Aunque con
dificultades, hay buenas perspectivas de aumentar exportación de cítricos a
Estados Unidos El
sector citrícola tiene
buenas perspectivas de aumentar la exportación a Estados Unidos, donde se
consiguen mejores precios que en los devaluados mercados de Rusia, Europa y
Brasil. Sin embargo hay algunas sombras, como la necesaria reconversión de las
variedades de naranjas y mandarinas, ya que los estadounidenses no consumen las
mismas frutas que hasta ahora exportamos a los demás mercados. También se está
atento a la aparición de una nueva enfermedad de las plantas, el HLB, que hace
recordar al ya inexistente cancro cítrico.
Sobre estos temas dialogó con EL TELEGRAFO Carlos Fraschini,
director de Azucitrus y presidente de la Unión de Productores y Exportadores de
frutas del Uruguay (Upefruy), quien sobre la situación de este sector de la
producción primaria dijo que “la citricultura ha pasado algunos años
complicados desde la helada de 2002, cuando demoró un par de años en recuperar
su nivel de producción y venimos arrastrando una situación que hace que las
empresas estén cerca del límite, y esto se agrava en una zafra como ésta, que
es bastante demandante y hay que poner toda la maquinaria en funcionamiento”.
Sin embargo, entiende que “en contrapartida estamos
avanzando y creciendo en el mercado de Estados Unidos, que nos da un retorno
superior a otros como Europa, Rusia y Brasil, que además son países o regiones
que han tenido devaluaciones y esto hace que el retorno no sea todo lo bueno
que desearíamos. Por lo tanto la alternativa de Estados Unidos es buena, aunque
no es que entramos a Estados Unidos y se acaban todos los problemas, es un
mercado muy exigente y tenemos que ir entendiendo las necesidades de los
clientes paso a paso. Pero el país casi que va a duplicar el volumen de
exportación de un año al otro, aunque obviamente no se va a mantener porque la
demanda en Estados Unidos está orientada a ciertas variedades especiales que no
es todo lo que Uruguay produce”. HAY UNA LUZ
Fraschini dijo que “combinando los envíos que estamos
haciendo a Europa y Rusia con los de Estados Unidos podemos intentar tener
promedios de venta, y eso podrá llevar un tiempo hasta reflejarse en un mejor
estado financiero de las empresas. La citricultura viene de una situación
compleja pero tiene una luz en el horizonte”.
“Por otro lado, estamos trabajando con el gobierno,
básicamente con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, para
desarrollar los objetivos estratégicos que nos propusimos hace cinco años, y el
Ministerio hizo contactos con el BID y el Banco República y se crearon líneas
de crédito para la reconversión varietal que ayude a los productores a
prepararse para las demandas del mercado estadounidense”, explicó, agregando
que “esto ya está operativo y se están presentando proyectos en el banco,
orientado básicamente a medianas y pequeñas empresas, y están descartadas las
empresas más grandes del sector”.
“En definitiva la planificación estratégica determinó que la
capacidad de acceder a mercados internacionales hoy está centrada en un trabajo
conjunto de las empresas grandes, como el grupo nuestro, Urudor o Caputto en
Salto”, dijo.
Uruguay tiene unas 17.000 hectáreas plantadas con citrus, de
las cuales unas 5.000 están en Paysandú y unas 8.000 en Salto, con alrededor de
4.000 en el sur del país. AYUDA DEL CLIMA
El principal de Azucitrus dijo que “venimos arrancando la
zafra con un clima que ayuda, a pesar que estaba muy seco y eso complica a
otros rubros, pero la citricultura de exportación, en un porcentaje bastante
elevado, está bajo riego. Y el tiempo seco nos ayuda para poder cosechar”. No
obstante, aclaró que “recién estamos empezando la zafra, son los primeros días
de mayo y nuestro fuerte es de junio a setiembre”.
En cuanto a la reconversión de las variadades cítricas y el
tiempo que les llevará a los productores, dijo que “desde que hay que conseguir
el material adecuado en un buen vivero, lleva un par de años tener la planta
pronta para llevarla al campo y luego esperar los resultados. Y el proceso de
reconversión no puede ser muy drástico porque no se puede desaparecer las
variedades que tenemos hoy, ya que son las que hacen la caja del día a día.
Pero en general, promedialmente en la citricultura las variedades que demanda
Estados Unidos son un poco más de la mitad de las que hay. Vamos a tener que ir
trabajando progresivamente en los próximos cinco años en reconvertir la otra
mitad de plantas que quedan. Se puede ir readecuando, pero lleva su tiempo”. NO
TODOS IGUALES La realidad del sector citrícola no es la misma para todos los
productores. Según Fraschini, “si hablamos de los productores que no tienen
riego, la están pasando mal porque lo que ha llovido ya desapareció. Las
empresas que tienen alguna dificultad financiera al arranque de la zafra pueden
tener problemas en algún momento de atrasarse en el pago de la quincena, esas
son cosas esperables en el comienzo de la zafra”.
Sin embargo, para los productores hay “una luz en el
horizonte y una perspectiva interesante de crecer en Estados Unidos, haciendo
todas las cosas que hay que hacer”. Entre esas cosas, hay algunas que los
productores han conseguido, como por ejemplo “acordamos con (la empresa
naviera) Hamburg Sud una línea directa que empezó la semana pasada entre Montevideo
y Filadelfia (EE.UU.), bajando los días de transporte para que la fruta llegue
mejor al mercado de Estados Unidos. También estamos trabajando desde el puerto
de Paysandú y la semana pasada ya salieron contenedores para cargar en los
barcos con destino a Europa y Estados Unidos”.
Agregó que “estamos haciendo esfuerzos, trabajando con el
gobierno para sortear amenazas, como puede ser la enfermedad tan fuerte como el
HLB (Huanglongbing, una enfermedad que deforma la fruta) también conocida como
Greening, y se está teniendo cuidado y cambiando los sistemas de generar
plantas con viveros a campo, yendo bajo techo o bajo mallas. Eso genera sus
problemas. Pero no hay más remedio que caminar en esta dirección, porque cuando
se planta un árbol y se espera cinco años para que produzca por 30 años más, es
importante que sea el material más adecuado”. En cuanto a la calidad de las
plantas y la genética de los cítricos en Uruguay, Carlos Fraschini reconoció
que “hay un trabajo del INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria)
Salto Grande, que tiene la capacidad de hacer procesos de limpieza de material,
trabajan en la búsqueda de variedades que se adapten a estas condiciones de
producción, pero todo eso lleva su tiempo”. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE URUGUAY
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