La Antártida también se derrite El sur de la península antártica, hasta ahora estable, se
deshiela de forma acelerada El calentamiento global hace que nieve más en la Antártida MIGUEL
ÁNGEL CRIADO
Muchos de los glaciares antárticos están siendo socavados
por la acción del agua más cálida del mar. / ALBA MARTIN- Desde que en 1979 los primeros satélites artificiales
pusieran sus ojos en ella, la Antártida nunca fue tan grande. Según la NASA, en
diciembre de 2013, el hielo marino que rodea el continente antártico alcanzó su
mayor extensión. Sin embargo, también nunca como ahora, se está derritiendo a
un ritmo tan acelerado. Por primera vez desde el fin de la última glaciación,
la Antártida pierde más hielo del que gana. De nuevo, ya sea en forma de cambio
climático o deterioro de la capa de ozono, la acción humana está detrás. La
ciencia tiene tan claro que el Ártico se deshiela como que la Tierra gira
alrededor del Sol. Con la Antártida no existe el mismo consenso científico. Por
cada estudio sobre un glaciar que se resquebraja, hay otro que destaca la
acumulación de nueva nieve en la meseta antártica. Y es que todo en la
Antártida es grande, también el debate científico. Con una extensión casi 28
veces la de España, la Antártida acumula entre el 80% y el 90% del agua dulce
que hay en el planeta. La altura media de la capa de hielo es de unos 2.500
metros, aunque hay zonas de casi 5.000. Si se derritiera de repente, el nivel
del mar ascendería decenas de metros. Pero la Antártida no es tan uniforme e
inmutable como puede parecer en la distancia. El cambio climático y el
deterioro de la capa de ozono están afectando de forma diferente a unas zonas y
otras del continente. Mientras en lugares de la costa oeste, los glaciares que
mueren en el Mar de Amundsen están adelgazando, en el este, el hielo avanza y
se eleva. A comienzos de siglo, el balance neto entre pérdidas y ganancias
tendía a ser cero, pero en el último lustro el equilibrio se está rompiendo a
favor del deshielo en zonas hasta ahora estables. La zona estudiada pierde
60.000 millones de toneladas de hielo al año desde 2009
"Los cambios en la elevación aquí están siendo muy
repentinos", dice la investigadora de la Universidad de Bristol, Alba
Martín-Español. Empeñada en estudiar la dinámica de la capa de hielo antártica,
Martín-Español y sus colegas de la universidad británica han encontrado un
nuevo lugar por donde el hielo se está derritiendo. Al sur de la península
antártica, una especie de apéndice que rompe la línea circular del continente,
una decena de glaciares están de retirada a lo largo de 750 kilómetros de
costa. Aunque la zona se encuentra en la parte occidental de la Antártida,
"era una de las más estables", añade la científica española. Con los
datos de altimetría ofrecidos por una sucesión de satélites desde comienzos de
siglo, los investigadores pudieron comprobar que la elevación de los hielos de
esta zona se mantuvo estable hasta 2009, pero desde entonces no ha dejado de reducirse.
Según publican en Science esta semana, la región pierde unos 60 kilómetros
cúbicos de hielo al año. En agua líquida, serían unos 60 billones de litros.
Hay glaciares que se han retirado hasta 30 metros en la última década. La
animación muestra la pérdida de hielo por la acción del agua en la base de los
glaciares. /WOUTERS ET AL.
"Estos cambios no se deben a un aumento en las
temperaturas, sino a una alteración en la dinámica de los glaciares",
aclara Martín-Español. Aquí, el impacto del calentamiento global aunque real es
indirecto. No se trata de que la zona sufra una repentina subida de la
temperatura, sino del azote del océano. Buena parte del área analizada, frente
al Mar de Bellingshausen, se encuentra debajo del nivel del mar, retirado por
la presión de los glaciares. Sin embargo, "los vientos circumpolares se
están acelerando, elevando las corrientes submarinas más cálidas",
recuerda la investigadora española. Esta agua más caliente está derritiendo los
glaciares por abajo. La pérdida de hielo es enorme, unos 60.000 millones de
toneladas al año desde 2010. Pero aún está lejos de los 110.000 millones
anuales que pierden los glaciares del Mar de Amundsen. Si se les restan las
alrededor de 70 gigatoneladas que gana la zona occidental de la Antártida, el
balance es de una pérdida neta de hielo. Y eso que no hay datos globales de
todo el continente, objetivo en el que está enfrascada Martín-Español y otros
científicos con el proyecto RATES. Las cifras aún están lejos del deshielo en el Ártico donde,
soloGroenlandia está perdiendo 243.000 millones de toneladas. Pero lo que más
preocupa a los científicos no es la cantidad, sino la tendencia acelerada de
los últimos años. Es como si se hubiera alcanzado un punto crítico en el que el
sistema antártico no aguantara más y se hubiera desestabilizado. El panorama
aún podría ser peor. Aunque no está del todo claro porqué la parte occidental
de la Antártida, la mayor de las dos, sigue acumulando hielo nuevo. La misma
circulación oceánica que debilita los glaciares del oeste, parece proteger a
los del este. En su circulación de oeste a este, las aguas cálidas se enfrían y
vuelven a estratos inferiores del océano. Pero su situación puede ser temporal.
En marzo pasado, expertos alemanes en modelos climáticos, mostraron como el
calentamiento global estaba llevando más humedad al interior del
continenteantártico. Esto hace que nieve más y la capa de hielo se eleve. Pero
tiene un efecto colateral: acelera el movimiento de los glaciares hacia unas
aguas cada vez más cálidas. El resto de la historia ya se sabe: a más deshielo,
mayor elevación del nivel del mar.
MEDIO AMBIENTE El
calentamiento global hace que nieve más en la Antártida
El aumento de la humedad provoca mayores nevadas en el Polo
Sur pero acelera el deshielo y la elevación del nivel del mar, según un estudio
El hielo de Groenlandia se desvanece
Lee este estudio en 'Nature' a través de EL PAÍS
MIGUEL ÁNGEL CRIADO 20 MAR 2015 - 17:21 CET El calentamiento global está alterando el
equilibrio climático de la Antártida provocando mayores nevadas pero acelerando
el deshielo. / LIAM QUINN/ A mayor temperatura, más nieve en la Antártida. Esa
es una de las paradojas del calentamiento global. Según un estudio, hay una
segunda paradoja relacionada: la cantidad extra de hielo acelera el deshielo
del casquete antártico, lo que eleva el nivel del mar. Así de complejo y
delicado es el equilibrio que está alterando el cambio climático. Con todo el
hielo que acumula, la Antártida es el continente más seco del planeta. De una
extensión casi 28 veces mayor que la de España, allí solo nieva en las zonas
costeras. En las elevadas mesetas del interior, el frío es tal que congela
hasta la humedad impidiendo las precipitaciones. Sin embargo, el calentamiento
global estaría llevando la nieve cada vez más adentro del casquete polar. La
alteración del tradicional equilibrio de una masa de hielo tan gigantesca
podría afectar a todo el planeta. Climatólogos europeos y estadounidenses han
buceado en la historia climática de la Antártida escrita en el hielo. Aunque
hay datos de temperatura y precipitaciones del último siglo, las variaciones
interanuales hacen muy complicado hacer proyecciones sobre el futuro antártico
solo con información del presente. Por eso, los científicos se fueron 20.000
años atrás, cuando empezaba el fin de la última gran glaciación. Tal y como
explican en Nature Climate Change, durante los siguientes milenios, los hielos
se fueron retirando de grandes zonas del planeta, hecho que, entre otras cosas,
ayudó a la expansión de los humanos gracias a un clima global más benigno. Los
investigadores analizaron la información de seis bloques de hielo extraídos de
otros tantos puntos de la Antártida. Tres proceden del interior de la gran
meseta antártica, otros dos de zonas costeras y un sexto de la Antártida
Occidental. Comprobaron que hay una relación entre el calentamiento producido
tras la glaciación y el aumento de la acumulación de nieve. Sobre esa
información, corrieron varios modelos climáticos para hacer previsiones que se
pudieran aplicar a todo el casquete polar y su evolución futura. Por cada grado
de calentamiento regional, la nieve caída aumenta en un 5%", dicen los
investigadores
"Por cada grado de calentamiento regional, la nieve
caída aumenta en un 5%", dice la investigadora delInstituto para la
Investigación del Impacto Climático de Postdam(Alemania) y principal autora del
estudio, Katja Frieler. La lógica de este incremento de las nevadas es simple:
la elevación de las temperaturas hace que se evapore más agua de los océanos
que rodean la Antártida y el extra de humedad provoca más precipitaciones
cuando la circulación atmosférica lleva ese aire cálido y húmedo hacia el
interior del casquete. Aunque las precipitaciones serán más copiosas y
frecuentes en las zonas costeras, los modelos muestran que, en términos
relativos, el aumento será mayor en el interior antártico. En la enorme meseta,
la nieve caída no supera hoy la media anual de 50 milímetros al año. En
principio, esta aparente paradoja de un calentamiento que genera más nevadas,
ayudaría a contrarrestar uno de los fenómenos que más preocupan a los
científicos: el aumento del nivel del mar por el deshielo. En la otra punta del
planeta, en el Ártico, todo parece más sencillo. El cambio climático está
provocando un acelerado deshielo de las zonas árticas, Groenlandia incluida.
Eso acabará por elevar el nivel del mar en todo el planeta. En principio, la mayor
acumulación de nieve en la Antártida podría compensar al menos en parte este
peligro, al retirar de los océanos el agua deshelada en el norte. Sin embargo,
la cosa no es tan sencilla. Aquí está la segunda paradoja: más hielo puede
suponer mayor deshielo. Aunque el objetivo del estudio era estudiar cuánta
nieve podría ganar la masa antártica por el calentamiento, Frieler explica su
particular dinámica. "El deshielo provocado por un aire más cálido es allí
un problema menor. Hace mucho más frío que en Groenlandia e incluso en el
escenario de un calentamiento debido a las emisiones de efecto invernadero, se
calcula que la aportación del deshielo superficial a la pérdida global de hielo
de la Antártida será pequeña al menos hasta final de siglo". Pero añade:
"un mayor problema es el llamado deshielo basal por la acción del océano
sobre la línea de tierra, la transición entre el hielo terrestre y el hielo
flotante, que es el mayor vector de la dinámica de descarga de hielo antártico
en el mar". La acumulación de nieve impulsa la llegada del hielo al mar
acelerando el deshielo y elevando su nivel
Es una simple cuestión de física. El hielo no es tan
estático como aparenta. Como el agua, discurre desde las zonas elevadas a las
más bajas por medio de los glaciares. Estos ríos helados llevarían el excedente
provocado por las nevadas hasta la costa y allí, el mar, más cálido, hará el
resto del trabajo. "La acumulación de nieve sobre el hielo pesa y empuja,
cuanto más alto esté el hielo, mayor presión", explica la investigadora
del Instituto de Física de la Universidad de Postdam y coautora del estudio,
Ricarda Winnkelman. "Como las nevadas adicionales elevan la capa de hielo
de la zona terrestre del continente antártico pero menos en la capa helada
flotante, el hielo fluye más rápidamente hacia el océano, contribuyendo a la
subida del nivel del mar", añade. De hecho, en otra investigación
realizada por investigadores delImperial College de Londres y publicada también
esta semana, se mostraba como el glaciar Totten, uno de los mayores de la
Antártida, está acelerando su velocidad por el deshielo en la cabecera. Los
investigadores estiman que, por sí solo, el Totten podría elevar el nivel del
mar hasta 3,5 metros. "La elevación podría tardar varios siglos en
completarse pero el proceso ya ha comenzado y probablemente sea
irreversible", sostenía en una nota el director del Instituto Grantham del
Imperial College y coautor del trabajo, Martin Siegert. El caso del Totten es
similar al de otros glaciares, como se ha comprobado ya en Groenlandia. El agua
del mar los va socavando por abajo, acelerando la descarga del hielo. Así que
la doble paradoja no es tal para la ciencia. El calentamiento puede provocar
mayores nevadas y estas impulsar la llegada del hielo hasta el mar donde el
deshielo se aceleraría. Según estimaciones de los investigadores del instituto
de Postdam, hagan lo que hagan los humanos para frenar el cambio climático, el
nivel del mar se elevará hasta 23 centímetros en este siglo y eso en el
escenario más optimista. En la Antártida hay hielo como para que los océanos se
eleven varias decenas de metros, como ya ocurrió en el Plioceno, hace unos tres
millones de años. Con esa altura, se inundarían todas las zonas costeras del
planeta. TOMADO DE ENVIO POR RED FOROBA DE CALAMUCHITA DESPIERTA
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