Sequía afecta 150 mil
Ha de soya y productores exigen biotecnología
Representantes de Anapo y de Bioceres, ayer en Santa Cruz. |
Josué Hinojosa
Ante la prolongada sequía que afecta a cerca de 150 mil
hectáreas de soya en Santa Cruz, la Asociación de Productores de Oleaginosas y
Trigo (Anapo) anunció una alianza estratégica con la empresa Bioceres de
Argentina, propietaria del gen denominado HB4, que otorga a la planta
resistencia a la sequía.
El objetivo es triplicar la producción del sector agrícola
en los próximos 10 años, dijo el presidente de Anapo, Richard Paz. “Pedimos
estas herramientas para subir nuestros niveles de productividad y
competitividad. Por ello, es fundamental avanzar con alianzas tecnológicas
orientadas a acelerar los procesos de mejoramiento genético, como la
introducción de genes tolerantes a la sequía”, agregó.
El evento HB4 surge por la extracción de un gen del girasol,
cultivo resistente a la seguía. Así, al introducir el gen a la soya, ésta
también se vuelve resistente a la escasez de agua.
Matías Ruffo, gerente de productos y tecnologías de
Bioceres, dijo que el propósito de la alianza es subir la productividad a
partir de una respuesta a los problemas climatológicos. Dijo estar seguro de
que el HB4 mejorará la productividad de la soya en Santa Cruz, sobre todo
en la zona este, donde hay grandes pérdidas.
De 1.021.000 hectáreas de soya sembradas en la presente
campaña, 150 mil fueron afectadas por la seguía, y de éstas, 5.500 son ya
pérdidas.
Paz mencionó que el rendimiento histórico en los cultivos de
soya es de 2,2 toneladas por hectárea, pero actualmente hay productores que
cosechan entre 1 y 1,4 toneladas. De modo general, la disminución de la
producción por la sequía puede oscilar entre 20 y 30 por ciento.
Guillermo Rocco, vicepresidente de Anapo, informó que, en
caso de que el Gobierno autorice el uso de este evento biotecnológico, la
aplicación tomaría al menos dos años, puesto que es necesario reproducirlo y
difundirlo.
“Con mucha suerte son dos años en cualquier tecnología, pero
es largo”, dijo Rocco. Sin embargo, Paz indicó que el sector oleaginoso espera
una respuesta positiva del Gobierno, puesto que toda la información sobre el
evento fue presentada al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, instancia que
todavía no ha dado respuestas.
Rocco cree que un “problema grave en Bolivia” es la
prohibición a realizar investigaciones sobre biotecnología, pues no sólo se
restringe el uso de semillas mejoradas, sino también la investigación en este
ámbito.
Señaló que en Paraguay, por ejemplo, hay genes que no están
aprobados para su uso, pero se permite la investigación en áreas restringidas
donde se opera en apego a las normativas. “Ahí se prueba y se puede ver la
respuesta, o se puede evaluar si hay un riesgo ambiental”, dijo.
PLATAFORMAS VEN PRESIÓN PARA USO
Sara Crespo, representante de la plataforma Bolivia Libre de
Transgénicos, expresó su preocupación por la presión del sector oleaginoso al
Gobierno sobre el uso de semillas genéticamente modificadas.
Argumentó que el uso de estos cultivos implica mayor uso de
agrotóxicos, lo que genera impactos negativos en el suelo, agua, y
biodiversidad, además de enfermedades.
Crespo dijo que desde 2004, cuando se autorizó el uso de
semillas transgénicas de soya en Bolivia, no subieron los rendimientos de
manera importante, por lo que considera que el interés en estos productos es
económico. // TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario