LA BIOTECNOLOGÍA
PROTAGONISTA DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA DEL PLANETA
El desafío es muy grande, empero la ciencia está bien
encaminada para dar respuestas, potenciados por los adelantos evidenciados por
la biotecnología, la que ya tiene un historial fecundo en éxitos y un futuro
más propicio aún.
Por: Aldo Norberto Bonaveri
Con respecto a 40 años atrás, la producción de granos en el
mundo ha crecido alrededor del 110%, ello significa un incremento superior al
nivel demográfico de la población universal. Dicha evolución se sustenta en
base a una serie de factores concurrentes: La aparición contante de nuevas
variedades, la multiplicación de la superficie cubierta con riego y la
triplicación de uso de fertilizantes; ese combo unido a la aplicación de
innovaciones tecnológicas en diferentes áreas dieron lugar a la Revolución
Verde.
No obstante tan destacada performance, el stock de
excedentes no refleja tal progreso; la explicación está dada en el aumento
considerable de la demanda per cápita, la que se viene intensificando
sucesivamente, especialmente desde el advenimiento del nuevo milenio, producto
de la mejor calidad de vida que están experimentando los países del Asía
Pacifico, propulsados básicamente por el crecimiento operado en China e India,
las dos más densamente pobladas, advirtiéndose un comportamiento semejante en
la región. La misma otrora subalimentada, no sólo requiere más cantidad, sino
que también exige superior calidad, fundamento substancial en la revalorización
de los productos agropecuarios.
Las estimaciones en la materia están indicando que para el
2050 el planeta podría rondar en 9.500 millones de habitantes, lo que sumado a
la tendencia antes explicada, nos está proyectando para entonces un aumento del
70% en la demanda de cereales y oleaginosos (estimaciones consensuadas en
2010); situación que además de la industrialización de los mismos, se debe
considerar la creciente utilización para la elaboración de piensos para engorde
de ganado, habida cuenta que el acrecentamiento del consumo de carnes también
está pronosticado.
El contexto nos está revelando que la superficie de tierras
disponibles para incorporar a la agricultura es limitada; al respecto sólo se
advierte algún potencial en África y América del Sur, razón por la cual los
próximos incrementos en la producción de alimentos primordialmente deberán
proceder de extensiones en uso, lo que habla a las claras de será menester
optimizar la productividad de esos suelos.
De cualquier evaluación del cuadro de situación, no se puede
soslayar que la mayoría de los 900 millones de personas hambrientas del planeta
viven en tierras marginales y, dependen de la agricultura para su subsistencia.
Correspondiendo señalar que las almas más expuestas a incertidumbre
alimentaria, moran en zonas rurales de más alto riesgo, enfrentándose con
frecuentes escenarios de sequías, suelos degradados, u otras contingencias
desfavorables. En consecuencia para el grueso de ellas, la seguridad
alimentaria dependerá exclusivamente del aumento de los rendimientos y los
ingresos.
Inexorablemente las soluciones llegarán a través de la
ciencia, que para cumplir su cometido requiere de cuantiosas inversiones; al
mismo tiempo de poner énfasis en la preservación de los recursos para
amplificar la productividad y disminuir los riesgos en las tierras marginales.
Si bien determinadas dificultades que se generan en estos ambientes son de
compleja solución, nuevas tecnologías específicas están apuntadas a morigerar
su problemática.
Sin duda el desafío es muy grande, empero la ciencia está
bien encaminada para dar respuestas, tal como lo vienen demostrando los
resultados antes mencionados, potenciados por los adelantos evidenciados por la
biotecnología, la que ya tiene un historial fecundo en éxitos y un futuro más
propicio aún.
Desde la aparición de los cultivos transgénicos ha sido posible
aumentar la producción de alimentos, sólo basta mencionar que añadió a la
producción global 120 millones de toneladas de soja y 210 millones de toneladas
de maíz.
Simultáneamente ha repercutido en una reducción de uso de
agroquímicos por tonelada producida. Pese a campañas difamatorias que a la
postre desinforman, los cultivos resistentes a glifosato, significaron una
reducción en la cantidad total aplicada de herbicidas de mayor toxicidad y, por
ende de más impacto ambiental. Por otra parte, la resistencia a determinados
insectos, conlleva a disminuir la cantidad de pesticidas, lográndose un control
específico y selectivo.
Así mismo la implantación de organismos genéticamente
modificados, acompañados por la siembra directa, redunda en efectuar menos
labranzas, reduciendo así la cantidad de combustibles a utilizar, logrando
paralelamente un mayor aprovechamiento de la humedad del suelo.
La adopción de la biotecnología ha operado positivamente en
la economía de los países que la implementan. En el caso específico de
Argentina, se estima un beneficio bruto acumulado en 16 años que supera los
76.000 millones de dólares, favoreciendo directamente a agricultores, el Estado
Nacional y a las empresas proveedoras de eventos biotecnológicos, e
indirectamente a múltiples sectores que se desarrollan como consecuencia de
nuevas oportunidades.
El proceso no se detiene, para esta campaña en Argentina ya
está disponible la nueva generación de soja RR2, con tres eventos
biotecnológicos apilados, con doble resistencia al glifosato y a insectos
lepidópteros. Correspondiendo mencionar que en diciembre de 2013, la Comisión
Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria “CONABIA” aprobó la “soja
DAS-444O6-6”, resistente a los agroquímicos glifosato, glufosinato de amonio y
2-4-D.
Según los programas avanzados, en nuestro país hay en
cartera para futuras aprobaciones: cuatro maíces, dos sojas más y 1 algodón,
sin descartar que se agregue una variedad de caña de azúcar, que está
desarrollando El INTA es su estación experimental de Obispo Colombres.
Con diferentes características y la inclusión de otras especies
ensayadas, en el mundo existe actualmente un número significativo de proyectos
que serán realidad en corto plazo. Al respecto se está trabajando en tolerancia
a sequía, calor, salinidad, inundaciones, frío y heladas, resistencia de amplio
espectro en insectos, hongos, virus y bacterias, etc.
El mundo aboga por la seguridad alimentaria, la
biotecnología está llamada a ejercer el rol protagónico para lograrla. tomado de envió de pregón agropecuario de ar
Nota: parecería que
hay una obligación de los que tenemos posibilidades, todavía , de plantar
vegetales para alimentarnos de sacar nuestros excedentes de producción para
enviar a los que ya destruyeron sus ecosistemas
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