un acompañamiento para volver, pero no podemos hacerlo”.
A la situación de las ocupaciones de las fincas, se suman
las pocas sentencias para la restitución en Urabá. De las 5.912 solicitudes de
reclamantes, solo han sido falladas 25. En el último informe de la Procuraduría
sobre la restitución (marzo 2014), se indica que a partir del análisis de los
fallos, los jueces de restitución de tierras tardan en promedio 5 meses y 24
días para emitir la sentencia, desde la admisión de la demanda a la fecha del
fallo. El presidente Juan Manuel Santos ha insistido en lo lento del proceso de
restitución. “Me preocupa, por ejemplo, que en Urabá los jueces van muy lento.
Es hora ya de definir, tomar decisiones, fallar, con entereza, con valentía,
decirles a los campesinos que fueron despojados: ‘aquí está su tierra’, para
que el Estado pueda ir detrás con proyectos productivos, y a esos campesinos
devolverles una vida digna”. Si bien, el coronel Riaño aduce seguridad para la
restitución, las acciones de las Farc y las bandas criminales intimidan a los
habitantes de Urabá. En el país, las acciones violentas de los grupos ilegales
causaron el desplazamiento en el 2013 de 17.189 personas de zonas priorizadas
para la restitución, como lo registra la Unidad para la Atención y Reparación
Integral a las Víctimas (UARIV).
LAS VOCES DE LOS PROTAGONISTAS
RICARDO SABOGAL, DIRECTOR DE URT
CNEL RAÚL RIAÑO, CTE POLICÍA URABÁ
SERGIO RAMÍREZ, PROPIETARIO PREDIOS
JULIO ENRIQUE PETRO, RECLAMANTE
JAVIER ALEXÁNDER
MACÍAS Contactar
Amo el periodismo, y más si se hace a pie. Me encantan los
perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado de la Universidad
de Antioquia. Tomado de el colombiano
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