Cinco experimentos audaces para lograr ciudades sin autos
Conocé lo que están haciendo algunas ciudades para frenar la
contaminación del aire y reducir el smog
París registró recientemente su
peor marca de polución ambiental. Foto: EFE Por Stephen Dowling París es la
última ciudad que recurre a medidas drásticas y controvertidas de restricción
de tráfico para frenar la contaminación del aire. ¿Qué más están haciendo otras
ciudades para reducir el smog?
Cientos de policías monitoreaban el tráfico en París para
asegurarse que sólo circulaban por las calles de la ciudad los vehículos cuyas
placas terminaban en números impares. Además, fueron dispuestas en forma
gratuita las bicicletas públicas del sistema Velib , que habitualmente cuestan
1,7 euros la hora.
La semana pasada, ante los altos niveles de registro de
contaminación del aire, las autoridades de la capital francesa decretaron que
los automóviles cuyos números de patentes terminaban en un número impar sólo se
les permitiría circular un determinado día, los de número par al día siguiente.
El esquema se debió a los niveles de contaminación cercanos
a 180 microgramos de partículas PM10 (diminutas partículas dispersas en el aire
con un diámetro menor a 10 micrómetros) por metro cúbico, más del doble del límite
de seguridad ubicado en 80.
Bajo las regulaciones de emergencia, 700 policías salieron a
las calles desde el amanecer para asegurarse de que sólo estuvieran transitando
los autos y motos que llevaban las patentes numeradas correctamente.
Después de tan solo un día el proyecto fue finalizado y las
autoridades declararon que la medida había tenido un marcado efecto en la
calidad del aire.
Pero la capital francesa no es la única que limita el número
de vehículos circulando en las calles, ya sea para reducir la contaminación del
aire o para liberar las calles de la congestión que obstruye el paso.
Esta idea ha llevado a nuevos intentos de establecer calles
sin automóviles y algunas formas igualmente ingeniosas de romper las reglas por
parte de los conductores, quienes están decididos a mantenerse al volante.
CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, 1989
En 1989, funcionarios de la Ciudad de México prohibieron la
conducción de vehículos en un día determinado de la semana. Pero el plan
fracasó, aquellos que podían permitírselo se compraron otro vehículo para
usarlo en los días de prohibición, y de hecho el tránsito aumentó.
Es más, muchos de estos autos eran viejos y provocaban mayor
contaminación.
Un informe emitido por el Banco Mundial encontró que la
prohibición no había proporcionado ninguno de los beneficios previstos,
mientras que otro documento de los investigadores de la Universidad de
California en Berkeley indicaba que los niveles de contaminación del aire se
habían elevado.
SHANGHÁI, CHINA, 2013
Shanghai, la megápolis china, hogar de unos 23 millones de
habitantes, ha experimentado un crecimiento vertiginoso en las últimas décadas
y esto ha traído consigo una gran cantidad de automóviles adicionales.
Tan dañina era la contaminación provocada por los
automóviles e industrias que el año pasado alcanzó un máximo de 31 veces sobre
los niveles de seguridad recomendados.
¿Cuál fue la respuesta de Shanghai? Subastar mensualmente un
límite estricto de nuevas patentes.
Su costo puede comparase con el costo de un auto, según
China Daily, no demasiado costoso para los nuevos ricos de China pero fuera del
alcance de los ciudadanos pobres.
Esto condujo a un gran negocio de ventas de patentes
militares falsas, ya que los vehículos militares no están sujetos a
restricciones y una placa válida por seis años se puede vender hasta por US$
45.000.
MEDELLÍN Y BOGOTÁ, COLOMBIA, DESDE EL AÑO 2000
Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia, ha
adoptado programas sociales desde que dejó atrás las décadas de violencia
relacionada con el narcotráfico.
Desde 1990, se ha tratado de alejar de los automóviles a 2,5
millones de personas que habitan en la ciudad y llevarlos hacia el transporte
público. Parte de ello ha sido la implementación de un día al año sin automóvil,
donde se anima a los residentes de la ciudad a dejar sus vehículos en casa y
caminar, trasladarse en bicicleta o en transporte público.
La capital del país, Bogotá, lanzó su primer día sin
automóviles en el año 2000 y este año se extendió a una semana. Según algunos
informes, en un día sin vehículos en la ciudad de siete millones de habitantes
puede haber 600.000 automóviles menos.
COPENHAGUE, DINAMARCA, DESPUÉS DE 1970
Después de la crisis petrolera de 1970, la capital danesa
comenzó a darle mayor importancia al medio ambiente en su agenda.
Una serie de leyes de planificación urbana redefinió el
espacio público de la ciudad, y promovió el ciclismo en lugar de la conducción
de cualquier otro tipo de vehículo.
La más importante de ellas fue un impuesto de ventas del
180% en cualquier automóvil nuevo: es decir, un auto que en el mercado vale US$
20.000 en realidad le costará US$ 50.000 para poder manejarlo.
Los antiguos estacionamientos se han convertido en espacios
públicos y zonas peatonales.
La posesión de automóviles en Copenhague era de alrededor de
18% en 2011 y un reciente aumento en el número de automóviles pequeños, más
baratos, con impuestos más bajos no pueden ocultar que esta ciudad considera un
beneficio que la población ande en bicicleta y camine.
HAMBURGO, ALEMANIA, A PARTIR DE 2030
Si Copenhague hizo difícil poder pagar un automóvil, la
ciudad portuaria alemana de Hamburgo puede hacer que sea aún más complicada.
El ambicioso plan de la ciudad es convertirse en una ciudad
libre de vehículos dentro de dos décadas y una manera para poder lograrlo es
mediante la creación de espacios verdes vinculados que cubrirían el 40% de la
ciudad.
Esto podría hacer a toda la ciudad transitable en bicicleta
o a pie. tomado de la nacion de ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario