Francia, el hombre que apuntaló la independencia del Paraguay
Gaspar Rodríguez de Francia eliminó toda disidencia para fomentar sus
ambiciones políticas. Foto: Archivo.
La figura de José Gaspar Rodríguez de Francia siempre estuvo
rodeada de resistencia y antipatía. Pero fue un protagonista imperfecto de la historia
de nuestro país; desde el inicio de su mandato, ejerció el poder con mucha
autoridad y sus medidas de gobierno sirvieron para consolidar a la flamante
nación, que era amenazada por los países vecinos.
Por Jhojhanni Fiorini | José Gaspar Rodríguez de Francia fue
supremo dictador del país durante 26 años (1814-1840). Con su fuerte e inusual
personalidad, con puño de hierro ayudó a forjar la nación paraguaya, que se
había emancipado del yugo español en 1811. Para hablar sobre este prócer de la
Patria, que tiene igual cantidad de adeptos como detractores, consultamos al
doctor Horacio Galeano Perrone, abogado y máster en Ciencias Políticas, sobre
la figura y la vida del polémico dictador. "En la hora de la independencia
era el hombre mejor preparado en el Paraguay, graduado en la Universidad de
Córdoba, a los 22 años, doctor en Teología (único título que existía), después
de una brillante trayectoria. Era un hombre austero, intelectualmente
reluciente. Era el mayor de todos los próceres, ya que al momento de la
revolución de mayo tenía 45 años, cuando el promedio de vida era de 53
años". De ésta manera presenta Galeano al doctor Francia. Uno de los
padres de nuestra independencia fue hijo de un capitán de artillería de origen
brasileño y de una aristócrata asuncena. Nació en Asunción el 6 de enero de
1766. Estudió en el Colegio de Nuestra Señora de Montserrat, en Córdoba
(Argentina), donde se graduó de bachiller, licenciado y maestro de Filosofía,
Cánones y Sagrada Teología. De vuelta a Asunción (1785), dictó cátedras en el
Real Colegio y Seminario de San Carlos, pero en el año 1792 abandonó la
docencia para dedicarse a la abogacía. La
visión de Francia Galeano afirma que el prócer tenía una visión clara del
mundo, sabía perfectamente cómo se había producido la Revolución Francesa, los
hechos que desembocaron en la Revolución Norteamericana, los conflictos que
había en América Latina e incluso predecía los procesos independentistas que
iban a ocurrir en la región. "Tenía una noción clara y práctica de la
política, no era un improvisado", asegura Galeano Perrone. Desde 1808,
Francia ocupó varios cargos en el Cabildo asunceno. Fue designado diputado del
Río de la Plata ante las Cortes de Cádiz (cargo éste que no llegó a desempeñar)
y se convirtió en uno de los principales dirigentes del movimiento
independentista, siendo considerado el ideólogo del proceso emancipador por su
acérrima defensa del principio de soberanía. "Era un teórico que conjugaba
perfectamente lo pragmático, sabía que si el Paraguay quería ser un estado
libre y soberano, tenía que aislarse solamente", enfatiza Galeano. Asegura
que de no ser así el país iba terminar en el caos, la anarquía y siendo parte
de Buenos Aires o Brasil. Padre del
"Francismo" El doctor Francia valoraba el modelo democrático del
filósofo franco-helvético Jean-Jacques Rousseau, así como el del estadista
estadounidense Benjamin Franklin, pero las difíciles condiciones internas y
externas del país impidieron que pudiera desarrollar un modelo más democrático.
En algunos aspectos fue un visionario, más comprendido por los sectores
populares y las clases medias que por los sectores privilegiados. En este
sentido, para Galeano el doctor Francia fue también un gran pensador, "a
nivel de América Latina, y de Paraguay no hay nadie como él". Era un
lector de Rousseau, de quien tomó la inspiración para crear su propia doctrina
o pensamiento, el "francismo", dice Galeano. En este punto, recalca
que el pensamiento del doctor Francia no se parece al de nadie más. Las relaciones internacionales Bajo su
gobierno, el país se volvió prácticamente autosuficiente, pues el contacto con
el exterior estaba muy limitado, salvo un modesto comercio con Brasil a través
de Itapúa. Francia intentó varias veces romper el cerco económico en que estaba
sumido Paraguay, pero no fue posible dada la porfiada actitud de los gobiernos
vecinos de no querer reconocer la independencia. Con respecto a la xenofobia
que supuestamente promovía Francia en la época, Galeano asegura que este tenía
claro lo que iban a hacer (los porteños), y recalca que esto se confirmó
después de la Guerra del 70. Galeano recuerda que desde la época de la
independencia había un constante ataque hacia la paraguayidad de parte de los
gobiernos vecinos que buscaban acabar con la nación guaraní, que no estaba
solamente asentada en este territorio. "Hizo lo que la Patria requería y
lo que el momento histórico necesitaba", asegura Galeano Perrone. Conspiración y muerte En 1820-1821
estalló una conspiración dirigida por los líderes porteñistas, entre los que se
contaban destacadas figuras de la independencia nacional, como Fulgencio
Yegros. El movimiento perseguía asesinar a Francia para establecer un régimen
que aceptara la unión con Buenos Aires en calidad de provincia. Varios de los
conspiradores fueron fusilados un año más tarde. Durante la dictadura de
Francia, a algunos extranjeros considerados espías, se les impidió salir de
Paraguay. Según Galeano, después de la muerte de Francia, éste dejo un país
rico, sano, "un país brillante", y que si bien es cierto que el
Paraguay no tenía instituciones de educación superior, era porque Francia creía
que en ese momento no era necesaria una oligarquía de intelectuales. "Esta
etapa debía ser posterior" señala Galeano, al momento de hacer hincapié en
que Francia había dejado un país sin mendigos, sin analfabetos, con casi 400
estancias para los campesinos. El Paraguay pasaba por un momento de alta equidad,
y Francia sabía que su integración al mundo iba a significar un ataque a las
instituciones. Su legado En cuanto a
educación, hay claros testimonios de que mantuvo la educación primaria, técnica
y artística, especialmente la musical, solventando problemas de las escuelas y
pagando a los maestros. También tuvo una influencia modernizadora al fomentar
la agricultura y las pequeñas industrias locales, que se beneficiaron de la
ausencia de manufacturas foráneas. En el aspecto edilicio, durante su mandato
se modificó el trazado de las calles de Asunción, que empezó a tener las
características actuales. Francia murió el 20 de setiembre de 1840; su legado
material personal consistió en una colección de libros y 36.564 pesos de su
sueldo sin cobrar. Su principal herencia fue la autonomía política de la
nación, causa por la cual luchó toda su vida y por lo que es considerado el
líder de la revolución independentista. El modelo económico de Francia
desafiaba a todos los intereses oligárquicos y se basaba en la equidad para la
distribución de las riquezas, a tal punto que ni él era rico, señala Galeano.
"Era un hombre tremendamente austero y vivía humildemente", menciona.
Galeano manifiesta que Francia utilizó
su poder absoluto para el beneficio de los pobres, y la prueba era que él mismo
era el primer pobre. Por último Galeano afirma que sueña con que alguna vez un
gobierno reivindique ésta línea histórica del Paraguay, que reivindique los
principios de austeridad y de servicio a la patria del doctor Francia, que fue
interrumpida el 1 de marzo de 1870 en Cerro Corá. Tomado de ultima hora de Paraguay
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