Día Mundial de la Energía 2021
- El
14 de febrero es el Día Mundial de la Energía. ‘El Periódico Verde’ quiere
aportar su granito de arena a dicha celebración, resaltando el valor de
las energías renovables.
- El objetivo de esta fecha es que la población mundial
reflexione acerca de lo importante que resulta la energía, para la
existencia de los seres humanos y poner el mayor de los énfasis en que, las
fuentes deben dejar de ser contaminantes y que la matriz energética global debe
depender cada vez más de las energías renovables, también llamadas energías
verdes.
¿Qué se entiende por energías renovables?
La energía renovable es aquella que se deriva de la
explotación de recursos naturales, que no resultan ni agotables ni finitos.
Cualquiera de sus formas es una alternativa más viable para que se abandone la
dependencia de los combustibles de origen fósil y se produzca energía, sin que
ello ocasione daños medioambientales.
Diferentes energías renovables
Solar
La energía solar se obtiene capturando la
energía radiante del Sol, para luego convertirla en diferentes tipos de
energía: calorífica y eléctrica. La primera se emplea para calentar agua u
otros elementos y la segunda se envía directamente a los consumidores, mediante
las redes de distribución.
Funcionalmente, la energía solar resulta prácticamente infinita puesto que, la vida útil de la estrella se calcula que será de al menos de cinco mil años más. Con las tecnologías
adecuadas que permitan que se aproveche esta fuente de forma cada vez más eficiente, el suministro de energía solar podría ser la solución energética que el mundo necesita.
La innovación al servicio de la energía solar es
uno de los sectores tecnológicos de los que se espera tengan mayor crecimiento
en los próximos años, con el fin de que, ante la inminencia del agotamiento de
los yacimientos fósiles, la luz solar se convierta en uno de los motores
energéticos del mundo, con costos sensiblemente más económicos y sin
contaminación.
Eólica
Es la que depende del viento para producir energía, mediante el movimiento de las enormes aspas de los aerogeneradores, que se suelen agrupar en los llamados Parques eólicos. Estos se sitúan estratégicamente en los lugares donde se capta mejor esta fuerza de la naturaleza, que se origina por cambios de temperatura en el aire, por lo que técnicamente, también es una forma de energía solar.
Además de estas grandes instalaciones que se pueden erigir
en tierra y mar, hay turbinas de menor tamaño, que pueden ser soluciones
complementarias tanto familiares como industriales y comerciales, de otras
formas de energía preexistentes. Este tipo de explotación de la energía
eólica es inocua para el medio ambiente y requiere de mano de obra
especializada, por lo que es una excelente manera de generar empleos verdes.
Es la explotación del movimiento de las aguas, con el fin de
que, al pasar por unas turbinas y luego por unos transformadores, su fuerza
potencial acabe siendo electricidad. Las represas hidroeléctricas son enormes
construcciones, que canalizan el agua y la dirigen hacia los sistemas de
producción energética.
La energía hidroeléctrica resulta
muy eficiente y versátil. De hecho, existen vestigios de este tipo de sistemas
de generación energética desde tiempos muy antiguos, cuando se empleaban
enormes ruedas movidas por agua para moler grano. Las represas también se
construyen a diferentes escalas y dan soluciones energéticas funcionales y casi
personalizadas. Su única limitación es que, su construcción puede tener
consecuencias medioambientales y ecológicas.
Geotérmica
Se le llama calor geotérmico, al que está atrapado bajo la
corteza terrestre desde la conformación del Planeta. Su origen está en la
desintegración radiactiva de ciertos elementos y en el enfriamiento paulatino
de la superficie. Cuando un geiser explota o un volcán erupciona, este calor se
libera de golpe. Los sistemas de explotación de la energía geotérmica
aprovechan este calor para evaporar agua y emplean ese vapor para mover
turbinas.
Si bien su aprovechamiento es muy efectivo, con altos
índices de eficiencia y bajos costos de producción (una vez instalados los
sistemas básicos), además de que es casi infinita porque el calor se repone de
manera natural, el mayor inconveniente que tiene esta fuente es que no resulta
fácil explotarla en todos sitios.
Mares y océanos
El agua de océanos y mares puede explotarse de varias
formas: la térmica, que consiste en aprovechar las temperaturas de las aguas
más cálidas para que mediante diferentes sistemas, se genere electricidad y la
mecánica, que es la que utiliza el movimiento de las olas o de las
mareas para producir energía undimotriz y mareomotriz respectivamente.
Estas formas de explotación energética tienen la gran
ventaja de la predictibilidad, especialmente la mareomotriz, ya que se sabe
exactamente cuándo será el cambio de cada marea. Por ello, el potencial de esta
fuente de energías renovables es enorme, pero aún se necesita mucha
investigación para hacerla más redituable.
Biomasa
La materia orgánica en forma de maderas, restos de podas,
desechos agrícolas, etc. conforma un material llamado biomasa, con el que se
puede producir bioenergía, de muy diferentes maneras. Las chimeneas de los
hogares que funcionan con leña o las estufas que emplean pellets, son buenos
ejemplos de este tipo de fuente energética.
Además de quemar la biomasa y generar calor, también se
pueden aprovechar los gases que se generan. cuando la materia orgánica se
descompone, para ello se usan tanques de descomposición en los que funcionan
sistemas de captura de metano, que también puede recogerse de los vertederos.
Por Sandra MG de ‘El Periódico Verde’
Tomado de envio de red foroba por miguel rementeria
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