El sector privado
recoge la basura tecnológica 187 En Reciclametal, los trabajadores colocan los
componentes internos de las computadoras en costales para clasificarlos. Foto:
Vicente costales/ Erika Guarachi y Diego Puente 16 de
May de 2015 20:52 En la basura electrónica existe oro y otros metales pesados
que cuando no son gestionados de una manera técnica resultan perjudiciales para
el ambiente y para el ser humano. Emprendedores no solo aportan al ecosistema
con el reciclaje de este tipo de residuos sino que encontraron, en su manejo,
una fuente de ingresos económicos. Pese a que el manejo de los residuos
sólidos está a cargo de las empresas metropolitanas de Aseo (Emaseo) y de
Gestión de Residuos Sólidos (Emgirs), estas no se encargan de la gestión de los
residuos electrónicos. El manejo se limita al trabajo de dos empresas privadas
y de una fundación. El año anterior recuperaron en total 1 050 toneladas. Las
dos empresas privadas, Reciclametal y Vertmonde, cuentan con una licencia
ambiental que les permite manipular los desechos electrónicos. Mientras que la
Fundación Hermano Miguel tiene una licencia que solo le permite recolectar y
acopiar la basura electrónica temporalmente. El reciclaje electrónico es una
actividad con potencial rédito económico, pues la mayoría de los desechos
pueden ser exportados o vendidos en el mercado nacional. Lisseth Mena, de
Reciclametal, dijo que en el 2014 recuperaron 400 toneladas de desechos
electrónicos. De esta cifra, entre el 30 y el 40% fue exportado, el 50% fue
vendido como chatarra ferrosa y el restante debió ser enviado a otro gestor, pues
no se lo puede usar. Jhoanna Rosales, de Vertmonde, coincidió que más del 90 %
de los componentes de un computador se puede reciclar. Entre los mercados
internacionales que consumen estos residuos están Francia, Estados Unidos,
Canadá y China. Lisseth Mena explicó que el precio de la chatarra en el mercado
nacional es cambiante, pero en general, fluctúa entre USD 150 y USD 180 la
tonelada. Para reciclar un computador se comienza con la separación de los
componentes electrónicos y de los plásticos. A los últimos se los compacta en
una máquina, luego se los coloca en pacas para su traslado al exterior. Los
componentes electrónicos en cambio son separados en costales de acuerdo con el
tipo y la calidad. Al relleno sanitario de El Inga, a 45 kilómetros de la ciudad,
llegan 1 800 toneladas de residuos sólidos diarios, entre ellos están
celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos que se mezclan con
la basura común. Ni el Ministerio del Ambiente (entidad que otorga actualmente
la licencia ambiental) ni el Municipio de Quito manejan cifras de la cantidad
de desechos electrónicos que se generan en la ciudad. La inadecuada disposición
de los residuos electrónicos empieza desde la recolección. Alejandro Calisto,
gerente de Emaseo, explicó que es frecuente encontrar este tipo de basura en
los contenedores y en el proceso de recolección a pie de vereda: “Como no
abrimos las fundas para ver, no se tiene cuantificado”. Un celular o una
computadoras contienen metales pesados, como cromo, cadmio, plomo, mercurio y
oro. Estos metales en un relleno sanitario son potencialmente tóxicos, pues al
estar en contacto con el agua lluvia y los lixiviados (agua con carga orgánica
en descomposición), se disuelven y pueden afectar. El impacto al ambiente es
mayor cuando los dispositivos electrónicos son arrojados en terrenos baldíos y
en quebradas, ya que el agua se puede contaminar con estos metales y, a la
larga, afectar a los animales y a las plantas. En cambio, la afectación a las
personas depende del grado de exposición a los desechos tecnológicos. Fabricio
González, profesor de genética de la Universidad Central, sostuvo que los
gestores ambientales (exminadores) pueden tener enfermedades en caso de que
manipulen los desechos electrónicos, de manera crónica, y sin medidas de
protección. Daniel Hidalgo, profesor en Ingeniería Ambiental de la UDLA, dijo
que deben crearse normativas para que se clasifique la basura electrónica
antes de que exista un aumento significativo de equipos electrónicos
desechados. Las empresas proveedoras de celulares deben recuperar el 10% de sus
importaciones anuales, de acuerdo con dos acuerdos ministeriales de la
Secretaría del Ambiente. En ese sentido, en el 2013 Movistar recuperó 112 000
celulares a escala nacional. Claro, en el 2014, recicló 100 000 unidades y la
Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) también ha tenido campañas
masivas para recolectar estos dispositivos. Luis Mayorga, gerente de la Emgirs,
comentó que analizan la posibilidad de crear un centro de acopio para la basura
electrónica que podría ser exportada, en grandes cantidades, a países que se
dediquen al reciclaje de los elementos peligrosos. La Secretaría del Ambiente,
además, dialogará con el Ministerio para tener acuerdos sobre este tema. Este
contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la
siguiente dirección:
http://www.elcomercio.com/actualidad/basuraelectronica-quito-desechos-recoleccion-reciclaje.html.
TOMADO DE EL COMERCIO DE ECUADOR
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