Las ciudades que quieren crecer bajo tierra
Australia, Singapur, México, China y Finlandia, entre otros
países, están construyendo edificios subterráneos con oficinas y viviendas Por Kieran Nash | BBC
Mundo Bernadette Roberts en su casa subterránea de Coober Pedy, en Australia.
Foto: BBC En muchos sentidos, la casa de tres habitaciones de
Bernadette Roberts es como cualquier otra. "Salón, comedor, cocina, con
todas las comodidades modernas. Es como una casa normal". Solo que no lo
es: Roberts vive bajo tierra. Es residente de Coober Pedy, un pequeño pueblo
846 kilómetros al norte de Adelaida, en el sur de Australia. El pueblo es conocido por dos cosas: sus minas de ópalo y
sus "búnkeres", casas subterráneas excavadas en la roca, que albergan
al 80% de la población del pueblo. Coober Pedy es un lugar inhóspito, donde las
temperaturas pueden alcanzar los 50 grados centígrados. Hace un siglo los
mineros se dieron cuenta de que era mucho más fresco vivir bajo tierra, y los
residentes han vivido así desde entonces. Roberts dice que "un buen
día", cuando las temperaturas fuera oscilan entre los 30 y los 40 grados,
la temperatura en su casa está en 23 o 25 grados. "Es como entrar en una
habitación con aire acondicionado", dice. Con dos tercios de la población
mundial viviendo en ciudades en 2050, se espera que el terreno urbano se
convierta en un recurso cada vez más limitado. CUANDO NO HAY ESPACIO... Singapur
es uno de los países más abarrotados del planeta. Sus habitantes, casi 5,5
millones, viven apretados en una ciudad estado de solo 710 kilómetros
cuadrados. "Para Singapur, la principal razón para construir bajo tierra es
solventar la escasez de terreno", dice Zhou Yingxin, del Centro asociado
de investigación sobre espacio urbano subterráneo de Singapur, una organización
no gubernamental de expertos que diseñan y analizan los espacios subterráneos
de las ciudades. Diseño para la ciudad
subterránea de la Ciencia en Singapur. Foto: JTC Corporation
Un proyecto que está sobre la mesa en la actualidad es el de
la Ciudad de la Ciencia Subterránea. Diseñada para albergar 300.000 metros
cuadrados de instalaciones dedicadas a la investigación y el desarrollo, entre
los 30 y los 80 metros debajo de la superficie, la ciudad apoyará a las
industrias biomédica y bioquímica, entre otras. Si se completa, se estima que
allí trabajarán unas 4200 personas. "RASCASUELOS"
En otros casos, el terreno es escaso debido a limitaciones de protección del
patrimonio cultural. En Ciudad de México, por ejemplo, hay estrictas
limitaciones en el centro histórico. Es por ello que el estudio de arquitectura
BNKR ha diseñado una enorme pirámide invertida de 300 metros de profundidad,
denominada "Rascasuelos". El fundador y director de BNKR, Esteban
Suarez, espera que el Rascasuelos inspire a una
nueva "especie" de
edificios. En China, la demanda de vivienda asequible en Pekín está forzando a
la gente a mudarse bajo tierra en condiciones menos glamorosas. Annette Kim,
directora del Laboratorio de Análisis Espacial de la Universidad del Sur de
California, pasó casi un año en la capital china, entre 2013 y 2014, estudiando
las condiciones de quienes viven en las viviendas subterráneas: una mezcla de
refugios antiaéreos y sótanos reconvertidos en pequeñas unidades dormitorio. "El
rango en las condiciones de las viviendas es amplio", dice Kim. "Me
imaginaba una miseria terrible, y hay algunos sitios terribles, pero lo
sorprendente es que también vi lugares muy agradables, en relación a los
estándares de Pekín". El estudio de
arquitectura BNKR ha diseñado una enorme pirámide invertida de 300 metros de
profundidad, denominada Rascasuelos.
MILLONES BAJO TIERRA ¿Cuánta gente vive bajo tierra en
Pekín? Kim dice que las estimaciones oficiales varían entre los 150.000 y los
dos millones. "Diría que un millón. Es bastante increíble", dice Kim.
Kim cree que dos factores han propiciado esta situación: el enorme boom de la
construcción en China, que ha creado una mayor oferta de espacio subterráneo
disponible, y la escasez de viviendas a precios asequibles. La temperatura es
también un factor en Helsinki, Finlandia, donde las autoridades han construido
nueve millones de metros cúbicos de instalaciones por debajo de la ciudad:
tiendas, una pista para correr, una pista de hielo y una piscina. La diseñadora
principal del proyecto subterráneo de la ciudad, Eija Kivilaakso, dice que las
condiciones bajo tierra son más favorables que en la superficie, sobre todo en
invierno, cuando las temperaturas pueden bajar hasta los -20 grados
centígrados. "Con el tiempo de Helsinki, es agradable trabajar o tomar
café bajo tierra. No tenemos que salir bajo la lluvia o el frío". MIEDOS
OSCUROS Pero, ¿estamos dispuestos a pasar largos períodos de tiempo en
edificios subterráneos? "La mente humana está naturalmente predispuesta a
temer los espacios subterráneos, a los que asocia con ambientes oscuros,
pequeños, cavernosos y con el peligro de ser enterrado vivo", dice Suárez.
Para un pequeño porcentaje de personas, el solo pensamiento de estar bajo
tierra en un espacio cerrado puede ser terrorífico. Gunnar D Jenssen, que
investiga la psicología bajo tierra y el diseño de espacios para la
organización de investigación escandinava SINTEF, ha descubierto que cerca del
3% de las personas son muy claustrofóbicas. Pero hay formas de contrarrestar
sus miedos. "Si le das a estas personas algo que les hace percibir que
tienen control sobre la situación, aceptan estar en ella. Esa es la clave.
Transferir esto a la arquitectura, al diseño, es la línea de trabajo que
estamos siguiendo". "Las cosas básicas que debes tener es aire
limpio, tienes que tener el espacio, tiene que ser espacioso y percibirse como
espacioso. Puedes usar ilusiones, pero lo mejor es que sea realmente espacioso
y tenga buena iluminación". Lawrence Palinkas, de la Universidad de
California del Sur, dice que la falta de luz del sol puede provocar problemas
para dormir y alterar las funciones hormonales y del comportamiento, lo que
puede causar distintas enfermedades crónicas. Pero "la coordinación y la
exposición rutinaria a una luz radiante que puede emular las propiedades de la
luz del sol puede permitir a las personas vivir bajo tierra durante largos
periodos". Así que, técnicamente, podemos vivir bajo tierra. ¿Pero lo haremos?
Annette Kim, habiendo visto de primera mano los efectos de la demanda de
vivienda de Pekín, cree que quizás sí. "Si seguimos viviendo esta rápida
urbanización y la gente quiere ir a las grandes ciudades, vamos a tener que
hacerlo, sí". Kim dice que también depende de cómo se utiliza el espacio.
"Mucha gente va allí a dormir por la noche. No es un dulce hogar para
pasar tiempo en él. La gente utiliza los espacios públicos en la superficie
para recibir luz del sol y aire". Tomado de la nación de ar NOTA : seria más conveniente desarrollar programas
de planificación familiar y llevar la población a una meseta de la curva de
crecimiento
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