Tubos fluorescentes:
por qué son peligrosos Por Ariel Espinoza
Están en cada edificio, casa o lugar público. Son frágiles pero a la vez
peligrosos, ¿por qué? Pues por el vidrio y el polvo de mercurio que llevan
dentro; estos juntos o separados pueden causar problemas en la salud humana.
Hablemos de
los fluorescentes.
Lo recomendable es no quebrarlos para evitar inhalar el
polvillo de mercurio. / Gentileza, Rubén Figueredo En todas las casa, oficinas,
parques o plazas hay fluorescentes y focos de bajo consumo instalados,
principalmente por esa característica: “el bajo consumo de electricidad”. La cantidad
es incalculable. Sin embargo, en este contexto también vemos diariamente por
las calles cientos de estos elementos tirados, quebrados y los vidrios
esparcidos. Sobre todo esto hablamos con Rubén Figueredo, quien es
ambientalista investigador y presidente fundador de la Fundación Itá Enramada,
una organización sin fines de lucro creada hace 20 años en la que se hace el
proceso de recolección y administración de la “basura tecnológica”, como el
propio Figueredo manifestó. Figueredo señaló: “Nosotros hicimos una
investigación y es incalculable la cantidad de fluorescentes que están en
funcionamiento y nadie hace nada; solamente tiran, rompen y eso tiene un
sustento científico que indica que no se debe romper”. Agregó que esta
situación se da porque “en nuestro país el principal problema es el
desconocimiento”. La peligrosidad radica en que dicho elemento contiene polvo
de mercurio (símbolo químico Hg), metal noble altamente tóxico para la salud
del ser humano, que cuando explota ese polvillo se esparce por el aire y al
inhalarse, este se interna en el organismo y como todo metal es difícil de que
sea despedido; además es acumulativo. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), el mercurio puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario,
el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos. Además está
presente en pilas, termómetros y barómetros, lámparas de cierto tipo, amalgamas
dentales, algunos
productos cosméticos y también farmacéuticos.
¿CUÁNDO ES DAÑINO? El
mercurio, una vez que haya sido liberado en el ambiente, puede mezclarse con
ciertas bacterias que en el proceso pueden transformarlo en metilmercurio. Este
elemento a su vez se fija en ciertos organismos que hay en el entorno, lo que
se denomina “bioacumulación”, por lo general los peces son los más expuestos
están. El ser humano puede estar expuesto también al mercurio en cualquiera de
sus formas – elemental o metálico; inorgánico -en exposición por ciertos
trabajos- y orgánico -vía alimentaria-; dependiendo de estas se ve el grado de
toxicidad, pero las maneras más comunes de exposición es por la comida y la
inhalación. Los factores determinantes de la toxicidad son la forma en la cual
se encuentre el elemento y con el que esté en contacto la persona; además de la
dosis, la edad del ser humano y periodo de desarrollo, el tiempo al que estuvo
expuesto y la vía. Se manejan dos grupos vulnerables: el primero incluye a los
fetos que si tienen una exposición intrauterina al metilmercurio pueden afectarles
en la parte cognitiva, lenguaje y aptitudes motoras; el otro grupo incluye a
las personas que se exponen sistemáticamente al elemento, por citar un ejemplo
los pescadores. Todo esto, según la OMS. Volviendo al caso de los fluorescentes
o focos de bajo consumo, debido a que “no se ve el polvo cuando se rompe,
cuando se cae y se rompe un fluorescente, la recomendación es retirarse del
lugar donde se rompió por lo menos 20 minutos” para de esta forma evitar la
inhalación del elemento químico, comentó.
EL RECICLAJE En ese sentido, destacó Figueredo: “Lo
recomendable es reciclar los fluorescentes”. Comentó que “hace 10 años una
empresa privada trajo una máquina que puede reciclar gran cantidad de
fluorescentes por hora, que está tirada y parada. No se pudo llegar a un
acuerdo con la Municipalidad para procesar”. Esta máquina -según explicó el
presidente de la fundación- “absorbe el fluorescente, adentro hace la
separación del metal (aluminio), el mercurio y el vidrio para convertirlos en
materia prima reutilizable que después se vuelve a vender”.
“La recolección de basura selectiva debería ser una de las
prioridades por parte de la Municipalidad” porque el aire que respiramos es de
todos, no solo de unos cuantos, subrayó Rubén Figueredo. Además se puede
agravar la situación cuando el químico llega a tocar el agua, pues el mismo se
evapora con el líquido y cae nuevamente con las lluvias. Así también Figueredo
comentó que actualmente la organización ya cuenta con licencia de la Secretaría
del Ambiente (Seam) para poder proceder a la cogida de pilas, fluorescentes y
demás elementos tóxicos para su disposición final. TOMADO DE ABC DE PARAGUAY
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