Los raudales de la
muerte Por Flavia Borja Después de cada lluvia, las calles de muchas ciudades
del país se trasforman en ríos, trampas mortales en las que ya varios
compatriotas y ahora hasta una extranjera han
muerto. Los Municipios
simplemente permanecen en silencio. Los raudales no solo arrastran personas,
sino incluso automóviles. / Gentileza, Carolina Recalde Macoritto
La brasileña Rosangela Schiavo murió ahogada el martes
pasado tras ser arrastrada por el raudal sobre General Santos, y su cuerpo
terminó en el Cauce Las Mercedes de la Costanera de Asunción.
La historia de Rosángela conmovió, causó enojo, indignación,
de muchos paraguayos que en más de una ocasión asisterieron a la búsqueda y
luego el hallazgo de algún compatriota muerto, otro que fue arrastrado por un
raudal, otra víctima de la negligencia dolosa de las autoridades de los
diferentes municipios del país, porque no solo en Asunción ha muerto gente por
los raudales. Mientras tanto, los municipios permanecen en silencio.
Cada vez que llueve, tanto en Asunción como en ciudades de
Central y también otros departamentos del país, la negligencia en las obras
públicas se evidencia con los gigantescos raudales que trasforman las calles en
ríos, de donde algunos ya no vuelven a salir. Esta situación se repite desde
hace años, aquí un breve recuento de algunos casos de personas que un día de
lluvia se convirtieron en víctimas de los raudales de la muerte:
Durante los últimos meses del 2009, un niño de solo 8 años y
otro joven de 30 murieron tras ser arrastrados por raudales; el niño terminó en
el arroyo Acaray-mi de Ciudad del Este y el joven en el arroyo Itay de
Asunción.
A finales del 2011 una mujer de solo 28 años fue llevada por
el agua en 13 Proyectadas y Paraguarí de Asunción, y su cuerpo fue encontrado
sin vida al menos 15 cuadras más abajo de donde desapareció.
Al año siguiente, el 2012, en el mes de noviembre, una
tormenta nuevamente inundó las precarias calles de las ciudades de Central. Dos
personas murieron. Un niño de 13 años del barrio Palma Loma de Luque y un
hombre de 63 en Lambaré.
En este 2014, hace unos días, murió Rosangela. La
Municipalidad no se pronunció, culpó a la comisaría por el agujero de más de 3
metros de largo y más de 1 metro de alto que se “tragó” a Rosangela para no
devolverla con vida.
El director de obras Germán Fleitas dijo que si bien hay
proyectos, no hay presupuesto para solucionar el problema de los raudales en
Asunción. Además dijo que la gente debe entender que con la naturaleza no se
negocia.
Con los días la noticia se olvidará, hasta que un próximo
raudal y algún otro agujero, se lleve a algún otro compatriota, extranjero,
pariente, amigo, y entonces otra vez será tarde.
Ver mas en: http://www.abc.com.py/especiales/fin-de-semana/los-raudales-de-la-muerte-1226688.html
tomado de abc de Paraguay NOTA: no se están tomando las adecuadas medidas de adaptación al cambio climático, este año vamos por la COP 20 organizada por Naciones Unidas, las medidas que ali se sugieren quedan en papel año tras año
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