sábado, 14 de marzo de 2015

MORTALIDAD MATERNA EN ECUADOR


Mortalidad materna en Ecuador César Hermida Bustos En el país mueren alrededor de un centenar y medio
de madres ecuatorianas por causas del embarazo, del parto o del posparto. No debería morir ninguna. Este es un indicador de la calidad de los servicios, básicamente hospitalarios, pues la mayoría de muertes maternas sucede en torno a las complicaciones obstétricas relativas al parto. Las causas ‘médicas’ se refieren a hemorragias (durante el embarazo, o más frecuentemente en el parto o posparto), hipertensión arterial con preeclampsia o eclampsia (los ‘ataques’) y las infecciones. Las hemorragias del embarazo o las infecciones suelen estar asociadas con el aborto, espontáneo o provocado por la propia madre (muchas veces con palillos que lastiman el cuello del útero y el producto), cuando el embarazo es no deseado. Lo grave de la hemorragia durante o después del parto es que da apenas pocas horas hasta llegar a la emergencia hospitalaria. Las infecciones suelen estar asociadas a la falta de higiene en el parto. Por todo esto se recomienda que los partos sean institucionales, es decir en los hospitales. La hipertensión, entre otras, puede diagnosticarse y prevenirse con los controles prenatales, pero estos controles previenen solo un 25 % de las causas de mortalidad materna, el 75% restante es inesperado, azaroso, impredecible, y sucede en torno al parto. Ni los médicos ni los epidemiólogos saben cómo resolver estos problemas. Lo saben los especialistas en servicios de salud, entre ellos la terna que debe dirigir los hospitales: un director (médico), una enfermera especialista en servicios y un gerente (especialista en administración de los mismos). Es el enfoque dirigido al paciente de la moderna ‘gestión clínica’ de los hospitales. Estos especialistas saben que hay tres demoras: en la casa, en el camino y en el hospital. La primera, por razones culturales y el temor de ir al hospital; la segunda, por motivos de movilización (hoy el 911 y las ambulancias juegan un rol crucial); y, acaso la más importante en términos cuantitativos, las demoras producidas en el propio hospital. Pues en los hospitales sucede, lamentablemente, la mayoría de muertes maternas. Ninguna madre que llegue a la puerta de un hospital debe morir, por grave que sea la causa o gravedad con la que lo hace.   Que ‘llegó muy grave’ no es una justificación, pues por eso mismo acude. Las hospitalarias constituyen la mayoría de muertes maternas en Ecuador, lo cual amerita un análisis mayor, con datos, en un artículo siguiente. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE ECUADOR

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