Fallece un párroco por dengue hemorrágico
El Padre Tarsicio murió en junio pasado
La vida de José Manuel Gotay, mejor conocido como Padre Tarsicio María,
se apagó sin mucho estruendo cuando un mosquito Aedes Aegypti lo contagió con
dengue hemorrágico.
El también párroco de la iglesia Santa Teresita, en Santurce, falleció
a causa del virus el pasado 20 de junio, según lo confirman allegados del
religioso.
Aunque su muerte ocurrió hace poco más de cuatro meses, su deceso no
está registrado en las estadísticas del Departamento de Salud, lo que ha
consternado a sus familiares. De las seis muertes por dengue confirmadas en lo
que va de año (y otra séptima bajo investigación) ninguna coincide con las
características del religioso. Esto crea preocupación sobre las estadísticas
recopiladas, las cuales, además de atrasadas, aparentan no incluir el cuadro
completo de contagio de este año.
Los sacerdotes Luis Miranda y Jorge Betancourt contaron que Padre
Tarsicio comenzó a sentirse mal el 14 de junio, le dio fiebre alta y tenía el
estómago indispuesto. Para tratar esto último, ingirió un medicamento antiácido
a base de aspirina, que empeoró su estado de salud.
Días después, unos análisis de laboratorio confirmaron que tenía dengue
y por sus plaquetas -12,000- tuvo que ser hospitalizado.
“Por su cuadro de salud, con diabetes y alta presión, no lo pudo
resistir. Además, después de sufrir de un infarto se fue en hemorragia y
murió”, dijo Miranda, quien recalcó que el certificado de defunción del
religioso indica que murió de dengue hemorrágico.
“Fue un hombre de Dios, muy eclesiástico, disciplinado, muy sincero.
Con genio, pero un corazón grande, le gustaba ayudar mucho”, sostuvo Miranda.
Según informó Betancourt, Santurce está plagado de mosquitos, por lo
cual los sacerdotes carmelitas, que también dirigen la Academia Santa Teresita,
han optado por fumigar los predios de la escuela y la iglesia.
Pero Padre Tarsicio no ha sido el único contagiado con dengue.
Alejandrina Jiménez, la cocinera de los religiosos, también se contagió en
noviembre del año pasado.
“Duré dos semanas sin venir a trabajar. Tenía las plaquetas bien
bajitas y me iban a hospitalizar, pero el médico decidió mejor monitorearme
todos los días desde mi casa. Doy fe que tomando un licuado de pimiento rojo
con guayaba las plaquetas me subieron a millón. De tanto que tomé, ahora ni
puedo ver la guayaba”, dijo Jiménez, mejor conocida como Nana, quien comentó
que en la Parada 16 1/2, donde vive, pululan los mosquitos por doquier.
“Le dio un dengue tan fuerte (a Padre Tarsicio) que se fue rápido y
otro compañero mío Policía también murió de dengue para esas fechas”, dijo
Pedro Maysonet, un Policía retirado que está a cargo de la seguridad del
colegio, quien comentó que el policía fallecido estaba destacado en la Calle
Loíza, donde ubica la iglesia y el plantel.
Según informó Ana Rita Castro, principal del plantel, unos tres
estudiantes han resultado contagiados con dengue, al igual que un empleado de
la escuela que se enfermó en julio.
“Se le ha solicitado al municipio (de San Juan) que fumiguen y han
venido una o dos veces, por la tardecita. Además, nosotros estamos pendientes
de que no haya agua empozada ni en los techos ni en los alrededores”, dijo.
Para el licenciado Orlando Gotay, primo del Padre Tarsicio, a raíz de
la muerte del religioso se ha enterado de los atrasos que imperan en las
pruebas diagnósticas del dengue, así como de la falta de estrategias
epidemiológicas para lidiar con el problema.
“Salud parece que está apagando “fuegos” y dando bandazos por todos
lados… y así, nunca llegarán a controlar el problema”, lamentó.
Tomado de nuevo día de Puerto Rico
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