En Tierra del Fuego
se levantó la primera casa hecha con basura y autosustentable
El arquitecto Michael Reynolds y 50 voluntarios fabricaron
una vivienda en Ushuaia con neumáticos, botellas, restos de lavarropas y latas
de gaseosa; las Nave Tierra, como se las denomina, son autosustentables
Por Mauricio Giambartolomei
Mike Reynolds, el arquitecto estadounidense, junto al proyecto de la
Nave Tierra, en pleno proceso de construcción. Foto: LA NACION / Mauricio
Giambartolomei
Cincuenta personas de diferentes países van y vienen entre
neumáticos, latas de gaseosa, lavarropas viejos y botellas. Los hombres están
barbudos; las mujeres llevan el pelo atado, ajado por la tierra. El terreno
árido contrasta con la imagen del fondo: un frondoso bosque que se pierde en la
cordillera de puntas nevadas. Por ahí anda el arquitecto Michael Reynolds,
melenudo, con chaleco y gorro de paja ancho. Parece un cazador de cocodrilos de
los que aparecen en los documentales de NatGeo, pero lejos está de los pantanos
de su Estados Unidos natal. Se encuentra en la otra punta del globo, en
Ushuaia, en el Fin del Mundo, donde se construyó la primer
Nave Tierra de
Sudamérica.
Las Earth Ships, su término en inglés, son casas fabricadas
con basura reciclada y están pensadas para funcionar en forma sustentable. El
principal material son neumáticos rellenos de tierra que le dan forman a las
paredes. Es un sistema que permite utilizar la masa termal interior para
mantener una temperatura confortable. Las casas cuentan con sistemas de reutilización
integral de agua y de tratamientos cloacales. Mike y su compañía, Earthship
Biotecture of Taos, viajan por distintos lugares del mundo para construirlas y
así continuar lo que inició en 1978 junto a su familia en Nueva México donde
comenzó la construcción de un poblado con la marca Reynolds que luego se
convirtió en una comunidad.
"Son estructuras basadas en la bioarquitectura porque
acompaña los fenómenos naturales del planeta", explica Mike. Desde el 6 de
enero, y hasta los primeros días de febrero, el estadounidense y ocho
integrantes de su equipo estuvieron en Tierra del Fuego. Allí llegaron por
intermedio del municipio de Ushuaia y a través de la cantante Elena Roger y el
actor Mariano Torre -ambos integrantes de la ONG Grupo Naturaleza Aplicada a la
Tecnología-. Allí, además de darle forma a la Nave Tierra bautizada como
Tol-Haru, que funcionará como un centro de exposiciones, Reynolds realizó una
academia teórica y práctica con 50 alumnos de todo el mundo que fueron
seleccionados por el arquitecto. El grupo recibió una capacitación intensiva
sobre la metodología y la técnica de este concepto ecológico para profundizar
el desarrollo de la construcción autosustentable. Entre los asistentes
estuvieron dos jóvenes Qom argentinos que intentarán replicar el modelo dentro
de su comunidad.
Las cálidas
habitaciones de las Earth Ship que se construyen alrededor del mundo. Foto:
LA NACION / Gentileza fundación
Michael ReynoldsFoto 2 de 17
"No tengo misiones que cumplir, no pretendo ser Al Gore
o salvar el mundo", dice Reynolds que construyó más de 2000 Earthships en
varios países. En la mayoría de los casos son prototipos, pero las casas
también fueron fabricadas en sitios sacudidos por tragedias climáticas como
Haití, Islas Andamán (India) o Nueva México; o con graves crisis habitacionales
como Sierra Leona. El punto en común es que todas las Nave Tierra son
autosuficientes en un 80%; contienen invernaderos que proveen todo tipo de
frutas y verduras y un complejo sistema de filtrado de agua. "El reto se
ha convertido en un asunto de vida o muerte: combatir el
cambio
climático", apunta Reynolds.
Para la fabricación de Tol-Haru el programa Ushuaia Recicla
aportó 330 neumáticos, 3000 latas de aluminio, 5000 botellas de plástico y 3000
de vidrio. Como todas las Earth Ships tiene su propio sistema de ventilación y
está diseñada para potenciar los recursos naturales disponibles. Por ejemplo,
las ventanas dispuestas de cara al sol asimilan mejor la luz y el calor. La
construcción, en forma de herradura, maximiza la iluminación natural. Los
densos muros interiores, de neumáticos rellenos de tierra, proporcionan una
masa termal que regula y aisla la temperatura cálida interior o fría exterior.
Los muros interiores fueron fabricados de una estructura de latas unidas con
estuco.
Tanto ésta como todas las Naves Tierra tienen capacidad de
producir su propia electricidad a través de energía fotovoltaica y eólica que
se almacena en baterías. Así las casas pueden contar con varias fuentes de
energía, incluyendo la red de Internet.
"Queremos que nuestra casa sea una Nave Tierra, que sea
autosustentable", dijo Elena Roger durante la presentación del proyecto.
Por la estética, ciertas comodidades que no posee y los costos similares a una
vivienda de materiales convencionales, es poco probable que las Nave Tierra
sean consideradas como la solución al problema habitacional que existe en
algunas ciudades del país. Pero sí es factible que los sistemas aplicados en
ellas se utilicen como alternativa para resguardar el medio ambiente
El aprovechamiento del agua de lluvia y las aguas grises son
principios básicos de estas construcciones. Los desechos orgánicos del inodoro
reciben un tratamiento a través de un sistema de filtros y el agua es
reutilizada en los invernaderos donde las plantas ornamentales y comestibles
reciben todas las necesidades de nutrientes, humedad y calor. Ocurre lo mismo
con el agua utilizada en la ducha. La lluvia y la nieve se depositan en
cisternas y luego de ser depurada se utiliza para consumo personal.
USHUAIA VERDE
"Pretendemos que este proyecto sea un monumento al
futuro, a la continuidad del compromiso que ha asumido nuestra ciudad. Hoy
tenemos la posibilidad de dar un mensaje esperanzador a un planeta que
realmente lo necesita", contó Federico Sciurano, el intendente de Ushuaia,
durante la presentación del proyecto Reynolds. La ciudad, más allá de la
construcción de la Earth Ship, mantiene un fiel compromiso en el cuidado del
medio ambiente con la aplicación de diferentes políticas. Entre los más
destacables se encuentran:
Compromiso de Bruselas: acuerdo formal y unilateral, entre
Bruselas y Ushuaia, de reducir las emisiones de Dióxido de Carbono mediante la
preparación y puesta en práctica de planes de acción de energía sostenible.
Prohibición de bolsas de plástico: desde diciembre de 2011
están prohibidas las bolsas de plástico en toda la ciudad. Los comercios no
entregan bolsas a sus clientes.
Mantenimiento del bosque nativo: campañas contra la tala de
bosques nativos con penas para quienes se encuentren en falta.
Ushuaia Recicla: la ciudad cuenta con contenedores
distribuidos en todos los barrios. A través del reciclado de materiales se
evita que gran cantidad de desechos ingresen al relleno sanitario. TOMADO DE LA
NACION DE AR
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