lunes, 4 de febrero de 2019

BASURAL DE BUCARAMANGA


Bucaramanga
Al 31 de diciembre de 2018, el vaso Altair del relleno sanitario de Pradera, en Donmatías, había recibido 4’242.630 toneladas de residuos, de una capacidad total de 8’506.439. FOTO Robinson Sáenz
Eran  ocho días más los que tienen las autoridades locales de Bucaramanga para definir el plan de desmantelamiento del relleno sanitario El Carrasco y esta semana adicional le ha servido al relleno de La Pradera, en Donmatías, Antioquia, para continuar con los preparativos en caso de un incremento de basura proveniente de la capital del Santander.
Así, tras la orden de cierre de El Carrasco, cuyo plazo terminó ayer, la Anla obligó a los operadores del servicio a instalar dos mesas de trabajo que deberán sesionar hasta el próximo 7 de febrero y definir, a su término, el cronograma de cierre y los sitios elegidos para el traslado de los residuos.
Mientras tanto, en La Pradera ya se están realizando estudios (entre los que figuran simulaciones del tráfico en las vías internas y mediciones de la capacidad de plataformas de descargue) para garantizar que, de llegar los residuos desde Bucaramanga, la operación siga sin inconvenientes.
Jorge Lenin Urrego, gerente de Emvarias, indicó que es posible que los operadores de la zona tengan posibilidades de llevar residuos a otros municipios diferentes a Medellín y, en ese sentido, a la ciudad no estarían arribando 1.000 toneladas como estaba previsto, sino entre 600 0 700 diarias.
“Nosotros seguimos firmes y tranquilos. Estamos juiciosos preparándonos y esto no afectará la tarifa de los usuarios en Medellín, ni en Antioquia”, puntualizó.
El gerente añadió, además, que si bien les han solicitado cotizaciones del servicio, aún no han suscrito ningún contrato. Sin embargo, de concretarse el traslado de 600 o 700 toneladas diarias, esto podría representarle a La Pradera un ingreso aproximado de 23 millones de pesos diarios adicionales por los cobros de disposición final y tratamiento de lixiviados.
Operación peligrosa
Pero los riesgos son múltiples. Un choque en la vía o un derrumbe en el transporte de los residuos podría implicar, por ejemplo, algún derrame de estos lixiviados. Lenin Urrego mencionó otros líos: “es un reto grande para Bucaramanga. No son solo costos del transporte, sino que pueden tener problemas de disponiblidad de vehículos para atender sus rutas de frecuencia”.
Y la Ley obliga a La Pradera a prestar sus servicios en la atención de la contingencia, de ser necesario.
Así lo ratificó Bibiana Guerrero, superintendente delegada de Acueducto, Aseo y Alcantarillado de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, quien agregó que para que un relleno sanitario niegue la entrada a un prestador de recolección y transporte tiene que existir una justificación técnica que se lo impida.
“De no darse esas condiciones, no se puede negar la entrada. Pero tienen que tener claro cuántas toneladas se dispondrán y la capacidad del relleno”, indicó Guerrero.
La superintendente manifestó que El Carrasco seguirá recibiendo residuos con el fin de asegurar la estabilización de las celdas del relleno y que el 8 de febrero, cuando se levanten las mesas, las autoridades deben presentar un informe técnico estableciendo las fechas definitivas del cierre.
Llamados a medir impactos
A través de un oficio, Corantioquia solicitó a Emvarias que informara cuál sería el plan a seguir para atender la emergencia de El Carrasco.
En respuesta a Corantioquia, Emvarias se apoyó en el Decreto 1077 de 2015 del Ministerio de Vivienda, Ciudad y territorio, el cual establece que las autoridades ambientales no podrán imponer restricciones injustificadas al acceso a rellenos sanitarios y que no se requiriere adelantar un nuevo trámite de modificación de la licencia ambiental.
La corporación enfatizó en que Emvarias debe informar sobre la llegada de los residuos de El Carrasco, analizar la disminución de la vida útil de La Pradera y la magnitud de los impactos ambientales, así como las medidas sociales establecidas en el Plan de Manejo Ambiental.
Uno de los mayores desafíos, para Corantioquia, es que las administraciones municipales implementen dentro de sus Programas de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) estrategias que permitan el aprovechamiento de los residuos y que reduzcan la disposición actual o futura en La Pradera .
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARA SABER MÁS
LA CLAVE ES APROVECHAR ORGÁNICOS
Luis Aníbal Sepúlveda, director de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (seccional Noroccidente) explicó que el residuo de mayor impacto en los rellenos es el orgánico, puesto que se descompone en el terreno en condiciones de ausencia de oxígeno, genera olores, atrae vectores (como moscas y ratas) y genera los lixiviados. Así, la mejor manera de tratar el problema es, para Sepúlveda, incrementar el aprovechamiento de este tipo de residuos a través de la implementación de sistemas de compostaje o proyectos de lombricultura en los municipios: “Apostarle a esto nos permitiría que los rellenos fueran más viables, con menos rechazo por parte de las comunidades, más económicos y con mayor vida útil”.
 Daniela Jiménez González
Periodista del Área Metro. Me interesa la memoria histórica, los temas culturales y los relatos que sean un punto de encuentro con la ciudad en la que vivo, las personas que la habitan y las historias que reservan.
TOMADO DE EL COLOMBIANO

No hay comentarios: