La violencia y la pobreza acorralan a hondureños Redacción y
Agencia EFE - Más de 4.000
centroamericanos peregrinan hacia EE.UU. para mejorar sus condiciones de vida.
La crisis económica se agravó por la corrupción. Honduras está atrapada por la
violencia. Así lo afirman sus habitantes, aquellos que huyen con lo poco que
tienen y se arriesgan a emprender un viaje hacia el norte: Estados Unidos. Se
trata de un segmento de los seis millones de pobres que viven en el país donde
hay una crisis económica perenne, causada por el narcotráfico y la corrupción.
Aunque desde 2016 ya no es la nación más peligrosa del mundo, Honduras todavía
continúa en el top de los 10 primeros: ocupa el noveno lugar de la lista. Las
cifras son recientes: tiene una tasa de homicidios de 43 por cada 100.000
habitantes. A pesar de que en 2017 consiguió reducir en un 26% los crímenes, el
año pasado fueron asesinadas 3.791 personas debido a las guerras entre las
pandillas, que luchan por controlar el tráfico de drogas y el territorio.
También registra que siete de cada diez hondureños viven en la pobreza, según
el Banco Mundial, lo que obliga a miles de personas a emigrar para buscar una
vida mejor, según explican expertos. El país es estratégico geográficamente, lo
que es una ventaja para el narcotráfico, señala el analista Milton Benítez,
quien dice que el sector se fortalece gracias al olvido estatal. “El abandono
de la institucionalidad la hizo conexa con un mercado de tráfico ilegal. Esto
se convirtió en un nicho de oportunidades para los excluidos del Estado y sus
instituciones”. Un ejemplo de ello es el municipio de Nueva Capital, cercano a
Tegucigalpa. Sus cinco vecindarios están controlados por las bandas criminales
y sus habitantes viven en una profunda pobreza, sin servicios públicos básicos
como agua, saneamiento ni electricidad. Honduras también se ubica en el puesto
135 de 180 países evaluados en sus niveles de corrupción. Transparencia
Internacional estima que esta causa deja sin recursos al Estado para realizar
la inversión pública. Como una muestra de querer combatir la corrupción, el
presidente Juan Orlando Hernández permitió en 2016 a la Organización de Estados
Americanos (OEA) la instalación de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e
Impunidad en Honduras (MACCIH). Ellos denunciaron la existencia de una red de
corrupción en el Congreso. El diputado opositor Jorge Cálix afirma que “la
situación es cada vez más precaria y que la población es quien paga esos
golpes, una población que al ver este contexto pierde las esperanzas, pierde
las ganas de permanecer en el país y decide salir”. Con él coincide la
socióloga Mirta Arias, quien destaca que “nunca se había visto una cantidad tan
exorbitante de gente que decidiera partir del país al mismo tiempo”. Una
primera caravana partió el 13 de octubre de la ciudad hondureña de San Pedro
Sula e ingresó a México seis días después desde Guatemala. Son alrededor de
4.000 personas, la mayoría de las cuales aún avanzan en grupos por el noroeste
de México hacia Tijuana. El analista Raúl Pineda cree que la caravana no tiene
“ninguna posibilidad” de ingresar a Estados Unidos, e instó al presidente
Hernández a buscar al “más alto nivel una solución” entre ambos gobiernos. Sin
embargo, los miles de migrantes siguen caminando hacia el norte con la
esperanza de mejorar su calidad de vida y empezar de nuevo en un país que
representa la salvación para muchos, a pesar de las políticas migratorias de
cero tolerancia que implementó el gobierno de Donald Trump. Exdiputado, acusado de ser “coyote” de migrantes
El gobierno hondureño señaló al exdiputado opositor Bartolo Fuentes, del
Partido Libertad y Refundación (Libre) del expresidente Manuel Zelaya,
derrocado en 2009, como el organizador de la oleada masiva. Afirman que tiene
motivaciones políticas. Según la canciller del país centroamericano, María
Aguero, “durante años Fuentes ha promovido movimientos migratorios irregulares,
bajo engaños y falsas promesas para los connacionales”. El gobierno insiste en
que Fuentes incluso facilitó autobuses para trasladar a más hondureños a
Guatemala, en donde fue arrestado y deportado a su país. La diputada del
oficialista Partido Nacional, Welsy Vásquez, acusa a Fuentes de ser un “coyote”
de migrantes y pide que lo investiguen. El exlegislador rechaza las acusaciones
y niega que haya encabezado la caravana. “Pienso que estas personas están
siendo engañadas porque nadie les ha dicho que en la frontera de Estados Unidos
hay tolerancia cero y no los van a dejar entrar. No hay asilo para los que
huyen de la pobreza y la violencia”, recordó Francisco Portillo, director
general de la Organización Hondureña Francisco Morazán, en Miami, Florida. (I)
tomado de el telégrafo de ecuador
Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL
TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección:
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/mundo/8/violencia-pobreza-honduras
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