A pesar que el Estado
boliviano reconoció los derechos de los niños y adolescentes en la Constitución
Política del Estado y en el Código Niña, Niño y Adolescente; las políticas
públicas para su cumplimiento son incipientes en salud, educación y Niños aún
son un sector olvidado
Por Karen Carrillo - Niñez y salud, un desafío permanente -
Ramiro Moncada
Niñez y salud, un desafío permanente
En Bolivia existen más de 4 millones de niños y adolescentes
que representan el 44 por ciento de la población del país, según el Censo de
Población y Vivienda de 2012. A pesar de su importancia poblacional continúa
siendo un sector vulnerable por múltiples factores. Entre ellos, la falta de
políticas que garanticen el cumplimiento de los lineamientos establecidos en la
Constitución Política del Estado y el nuevo Código Niña, Niño y Adolescente. “Nos
hace falta implementar esa legislación en la vida diaria de la población, que
tiene que ver con las políticas públicas para el desarrollo y la formulación de
planes y proyectos, y la formación de servicios para que llegue efectivamente a
la gente”, aseveró la directora nacional de la Dirección de Niñas y Niños Internacional
(DNI), Nancy Tames. El Foro Permanente de Desarrollo Humano y Social,
conformado en 2013 por asambleístas departamentales miembros de las comisiones
de Desarrollo Humano de los nueve departamentos, evidenció que las
gobernaciones del país tenían un presupuesto anual de 4 por ciento en las
Secretarías Departamentales de Desarrollo Humano frente a un 70 por ciento de
las Secretarías Departamentales de Obras y Servicios. “Bolivia tiene una
población joven y es importante apostar por la niñez porque ella construye la
sociedad y no podemos quedarnos a la expectativa de ver qué ocurre, sino que
tenemos que potenciar para que este sector sea el protagonista principal del
desarrollo”, pidió el asambleísta de la Comisión Tercera de Desarrollo Humano y
Políticas Sociales, Leocadio Mamani. Sugirió una planificación basada en el
desarrollo humano y no en obras. Entretanto, la secretaria de Desarrollo Humano
de la Gobernación, Sabina Cuéllar, afirmó que aún no se ven con “claridad
políticas públicas palpables en favor de la niñez” porque hace falta “hacer
entender a algunas autoridades” la necesidad de invertir y apostar en este
sector de la población para que el país “sea diferente”.
Salud Respecto a
la salud, la directora del hospital del niño Manuel Ascenso Villarroel, Rosalía
Sejas, informó que el Estado dispone de alrededor del 3 por ciento para la
implementación y mejora en salud a nivel general. Reconoció que Cochabamba
carece de una infraestructura adecuada para la infancia. En 2015, la inversión
para salud es de 6,2 por ciento del presupuesto nacional. En el pasado no
superaba el 1 por ciento. “Estamos trabajando como bomberos apagando incendios,
sólo estamos resolviendo los problemas graves. Pero lo que deberíamos hacer es
prevenir con el apoyo de todos los sectores de la sociedad”, dijo.
Este hospital de tercer nivel atiende alrededor de 180
consultas externas cada día y 350 casos de emergencia durante toda la semana.
Sin embargo, no cuenta con varias especialidades: otorrino, oftalmólogo, imaginología,
ortodoncia, psicología, cardiología y psiquiatría. Desde hace varios años el
porcentaje de mortalidad neonatal se mantiene sin ningún cambio como una de las
principales causas de muerte de los menores de cero años, indicó la responsable
de la subunidad de Niño, Niña y Adolescente de la Promoción de la Salud del
Servicio Departamental de Salud (Sedes), Elizabeth Severiche. “Los bebés están
naciendo prematuros porque muchas mujeres no acceden a un control prenatal y
otras llegan al momento del parto”, informó Severiche. A ello se suma que aún
existen los partos domiciliarios y los embarazos no planificados en
adolescentes. El 18 por ciento de las adolescentes de entre 15 y 18 años han
sido madres en Bolivia, según un informe del Fondo de Población de las Naciones
Unidas (Unfpa), difundido en 2014.
Educación El
director de la Dirección Departamental de Educación (DDE), Jorge Ponce, aseguró
que la educación atraviesa por un proceso de cambio en la currícula, planes y
programas bajo el modelo socio comunitario educativo y productivo para
descolonizar la enseñanza. La DDE informó que en la gestión 2014 se
matricularon 54.572 niños en el nivel inicial y el abandono fue de 802
estudiantes. “En los dos años de estudio de nivel inicial la educación está
bien y no tenemos reprobados”, explicó Ponce. En tanto que en el nivel primario
se registraron 257.661 estudiantes inscritos, el índice de abandono llegó al
1,3 por ciento correspondiente al 3.334 estudiantes que dejaron de estudiar. El
100 por ciento aprobó. “El acceso a la educación estimula a que la cobertura
escolar esté por encima del 97,5 por ciento considerando la educación inicial,
primaria y secundaria”, añadió el encargado de la DDE.
Legislación La
Asamblea Departamental aprobó cinco leyes: Declaratoria “Día de la Familia”;
“Cochabamba promotora de la cultura del Buen Trato a Niñas, Niños y
Adolescentes”; Ley que regula el funcionamiento de los hogares para la atención
integral; Ley de Prevención y Atención a las Víctimas de Violencia Sexual;
Distinciones Elizardo Pérez y Avelino Siñani explicó Mamani. Sin embargo, a la
fecha no existe un reglamento para su cumplimiento, lamentó. También está
pendiente la construcción de un centro multimodal para los niños y adolescentes
en situación de calle.
Historia 1 El
fin: ahorrar para una "bici" Trabajo de lustrabotas "Quiero
ahorrarme para mi bici de 250 bolivianos, cuadratrack y mi casa", fueron
las palabras que usó René, un niño de seis años de constitución delgada y con
la ropa remendada, que desde el miércoles pasado comenzó a trabajar como
lustrabotas alrededor de la plaza 14 de Septiembre. Él despierta muy temprano
en la mañana para llegar a las 7:00 y trabajar hasta las 12:00 porque por la
tarde debe ir a pasar clases. Cursa cuarto básico en una escuela del centro de
la ciudad. Por lustrada ganó dos bolivianos y al día reconoce que lleva en el
bolsillo 20 bolivianos. Algunos días, cuando tiene dinero logra tomar el trufi,
pero en otros casos debe llegar caminando. Su madre trabaja como costurera en
el mercado y su padre vive en Santa Cruz. Ellos están separados. Tiene dos
hermanas: una de ellas estudia en la universidad y la otra tiene sólo seis
años. Vive junto a las mujeres de su casa en un cuarto en alquiler por el
templo San Carlos. René compró sus instrumentos de trabajo, la caja y asiento
de madera a 60 bolivianos, de un amigo que ya trabaja en el rubro. Aclaró que
la crema y escobilla tuvo que comprarlos aparte con 20 bolivianos que le dio su
mamá. A pesar de reconocer el peligro que corre, dijo que continuará
trabajando.
Historia 2
Apoya para que no falte el pan Ayuda a su familia "Si
yo no trabajo, a veces, no hay pan para el desayuno", dijo Mario, un niño
de 12 años que se gana unos pesitos lustrando zapatos. Trabaja desde sus ocho
años, cuando sus padres pensaron que ya era hora de que ayude en los ingresos
de la casa.
Mario es el mayor de cuatro hermanos. Se levanta a las seis
de la mañana para ayudar a su mamá en los quehaceres del hogar. Luego, después
de un desayuno rápido sale a trabajar desde las 7:30. Usualmente camina por las
calles del centro de la ciudad y con una tierna mirada pregunta a los que
pasan: "Se lo lustro". Muchas personas pasan de largo, pero otras
acceden.
"Es bien difícil ser lustrabotas. Mucha gente ya no
quiere que se lustre sus zapatos y los que sí quieren a veces sólo me dan un
pesito y yo no les puedo decir nada, porque me riñen. Pero, también, hay otros
bien buenitos que hasta 20 bolivianos me regalan". Cuando llega a su casa
al mediodía le entrega casi todo lo que gana a su mamá. Usualmente se queda con
cinco bolivianos para ir al colegio. Mario explicó que a veces sus maestros le
llaman la atención porque sus manos están negras del betún y no se limpian
fácilmente. Su alegría está en que su mamá le dice que ayuda a que no falte el
pan en casa.
Historia 3
Seis años que cambiaron su vida No tener miedo a seguir “Aquí
a Villa Pagador se le dice zona roja porque creen que todos somos ladrones y
drogadictos, pero nunca saben que nos hemos organizado. Aquí no hay seguridad
porque en la posta no hay ningún policía. Mi plan es que pueda existir
seguridad aquí”, expresó Neil Adam Román Martínez, ya casi listo para ir al
colegio. Desde los cinco años Neil fue parte de las brigadas de formación con
las que trabaja la Defensa de la Niña y Niño Internacional (DNI), que le
ayudaron a no tener miedo y hablar frente a los demás. “Hacer algo por los
demás es una de sus mayores virtudes”, indicó, a tiempo de reconocer que seis
años de formación lograron que su vida cambie porque comenzó a participar más y
sin temor en la familia, con los amigos y la escuela. “A veces fallé, pero
igual seguí”, dijo. Pensando un poco y con el conocimiento que tiene sobre sus
derechos y obligaciones y el de las autoridades de Gobierno, no duda en
aseverar que aún no son tomados en cuenta dentro las políticas del Estado. “Nos
toman en cuenta sólo para hacer campaña”, lamentó y pidió que la educación no
falte en los niños y niñas. Neil cursa el cuarto de secundaria en el colegio
San Francisco II de la zona de Villa Pagador.
Historia 4
Para no ser igual a los demás Un liderazgo formado
Maritz Alegre Martínez (22) es estudiante de la carrera de
Ciencias Políticas en la Universidad Mayor de San Simón. Decidió profundizar
esta área social desde 2008 cuando por primera vez fue representante del centro
estudiantil del Colegio 9 de Marzo, donde aprendió a "hacer política"
y decidió complementarla con la teoría. “Lo que me motivó a ser del Centro de
Estudiantes fue cuando pedí la revocatoria porque la dirigente no accionaba
nada. En ese entonces yo no era líder”, recordó Alegre a tiempo de indicar que
“el cargo no te hace a ti, sino tú al cargo”. Posteriormente, ella ingresó al
grupo de Brigadistas que forma la Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI)
desde hace varios años. En 2010 el nombre cambió a Asamblea de Organizaciones
de Niñas, Niños y Adolescentes del Distrito 14 de Villa Pagador (Aonnajo). La joven
se sintió motivada a formarse como líder para no ser igual que los políticos
que no cumplen con su palabra. “Hay que buscar espacios de participación para
la niñez y alimentar lo que seremos para el futuro”, recomendó como parte de su
formación como ciudadana líder desde los 15 años, que le ayudó a conocer sus
derechos y hacer que los respeten. Tomado de los tiempos de Bolivia
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