Entrevista a la Licenciada en Ciencias Biológicas Laura
Wolfenson
“Nos cuesta pensar para qué o quién estamos haciendo
ciencia”
Laura Wolfenson es Licenciada en Ciencias Biológicas con
orientación en Genética y Evolución de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Desde hace varios años viene desarrollando su carrera como investigadora que
estudia poblaciones de animales en peligro de extinción. En la actualidad, se
desempeña en el Grupo de Genética y Ecología para la Conservación y la
Biodiversidad del Museo Argentino de Ciencias Naturales.
En diálogo con Universidad, Wolfenson explicó los avances de
su investigación destinada a conservar la población más austral del ciervo del
pantano que vive en el bajo delta del Paraná. La especie, que corre severos
riesgos de extinción y cuya caza está prohibida por ley, fue declarada
monumento natural en varias de las provincias que habita: Chaco, Entre Ríos,
Buenos Aires y Corrientes.
A su vez, la joven
científica hizo hincapié en la necesidad de profundizar y afianzar la relación
entre la ciencia y su entorno para que las investigaciones “realmente excedan a
la comunidad científica”.
¿De qué se trata tu
tesis doctoral y cómo la vinculás con la sociedad?
Mi tesis doctoral está enmarcada en un proyecto más grande
que se llama Proyecto Pantano. Tiene como fin diseñar un plan de manejo
integral para poder conservar la población más austral del ciervo del pantano,
que se encuentra en el bajo delta del Paraná y tiene grandes problemas de
conservación. Es un mamífero con un valor muy importante. Forma parte del
paisaje de este humedal y, por lo tanto, es una especie que históricamente ha
sido también parte de la cultura isleña. Familias de la zona recuerdan y
reivindican la sana interacción de estos animales con los habitantes de las
islas. Además, este animal podría estar cumpliendo un rol ecológico importante
en el funcionamiento de este humedal, que es uno de los más importantes del
mundo, el cual nos provee de indispensables servicios ambientales, por ejemplo,
proveernos de agua dulce y fertilizar la tierra. Por lo tanto, el ciervo del
pantano es invaluable desde el punto de vista natural y cultural. La mayor
amenaza que sufre hoy en día es la caza furtiva, pero también existen
conflictos asociados a la interacción del ciervo con la producción maderera,
principal actividad de la zona. Muchas veces a este animal se lo acusa de
arruinar parte de la producción -por mencionar un ejemplo: comiéndose las
plantas jóvenes- y entonces a veces -no
siempre- se lo persigue y se lo mata, o simplemente se lo echa de muchas áreas
que antes constituían parte de su hábitat natural. Proyecto Pantano intenta
buscar soluciones que permitan la existencia del ciervo en las plantaciones
forestales. Por ejemplo, estudiando la composición de su dieta y, a partir de
esto, poniendo plantas “distractivas” que el ciervo prefiera comer en vez de
los árboles que producen madera. En cuanto a la caza furtiva, tenemos un
trabajo fuerte de educación ambiental con las comunidades locales, sobre todo
con niños, para que se revalorice al animal como parte de nuestro patrimonio
natural y cultural, y de esta forma, lograr que haya un mayor compromiso en
denunciar la presencia de cazadores, se lo proteja de diversas maneras y se lo
reincorpore a la vida cotidiana del delta. Acá en la ciudad también hacemos
talleres con las escuelas para que los niños y maestros conozcan al ciervo y se
sensibilicen con las problemáticas de conservación de los animales en general.
¿Cuál considerás que
es el rol de la ciencia y la universidad pública en las sociedades actuales?
La universidad pública tiene la función de formar
profesionales que estén capacitados para resolver o proponer soluciones a
problemas actuales de la sociedad. Es decir, que los graduados no salgan de la
universidad solamente con un título en la mano que los habilite a ocupar un
puesto de trabajo, sino que además sean sensibles a las necesidades de la
sociedad en la que viven y puedan involucrarse siendo verdaderos actores de
cambio, y que, de alguna manera, funcionen como catalizadores de políticas de
Estado acordes. En Biología aprendemos a pensar muy críticamente pero
enmarcados en nuestro sistema de estudio, sin ser demasiado conscientes de la
relación que tiene lo que hacemos con nuestro entorno, qué rol social podría
llegar a tener nuestro estudio y cómo podemos hacer que nuestras
investigaciones realmente excedan a la comunidad científica // TOMADO DE PAGINA 12 DE AR
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