Investigadores están midiendo las emisiones de oxido nitroso
en lotes de soja.
Miden el impacto de la agricultura argentina en el
calentamiento global
La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos
Aires(Fauba), junto con el INTA y otros centros de investigación conformaron la
Red de Oxido Nitroso. La creación de esta organización apunta a determinar el
verdadero impacto de la agricultura argentina en el calentamiento global.
El proyecto, financiado por el Ministerio de Agricultura de
la Nación, integra a 30 investigadores de siete organismos públicos y 13 sitios
representativos de los ambientes productivos del país, e incluye la reciente
adquisición de equipos de laboratorio que fueron instalados en la Fauba, con
una capacidad inédita en Argentina para aumentar significativamente el análisis
de las muestras obtenidas a campo.
“Nos reunimos diferentes grupos de investigación, que desde
hace unos cinco años veníamos trabajando sobre la temática de manera aislada,
para hacer el muestreo de oxido nitroso en Argentina con una metodología
unificada. Comenzamos a realizar las mediciones a campo en noviembre de 2013,
con la siembra de soja”, explicó Tomás Della Chiesa, docente de las cátedras de
Ecología y Climatología Agrícola de la Fauba e integrante de la Red Nitroso.
También participan del proyecto las cátedras de Fertilidad y
de Edafología de esa unidad académica. Además, la Red está conformada por investigadores
de los institutos de Suelos, Microbiología y Zoología Agrícola, y Clima y Agua
del INTA, las estaciones experimentales de los INTA Famaillá y Balcarce, la
Universidad Nacional de Mar del Plata y la Comisión Nacional de Energía
Atómica.
Los muestreos para cuantificar la emisión del oxido nitroso
se van a realizar durante este año en cultivos de soja ubicados en las
provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Santiago
del Estero, Salta y Tucumán, tomando como referencia la vegetación natural
(pastizales y bosques). “En muchos sitios también vamos a medir en maíz, lo
cual nos va a permitir comparar las emisiones entre ambos cultivos”, dijo Della
Chiesa.
“Conocer las emisiones de la vegetación natural, además de
la de los cultivos, nos permitirá comparar ambos sistemas y evaluar con mayor
precisión el impacto de la agricultura sobre la emisión de gases de efecto
invernadero”, sostuvo el investigador.
Esas mediciones a campo están generando unas 1.200 muestras
mensuales del gas, una cifra que no se había contemplado en investigaciones
anteriores y que supera la capacidad de análisis de los equipos utilizados por
los laboratorios hasta ahora. Este aspecto motivó la compra de un equipo de
Cromatografía Gaseosa de última generación, diseñado especialmente para
determinar los gases de efecto invernadero. Se trata de una herramienta única
en el país, que ya fue instalada y puesta a punto en el Laboratorio de
Servicios Analíticos Especiales de la Fauba. TOMADO DE ENVIO DE ECO2 SITE
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