En 1698 los
sobrevivientes del terremoto pidieron que se reedificara a Ambato Los
propietarios de terrenos tuvieron que registrarse nuevamente, con las
escrituras en las manos. Pedro Reino Garcés,
historiador/cronista oficial de
Ambato Había ocurrido el terremoto en el centro andino de la Real Audiencia de
Quito, el 20 de junio de 1698. Ocho días después, los influyentes
sobrevivientes elevaron una petición a Quito. Solicitaron que se reedificara la
ciudad de Ambato y se volvieran a medir los terrenos que quedaban bajo la
definición de “composición de tierras”, ante lo cual enviaron a don Antonio de
Ron, que era Fiscal, para que emitiera un informe. Parece que el terremoto armó
un ‘desbaraje’ y desarmó hasta las lindes de los predios, por lo cual,
escritura en mano, los propietarios acudieron a registrarse nuevamente para que
el enviado tuviera argumentos en su trabajo. Según el documento, el alférez
Tomás de Suasti, que hizo las mediciones, “…dijo que en conformidad de lo
proveído y mandado por su merced fue los días 6, 8 y 9 de agosto de ese año a
las haciendas”. Y se presenta: “En la muy noble y muy leal ciudad de San
Francisco de Quito el 1 día de octubre de 1696 ante Don Antonio de Ron
caballero del orden de Santiago del Consejo de su Majestad su fiscal de la
Audiencia y cancillería Real que en esta corte reside y juez privativo del
beneficio, indulto y composición de tierras de su distrito”. Según esta
constancia, creo que Antonio de Ron no permaneció en los sitios del desastre,
sino pocos días, puesto que recorrer cosa de 3 provincias actuales, le habría
llevado más tiempo, y con toda seguridad no hubo las condiciones para la
permanencia de tan importante funcionario. La transcripción del documento, en
la traducción paleográfica, nos deja en algunas alternancias de cómo escribían
las palabras de lenguas aborígenes. Superada cierta inestabilidad por mi
cuenta, veamos algunos datos que nos ubican en una visión de los que fueron
propietarios, vecinos y pobladores de los años 1600 por estos lares. Se dice
que el alférez informó sobre su tarea en tierras que “…la Compañía de Jesús
tiene y posee en Patate y Guambahaló términos del pueblo de Patate jurisdicción
del asiento de Ambato…”. Cuando se menciona a un poblado que tiene mayor
importancia y se vincula dependencia a otros menores, se redacta como queda
entrecomillado. Esto quiere decir que antes del terremoto de 1698, Guambahaló
era dependiente de Patate, desde donde administraban sus haciendas con trapiche
los de la Compañía de Jesús. “Reconoció primero los linderos del dicho trapiche
y tierras de Patate que son por un lado (fol. 113v) tierras del general Don
Fernando Dávalos caballero del orden de Santiago que su mojón es una piedra
grande y por el otro lado tierras de Blas de Caravajal. Y por arriba tierras de
Doña Juana Rodríguez y salidas para el cerro que llaman Silacha y por abajo el
río grande de Patate y que habiendo medido con vara sellada de ley un cordel de
100 varas dio en dichas tierras las frentes y largos necesarios y regulada. La
cuenta halló tener 11 caballerías, 9 cuadras, 8.600 varas de área y que las
tierras de Guambahaló linden con una quebrada y
con tierras del licenciado Don Juan Domínguez y por arriba con tierras de Gabriel López y
camino que va para Guambahaló que atraviesa por medio de dicha hacienda y por
abajo con tierras de Francisco de Cáceres. Y que reconoció otro pedazo de
tierra que está inmediato al monte de la hacienda que linde con tierras de
indios que llaman Ladrillo y que regulada la cuenta halló tener 13 caballerías
y 14 cuadras”. Veamos otras remembranzas que se realiza de más escrituras
hechas con antelación al terremoto, según cuya guía se formará dicha
‘composición’ (Archivo Nacional-Biblioteca Espinoza Pólit). “… el colegio de la
Compañía de Jesús posee en términos del pueblo de Patate, dos huertas de
árboles frutales de castilla y un alfalfar y tierras de Guambahaló y estancia
de Sicalpa de las jurisdicciones de Ambato y Riobamba. Estas últimas dedicadas
para la fundación que se pretende del colegio de la villa de Riobamba que las
escrituras e instrumentos que el padre Pedro Muñoz de Ayala procurador general
del dicho colegio y su provincia presentó pertenecientes a ellas, que su primer
origen es la escritura de traspaso que en el asiento de Latacunga, en 11 de
diciembre del año pasado de 1631, ante Pme. Gómez Morillo escribano público se
celebró Juan Fernández Brito, digo Simón Arias de Valladolid y Doña Ana (fol.
114v) de Cárdenas Valenzuela su mujer a favor del dicho Juan Fernández Brito. De
tres cuadras de tierra en el valle de Patate que compraron a Benito Pallón que linde con el
cerro del (Ayto) Leyto y por abajo con tierras de Gaspar Conche y camino real
que va a los Baños y por los lados tierras de Agustín Llaquimana y Agustín
Pallán. Y asimismo otras dos cuadras inmediatas a las referidas, otro sitio con
cimientos para un trapiche, y Francisco Chaquinga y Don Agustín Hogapuzo suegro
y yerno por escritura en el obraje de Pilatos en 13 de junio del año de 1635. Ante
Miguel de Herrera escribano público, vendieron al dicho Juan Fernández Brito
dos pedazos de tierra en Patate que
lindan con otras de Juan Fernández Brito por 110 pesos. Y el dicho Juan
Fernández Brito y Juana Ruiz Adama su mujer por escritura en la villa de
Riobamba en 17 de octubre del año de 1639
ante Luis Gómez, escribano de su Majestad, vendieron al capitán
Francisco Abad 12 cuadras de tierra llamadas Utcupamba (Uzcupamba) en el valle
de Patate”. (O) tomado de el telégrafo de ecuador
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