viernes, 12 de febrero de 2021

A TENER EN CUENTA EN SALVATAJE EN NAVEGACION

  Roberto Saenz

El tripulante que presencia la caída, o el primero que se de cuenta de la situación… debe gritar fuertemente “hombre al agua”, por dos razones: primero para avisar de la emergencia todos, y segundo para tranquilizar al náufrago de qué al menos le han visto.


La maniobra de rescate es un momento de mucha tensión y hay que evitar que cada uno se ponga a actuar por su cuenta. El patrón debe controlar la situación, dando de inmediato instrucciones a los tripulantes. Nadie debe saltar al agua a buscar al otro, pues entonces tenemos dos náufragos que recoger.

Lo primero es tirar el aro salvavidas, si puede ser que tengo guindola o luz, Este equipo debe estar en la popa y a mano, sin líos de nudos y siempre listo para tirarse al agua. Si tirarán además otros objetos que floten como defensas, colchonetas o maderas, útiles para ayudar a localizar la posición del accidente.

Al menos una persona deberá mantener el ojo sobre el accidentado, apuntando en todo momento con el brazo en la dirección donde se encuentra. Si es posible otra persona le pasará unos prismáticos. Si es de noche todo apunta al luz de la boya- auto encendido.

Debemos aproximarnos al náufrago dándole “socaire” frente al viento y las olas. Hay que preparar su izado por la banda de sotavento.

Si está navegando a vela y el patrón decidirá la maniobra adecuada a cada caso, según la dirección el viento y las condiciones meteorológicas.
Resumen
1. Grite ¡Hombre al agua!

2. Arrojar un salvavidas con boya luminosa de autoencendido. El salvavidas no debe estar amarrado con un cabo al barco, debe estar suelto. Es oportuno tener un segundo salvavidas con un cabo largo, preferentemente flotante, para arrojarle al hombre si queda a algunos metros de distancia. Este segundo salvavidas no necesita luz.

3. Designar un vigía que no pierda de vista al caído.

4. Navegar con el viento unas esloras, a fin de tener espacio suficiente para maniobrar.

5. Volver hacia el hombre ciñendo y al aproximarse a él, filar todas las escotas de velas, y detener el barco orzando, y en los últimos metros volcar levemente la proa hacia barlovento del caído, que será levantado por la banda de sotavento, de modo que el volumen del casco lo protege de la ola. Si el viento es muy fuerte, el barco escorará , y el hombre subirá por la banda baja que es la de sotavento, o bien por la popa.

5. Subir al hombre por la banda de sotavento.

(En monotipos abiertos y otros barcos de orza livianos, de borda baja, al hombre se lo levanta por la banda de barlovento para evitar el riesgo de tumbar.)

Con viento fuerte la virada en redondo por lo general se debe evitar, puesto que con los nervios nos arriesgamos a sufrir una peligrosa trasluchada involuntaria.
Durante el tiempo que hacemos la maniobra y nos alejamos del náufrago es buena idea tirar defensas al agua que nos ayudan a identificar la zona de la caída del náufrago.
A MOTOR
En caso de necesitar el motor: Ojo al arrancar el motor, que es posible que haya cabos flotando por la popa. DEBEN SER RETIRADOS PARA EVITAR ENREDOS EN LA HÉLICE.
AL APROXIMARSE :
MUY IMPORTANTE hay que poner punto muerto en el momento de llegar junto al caído.
En relación al uso de la radio, si pasados unos minutos no encontramos al accidentado o se complican las cosas debemos lanzar un aviso PAN PAN por el canal 16 VHF. (De noche o con mal tiempo seguramente lanzaría el PAN PAN incluso desde el primer momento que sea posible..) TOMADO DEL FACE DE DNIEL BOSOGI , DEL GRUPO A PURA VELA

 

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