La cuenca Taquiña necesita Bs 200 millones para ser
reconstruida
Cochabamba
La mazamorra sobre la cota 2.750, días después de la
tragedia. | DANIEL JAMES
Viviendas destrozadas y abandonadas. | DANIEL JAMES
Los postes de luz que el lodo tumbó la noche del desastre. |
JOSÉ ROCHA
El río Taquiña en medio del aluvión. | DANIEL JAMES
El reloj marcaba la 18:00 del 6 de febrero de 2018 cuando de
pronto una gran masa de lodo, troncos y rocas comenzó a descender por el río
Taquiña. Fue cuestión de minutos hasta que el panorama se convirtiera en
desolador. La gente gritaba por sus familiares que no habían logrado salir de
las casas. Mientras, la noche caía y la falta de luz imposibilitaba la
búsqueda.
“¡Está bajando!”, era el grito constante de muchas personas
que comenzaban a correr cuando escuchaban el estruendo del aluvión.
A un año de la tragedia, hoy se narra una crónica que
permanece en el recuerdo y los corazones de los habitantes de Tiquipaya y
Cochabamba.
Se tardó varios días en recuperar los cinco cuerpos:
Gamaliel Rojas (12), Héctor Torrico (77), Teodoro Acuña (78), Paulina Montaño
(42) y Janeth Nina (37). En tanto, la población cochabambina no dudó en mostrar
su lado solidario para ayudar a las 130 familias damnificadas.
A un año del desastre, hay varias cosas que se hicieron y
otras que no, además de numerosos conflictos sociales que se atravesaron para
tratar de devolver la normalidad este municipio.
La noche de la mazamorra se llegó a tener hasta cinco y seis
metros de lodo, por lo que sólo se veía la última planta de algunas
viviendas de tres pisos. Pese a los intentos de limpieza, aún hay rocas de tres
metros que ninguna maquinaria puede mover. Se volvió a tener paso por varias
calles, pero aún hay mucho por reconstruir.
No se hizo
Se pueden identificar tres puntos de descenso de la
mazamorra. El primero es el punto de origen de la mazamorra. Se trata de la
zona de Linku Pata, sobre la cota 2.750.
En el sector no se realizó ningún trabajo de limpieza.
Algunas rocas se movieron, pero es porque continuaron existiendo deslizamientos
que mantienen en alerta a los comunarios.
Debido a que se trata de terreno del Parque Nacional Tunari,
se necesita un permiso especial para ingresar a limpiar.
El segundo punto va desde la cota hasta la avenida
Ecológica. Se hizo la limpieza de varias calles y casas, pero el Concejo no
logró cambiar la franja de seguridad, pese a que existen estudios que
recomiendan la ampliación. Los mismos vecinos se rehúsan a este cambio.
El tercer punto va desde la avenida Ecológica al sur. La
afectación no fue tan profunda, pero se trata de un sector donde se generan
taponamientos de palizada que desciende de los restos de la mazamorra y sufren
varias inundaciones.
Historias Policarpio Rojas aún recuerda lo que
sucedió como si fuera ayer. La mazamorra destruyó su vivienda, pero es que en
esa casa falleció Gamaliel Rojas (12). En ella vivían, en anticrético, él y su
madre; pero el niño no logró escapar de la mazamorra por salvar a su mascota.
Hoy, un refugio de animales lleva su nombre.
“Recuerdo que era muy alegre. Mi nieta jugaba con él.
Después de esto, muchas personas se fueron, otras vendieron sus propiedades a
precios regalados por temor”, relató René Alarcón, otro vecino.
Cuando ocurrió el desastre, las autoridades se
comprometieron a reconstruir las casas afectadas. No obstante, la cantidad
excesiva de requisitos hizo que gran parte de los afectados optara por edificar
o refaccionar las viviendas por su cuenta.
“Identificamos que 122 familias perdieron sus casas. 85
fueron seleccionadas para beneficiarse con la reconstrucción a través de la
Agencia Estatal de Viviendas. En la actualidad, tenemos 23 para entregar”,
informó el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Alcaldía,
Roberto Campero.
La principal razón para que las familias no accedieran al
beneficio fueron la franja de seguridad y la falta de documentación que
acreditara el derecho propietario, según el relato de varias personas
afectadas.
Recuperación El alcalde Juan Carlos Angulo
reconoció que las actuaciones no son suficientes y se requieren más 200
millones de bolivianos para estabilizar la cuenca Taquiña. “Eso implica el
colocado de muros, tal vez canalizar el río”, sostuvo.
Dijo que se adeuda a 10 empresas por labores de limpieza en
el afluente. El monto es de 2 millones bolivianos. Dijo que este mes se saldará
el compromiso. Además, se presentó un proyecto al Ministerio de Medio Ambiente
para reponer los pozos y tanques de agua que se perdieron.
MONITOREO
Activan sistema de alerta temprana
Con la finalidad de monitorear el comportamiento del caudal
del río Taquiña, la Gobernación instaló un sistema de alerta temprana.
“Se ha colocado equipos en el sector de Linku Pata y otro en
la parte baja para que se realice las mediciones de las precipitaciones
pluviales y así se tengan datos exactos de si habría alguna situación de riesgo
en esta época de lluvia”, expresó el alcalde Juan Carlos Angulo.
El costo del sistema es de 800 mil bolivianos.
Adicionalmente, dijo que se realizaron una limpieza y mejoras en los dos
colmatadores que se tiene.
Las rocas permanecen hoy sobre la cota porque este sector
no tuvo limpieza.
DANIEL JAMES
ESPECIES NATIVAS
Reforestarán 50 hectáreas
El responsable de la unidad de Cuencas de la Alcaldía, David
Veliz, indicó que se prevé reforestar más de 50 hectáreas con especies nativas
buscando frenar la erosión de los suelos.
Mencionó que, en las áreas propensas a deslizamientos de
tierra y piedras, se procederá a plantar eucalipto.
“Vamos a intervenir especialmente en áreas degradadas con
kewiña, retama, kiswara y otras”, acotó.
50 mil plantines se emplearán en diferentes campañas de
reforestación que se llevarán a cabo con la participación de estudiantes y
comunarios.
El río Taquiña y una vía que se logró abrir durante un
año de trabajo en la zona de Juventud Chilimarca, la más afectada.
DANIEL JAMES
APUNTES
Cinco personas se quedaron en el recuerdo
El aluvión bajó con fuerza y de manera sorpresiva. Esto
provocó que cinco personas no lograran escapar y sus cuerpos se encontraran a
lo largo de una semana. La mazamorra se cobró las vidas de Gamaliel Rojas (12),
Héctor Torrico (77), Jhanet Nina (37), Paulina Montaño (42) y Teodoro Acuña
(78).
El desastre develó zonas rojas de loteamientos La
mazamorra afectó a varias viviendas. Algunas se encontraban fuera de la franja
de seguridad y sufrieron por un desvío que hizo el aluvión. Sin embargo, otros
manzanos estaban dentro de la franja de manera ilegal y también comunidades
sobre la cota 2.750, el límite urbanizable.
Pobladores recordarán el momento del aluvión Este
miércoles 6 de febrero, la población del distrito 5 de Tiquipaya llevará a cabo
una misa para recordar el año de la mazamorra. Se realizará en la zona de
Juventud Chilimarca, la más afectada, a las 18:00. Se invita a toda la
población que desee brindar sus oraciones por las personas fallecidas y las
familias damnificadas.
OPINIÓN Crónica de un desastre con lecciones no
aprendidas
Lorena Amurrio
Periodista de Metropolitana
No es difícil recordar un día como el 6 de febrero de 2018.
Todo parecía ser normal hasta que llegó una llamada de alerta de Tiquipaya. No
nos demoramos en trasladarnos al lugar. Todo estaba oscuro y se sentía un olor
a gas: la mazamorra se había llevado por delante el tendido eléctrico y las
rocas perforaron varias redes de gas.
No se veía nada, pero los gritos de las familias que
buscaban a sus seres queridos eran ensordecedores. “¡Mi hijo! ¡Ayúdenme a sacar
a mi hijo!”, lloraba desesperada la madre de Gamaliel. Un equipo de voluntarios
del SAR lo buscó por varias horas, sin éxito.
A una cuadra, la hija y la esposa de Héctor Torrico trataban
de explicar la ubicación de su padre a los rescatistas. Pero el lodo confundió
a todos y tampoco se tuvo éxito esa noche. A pocos metros, estaban dos
costureras atrapadas. Los familiares gritaban su nombre, sin respuesta.
El panorama no mejoró en los días siguientes. Se
improvisaron pasos con calaminas para caminar sobre seis metros de lodo y
rocas. Los equipos de rescate se volcaron a Tiquipaya y la gente trabajaba sin
descanso.
Pero la pregunta que hoy nos hacemos es ¿qué aprendimos de
todo esto? Varias familias optaron por permanecer dentro de la franja de
seguridad, pese al riesgo que implica. Luego de la salida de los equipos de
ayuda, el municipio se quedó solo, sin capacidad de resolver la titánica tarea
de reconstrucción. Las autoridades no impusieron el orden y la franja se
mantuvo. Aún se quema el Tunari sin pensar en la erosión del suelo. El dolor
permanece, pero las lecciones no se asimilaron.
Fraternidades donaron $us 12 mil a familias
Volqueteros, empresas privadas, municipios, grupos de
rescate y la población en general se hicieron presentes durante casi un mes
para ayudar a la gente afectada. Pero hubo otras muestras de solidaridad
semanas y meses después.
El párroco de Tiquipaya, Iván Vargas, expresó que donaron 12
mil dólares a más de un centenar de familias de tres barrios que perdieron sus
hogares por el deslave.
“Algunas fraternidades de Estados Unidos y Alemania enviaron
dinero destinado a la compra de material de construcción como cemento, ladrillo
y fierro. Se entregó también comedores y roperos a los vecinos del Manzano 78,
Chilimarca y Tikha Khatu”, manifestó.
El gesto es uno de los más destacados por los pobladores,
quienes afirman que sienten que la Alcaldía y el nivel central los abandonaron.
Gaviones se colocaron sobre caudal sin limpiar
El río Taquiña contaba con gaviones construidos en los 90,
pero se los llevó la mazamorra. Ahora, se reconstruyeron y además se hicieron
seis colmatadores, cuatro de ellos naturales y dos implantados en el caudal,
según el secretario de la Madre Tierra, Gonzalo Muñoz.
El objetivo de estos sistemas es reducir la velocidad del
agua y retener la palizada que descienda en caso de un deslizamiento. Sin
embargo, aún resta trabajar en el manejo integral de la cuenca.
Estas obras se ejecutaron sin haber hecho la limpieza total
del caudal, lo cual no es señal de garantía explicaron algunos ingenieros.
“Es como intentar pegar algo sobre una superficie sucia. No
logras la resistencia que podrías tener si limpias antes. Esperemos que esto no
se convierta en contra”, dijo un especialista.
// TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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