Preguntas y desafíos agroecológicos para el Nordeste Por
María Inés Aiuto (*)
Bajo la consigna “¿Es posible incorporar la agroecología en
nuestra zona?” se desarrolló el 21 de marzo la primera jornada técnica del año
organizada por la Red Agroecológica de la provincia de Corrientes en la
Estación Experimental Agropecuaria del INTA Bella Vista.
El encuentro tuvo como objetivo formar a los técnicos de
diversas instituciones y docentes de escuelas medias e incentivarlos a adherir
y promocionar las prácticas agroecológicas. La primera exposición estuvo a
cargo de los productores locales Fernando Fleita de Incupo y Gerardo Báez del
Grupo Agroecológico Las Tres Colonias, Bella Vista, quienes describieron el
manejo de frutales que desarrollan desde hace años en la zona. Luego hizo su
presentación el ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá, asesor privado de la
provincia de Buenos Aires, quien contó el caso de la finca La Aurora en Benito
Juárez, Buenos Aires, donde se aplican manejos agroecológicos en un sistema
extensivo de más de 600 hectáreas.
La ingeniera agrónoma Carolina Almada fue una de las
organizadoras de la jornada. Almada acompaña al grupo agroecológico de Bella
Vista desde hace unos años, primero desde la Ong Incupo y luego por una opción
profesional desde su empleo en el INTI. En una entrevista detalló los avances,
problemas y expectativas de la aplicación de la agroecología en la zona.
¿De qué se trató la
jornada?
Fue una jornada técnica ya que vimos la necesidad de empezar
a formarnos tanto los que estamos encuadrados en alguna institución como los
que trabajan en el ámbito privado. Reconocemos que somos un colectivo que
necesita formación, aunque no estuvo cerrado a los productores. Participaron 50
personas de diferentes instituciones, la mayoría eran técnicos del INTA de
Corrientes, de Bella Vista y de Saladas quienes manifestaron mucho interés,
otros de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, profesores de Escuelas de la
Familia Agriaria (EFAs) de la provincia que también son técnicos y tienen una
formación bastante completa, del Instituto Agrotécnico Fuentes Godo, profesores
de las escuelas medias de Bella Vista, algunos productores locales, Incupo y
grupos como Puente Verde y la Asociación ecológica de Bella Vista.
Este evento fue
organizado desde la Red Agroecológica de la provincia de Corrientes, ¿cómo se
está desarrollando el trabajo desde ese espacio?
La Red se creó formalmente el año pasado luego del Encuentro
Regional de Agroecología en Bella Vista, si bien anteriormente nos veníamos
juntando para hacer algunos trabajos. A partir de entonces conformamos
comisiones de dónde surgieron varias actividades para este año incluyendo esta
jornada. Son tres comisiones formadas por afinidad, una para trabajar en
educación formal, escuelas secundarias sobre todo, pero también alguna
tecnicatura, otra más vinculada con los productores y los técnicos, y otra para
trabajar en el área de comunicación.
Desde la comisión de educación se están armando una serie de
cursos a cargo de los integrantes de la Red y queremos darle un plus, que esos
cursos les den puntaje a los profesores, gestión que estamos realizando a
través del Ministerio de Educación. De esa manera será un atractivo para los
docentes pero también facilitará su participación porque podrán justificar sus
faltas. La otra cuestión es que queremos darle continuidad a los cursos para
poder abordar los temas de manera completa.
¿A qué escuelas
estará dirigida la capacitación?
Se le va a dar prioridad a las escuelas rurales y
agrotécnicas por una cuestión de incumbencia, ahora no estarán cerrados para
otros interesados, por ejemplo, aquí en el pueblo de Bella Vista hay una
escuela que tiene orientación biológica, pero como un docente tiene un proyecto
con plantas aromáticas hoy está participando de la reunión.
¿Estas escuelas
tienen una base del enfoque agroecológico?
Sabemos que hay un piso que lo estableció el encuentro
regional el año pasado y otros cursos que hemos hecho con el grupo e Incupo
donde han participado profesores e incluso alumnos, además algunas escuelas
tienen una orientación ecológica. Pero la formación es muy pobre y lo mismo nos
sucede a los técnicos que estamos en esto. En este sentido, el listado de
participantes del encuentro regional mostró que hay una gran cantidad de
técnicos supuestamente interesados en la agroecología, y otro dato es que
instituciones como la Subsecretaria de Agricultura Familia y el INTA van
tomando el tema y en alguna oportunidad han bajado línea a sus técnicos para
que trabajen con ese enfoque. Sin embargo, sabemos que en la práctica se
trabaja de otra manera.
¿Por qué les cuesta a
los técnicos aplicar el enfoque agroecológico?
Como técnica creo que una de las cuestiones es por miedo a
no tener respuestas a los planteos de los productores, por falta de formación,
no tenemos cómo abordar los problemas por más que elijamos ese enfoque. Otra
cuestión es que ésta visión no siempre entra en la lógica de las instituciones
donde uno trabaja y no hay manera de justificar lo que hacemos, entonces seguís
en la línea donde venías trabajando. Se suma que para meterte en agroecología
hay que estudiar y pocos lo hacen.
¿Hay técnicos en la
provincia de Corrientes que estén realizando investigaciones sobre el tema?
Tenemos investigadores que trabajan en alguna rama que se
acerca a la agroecología, pero la mayoría somos técnicos que vamos recolectando
experiencias, no hemos sido formados. En la provincia del Chaco hay alguna
persona con postgrado o con un poco más de años de trabajo en el tema. Esta
falta de formación la planteamos en esta Experimental del INTA, hace unos tres
o cuatro años cuando visitamos emprendimientos agroecológicos y propusimos
abiertamente que aquí se necesitaba incorporar alguna persona para trabajar con
estos productores que tiene ciertas características. Como en ese momento
incorporaban becarios, sugerimos que al menos uno de ellos trabaje este tema
puntual que sería uno en una planta de 80 personas. Aquí hay gente cuyo
proyecto de investigación se centra en la cantidad de injertos que tiene la
planta de tomate. O sea, que si en el enfoque convencional estamos en ese nivel
de detalle, al menos que haya una persona que empiece a tirar línea sobre
agroecología. Tomar el tema en serio sería poner una persona que se dedique a
eso, que investigue y si investiga en agroecología va a tener que estar en el
campo. Pero el panorama es alentador, el ingeniero Eduardo Cerdá, que expuso en
la jornada, contó que en el campo donde trabaja como asesor privado con manejos
agroecológicos lo han tomado como espacio de estudio cuatro INTAS y cuatro
universidades, o sea que hay interés.
Durante la jornada
surgió desde los productores locales la dificultad de aumentar la cantidad de
familias que adhieran a las prácticas agroecológicas, ¿Cómo es la situación en
Bella Vista?
La cantidad en Bella Vista no bajó, yo vine en 2010 y hoy es
el mismo grupo. Son unas 20 a 25 familias interesadas, pero son 15 las que
están más firmes e hicieron un proceso de más de 8 años. Ellos han mejorado
mucho, funcionan muy bien a nivel grupal y su trabajo es visible a nivel
nacional. Ahora, respecto al contagio de otros productores vecinos, desde mi
punto de vista el grupo se cerró porque acaparó la atención de todos los que
estamos afuera, tuvieron una necesidad de apoyo genuina, pero eso los fue
distanciando del resto. A su vez, los lazos que crearon entre ellos hizo
difícil sumar a otra gente, porque hoy son familia y los de afuera los ven como
“los del grupo agroecológico que tienen todo el apoyo y saben todo”. Otra
cuestión es que si bien acá hay pequeños productores, es grande el sector de
medianos que no están dispuestos a hacer una transición y que están acostumbrados
a resolver los problemas de otra manera.
Esos productores
¿tienen conocimiento de los beneficios de la agroecología incluso en
extensiones medianas?
Se sabe poco. Ahora, hay una industria citrícola de Entre
Ríos que hace unos cinco años está comprando fruta para hacer jugo, y les paga
un plus a los productores orgánicos de Bella Vista, es decir, les compra fruta
diferenciada más cara para encontrar menor cantidad de residuos en el producto.
Para ésta empresa, este tipo de producción es valiosísima porque para exportar
necesita determinada calidad. Estos productores que abastecen a la empresa
tienen quintas medianas y tienen un interés ante todo monetario. Entonces,
existen productores para acercarnos y se podría trabajar en conjunto. Por otra
parte, ellos saben que el rinde no es inferior al que se obtiene con un manejo
convencional y no deben estar produciendo menos porque de otra manera no
estarían en esto por más que le paguen más. Entonces, ellos cuentan con alguna
información, pero no es pública y quizá nuestros esfuerzos deberíamos
dirigirlos de otro modo.
Se podría hacer entonces un relevamiento de productores para
acercarse y por otro lado armar nuevos grupos si el original está algo cerrado
Sí, esa fue nuestra dinámica, pero al ser los recursos
escasos, somos dos o tres personas que estamos acá y sostener un grupo ya es un
gran trabajo. Son pocos los técnicos que saben de agroecología y somos pocos
los que acompañamos. Y no es sólo una cuestión técnica, no es que uno va a un
grupo de productores con una propuesta y listo, es todo un proceso. Hace dos
años hicimos una serie de charlas aquí en Bella Vista, en Colonia Tres de Abril
no fue nadie, en Progreso fueron sobre todo porque la productora Matilde hizo
la gestión, y en Desmochado no fue nadie. Nuestra idea era hacer una charla
básica de agroecología en términos de ideas filosóficas, pero no hubo
productores. Hay que entrar de otra manera y es acompañando, hay que estar
permanentemente, brindar información, estar atentos donde se pueda proponer una
nueva estrategia de manejo. Las propuestas de cambio tienen que ser paulatinas
y acompañadas con recursos para impulsar la producción.
Otra área de trabajo
de la Red es la de comunicación
Sí, el relevamiento de emprendimientos agroecológicos si bien
nace con la comisión de productores, también puede ser un insumo importante
para visibilizar a los productores, para generar materiales y difundirlos.
Necesitamos materiales para afuera y para adentro, para que se conozcan
nuestras experiencias y para usar nosotros. Y sobre todo creo importante que
trabajemos en el ámbito local para que se fortalezcan las experiencias y se
mantengan.
¿Qué otras
actividades están previstas para este año desde la Red provincial de
Agroecología?
Tenemos previstas algunas jornadas con la EFA Renacer en la
localidad de Saladas que reflejan el espíritu que le queremos dar a las
actividades y es que se hagan en el lugar donde los productores quieren hacer
agroecología, ir nosotros y comenzar desde cuestiones prácticas con ellos, en
este caso será con alumnos a quienes les daremos las herramientas teóricas que
tengamos a mano, pero haciendo prácticas, y la otra cuestión es que vamos a ir
técnicos, pero también productores de Bella Vista. Empezamos por la EFA porque
ellos solicitaron nuestra presencia y tienen un presupuesto mínimo para cubrir
gastos. Algo importante es que se les va a pagar la jornada a los productores
que vayan a capacitar. También tenemos previsto hacer en Goya una o dos
jornadas más. Así que el primer paso de la Red ha sido reunirse, ahora tenemos
que ver cómo van saliendo los recursos y de ahí saldrá la articulación. Otra
actividad que aún no tiene fecha ni forma es una capacitación con los miembros
de la Feria Franca de la provincia.
En Bella Vista funciona el Sistema de Certificación
Participativa que le permite al productor agroecológico diferenciar su
producción en el mercado local sin costo, ¿tienen intención de promocionarlo?
Sí, pero es una herramienta que nace para promover la
agroecología, no es al revés, el sistema es para fortalecer la práctica y para
sumar más productores. Entonces, donde vayamos a hablar del tema saldrá también
el sistema de certificación porque es novedad, porque no hay en otro lado, y en
Bella Vista el trabajo será sostener esas certificaciones. Ojalá se puedan
hacer encuentros con grupos que tengan esta inquietud, nos escriben de otras
provincias consultando para certificar sus productos. Mi recomendación es que
cada uno tiene que trabajar en su lugar para hacer funcionar este sistema
porque básicamente es hacer gestiones, que haya gente metida en esto y
sostenerlo.
¿Bella Vista es la
única localidad que tiene este sistema?
Bajo ordenanza sí, no sé si hay alguna experiencia más
informal. A decir verdad, el reglamento que hicimos es bastante estricto,
requiere de muchas visitas, reuniones, informes, entonces organizar eso es muy
complejo porque con nuestra mirada somos muy informales para algunas cuestiones,
y acá tenemos que andar con informes, fechas, también hay penalizaciones, hay
controles que hay que hacer y no damos abasto. Por eso quizá es mejor sostener
lo que está y avanzar con otros productos ya que hoy certificamos lo vegetal,
pero podríamos sumar alguno animal o algún procesado. Ahora, desde estos
espacios, sobre todo con la Red provincial de Agroecología, podemos ir
articulando dándole una mano a grupos de otras localidades que quieren llegar a
un sistema parecido, en ese sentido estamos hermanados y estaremos colaborando.
Reflexiones grupales
Al finalizar las presentaciones de experiencias, Luis
Skupieñ, docente de la EFA Fortaleza Campesina de General San Martín, Chaco,
coordinó un taller donde se trabajaron tres consignas ¿Por qué no hay más
chacras agroecológicas?, ¿Qué podemos hacer nosotros como técnicos?, ¿Qué
podemos esperar de las instituciones en las que trabajamos? Algunas de las
respuestas de la puesta en común fueron: Predomina la cultura de lo inmediato,
de lo urgente y para lograr un equilibrio del agroecosistema y resultados
positivos (como el control de plagas, de malezas, buenos rindes y productos
sanos con pocos insumos y poco trabajo) hay que esperar los procesos, esa
espera inquieta a los productores y a veces no es fácil; hay resistencia a un
cambio filosófico y de estilo de vida; hay pocas chacras agroecológicas
demostrativas; se necesita reforzar el acompañamiento de los técnicos, mejorar
su formación en agroecología e investigar; crear políticas públicas y contar
con recursos para la agroecología; avanzar desde las universidades; pensar en
tecnologías apropiadas; difundir y crear conciencia en los consumidores.
Experiencia agroecológica de Bella Vista: Manejo de árboles
frutales
El ingeniero agrónomo Fernando Fleita de Incupo y el
productor Gerardo Báez del Grupo Agroecológico Las Tres Colonias, Bella Vista,
Corrientes, describieron el manejo de frutales que realizan desde hace años en
la zona. El grupo también aplica prácticas agroecológicas en producción de
frutillas, algodón, semillas y ganado.
“Las familias se fueron sumando de a poco, hoy son 15 las
que están firmes y otras más están en una etapa de transición. Concebimos a la
agroecología como una propuesta de producción ya sea animal o vegetal en el
marco de procesos biológicos naturales con los principios básicos que son la
biodiversidad, sistemas biodiversos donde se integran las plantas, los
animales, la familia y todas las interrelaciones que se dan entre estos
componentes. Es un esquema donde se plantea la no utilización de productos de
síntesis química, se basa en la búsqueda de un reciclaje permanente de
nutrientes y energía, y de generar las condiciones que favorezcan el equilibrio
de poblaciones de insectos de la macro y micro vida para la autoregulación del
sistema. De esta manera obtenemos alimentos sanos para los que producen, los
que consumen y para el ambiente”, explicó en la presentación el ingeniero
Fleita.
Según detallaron, en el manejo de frutales utilizan un
esquema de diversidad de especies, incorporando cítricos, duraznos, ciruelos,
manzana, palta e integrando otros cultivos. Destacaron la protección de los
árboles como cortinas rompe viento debido a que las principales enfermedades
como la cancrosis se producen cuando se dañan los árboles.
Entre los frutales colocan hasta cinco plantas de timbo por
hectárea, ya que es un árbol muy sociable porque no compite con las otras
plantas y posee un componente que ayuda al control de los nemátodes
(parásitos). A su vez, el timbó genera un microclima para un buen desarrollo de
los frutales y los protege de las heladas.
Otra práctica que aplican son las cubiertas verdes en
invierno como son la vicia con la gorga, el nabo forrajero o la avena negra,
siempre tratando de asociar con una leguminosa para fortalecer el suelo. La
gorga y la avena negra es una buena combinación porque se desarrollan de tal
manera que hacen un buen control de las malezas. En verano asocian el poroto
caupí, mucunas y crotalarias, se plantan en septiembre-octubre y se mantiene
hasta el otoño. Luego plantan las cubiertas de invierno y así con sólo dos
etapas en el año se mantiene el suelo cubierto y se mejora creando condiciones
óptimas para los insectos benéficos que controlan naturalmente las plagas. El
Mulch es otra opción que utilizan, la cobertura debajo de la copa de los
arboles además de transformarse en nutrientes para la planta, de proteger el
suelo y mantener húmeda y esponjosa a la tierra, reduce la cantidad de malezas
que compiten con la planta.
Respecto a la fertilización y abono del cultivo, generan
abonos orgánicos a través de los estiércoles cuando las familias de productores
tienen animales. Otra opción es el lombricompuesto, ya que el humus de lombriz
es asimilado rápidamente por la planta y se puede complementar con el
estiércol. Los biofertilizantes como el supermagro es un foliar que se prepara
de manera casera con productos orgánicos y minerales en un proceso de
fermentación que lleva entre 70 y 90 días, se aplica en la planta y asegura
sobre todo la disponibilidad de micronutrientes, complementando el aporte hecho
vía suelo. Se sugiere para una planta de 6 a 7 años, 40 kg de estiércol, 10 kg
de humus de lombriz especialmente en prefloración y en la etapa de
fructificación y un kilo de ceniza. De esta manera, cuando la planta se
alimenta de forma equilibrada, naturalmente es más resistente a las plagas y
enfermedades.
La poda es otra práctica a tener en cuenta, una para darle
forma a la planta, otra para la iluminación y limpieza de ramas enfermas y
gajos evitando así la presencia de plagas y enfermedades y una tercera en la
etapa de fructificación para que la producción sea equilibrada y permita
obtener frutos de buen tamaño, parejos y en buena cantidad. La época indicada
para la poda es en invierno y en luna cuarto menguante o luna llena cuando la
pérdida de savia es mínima.
Respecto al control biológico, explicaron que cuando se
aplican las prácticas mencionadas, aparecen naturalmente los insectos benéficos
que favorecen el autocontrol de las plagas. Por ejemplo, cuando se ven pulgones
inflados es porque un microhimenóptero los parasitó, luego se desarrolla la
larva dentro del pulgón y termina muriendo. Así se ejerce el control biológico.
Para la mosca de los frutos detallaron la utilización de
tramperos, en una botella plástica con tapa, realizan un orificio en la parte
media del envase y agregan una parte de vinagre y 2 de agua, los cuelgan en los
frutales antes del comienzo de la maduración de los frutos y los renuevan cada
20 días. El vinagre atrae a la mosca que ingresa por el orificio de la botella
y queda atrapada en el líquido. Sugirieron colocar un trampero cada 30 plantas
e ir haciendo un monitoreo de la presencia de la mosca. Como refuerzo utilizan
el pozo mosquero rectangular que se tapa con una madera y se deja una puerta de
30 cm que tapan con tela mosquitera de trama. Esto permite que se junten las
frutas afectadas donde se juntan las larvas de las mosca y del enemigo natural.
Ambos nacen juntos en el pozo, pero el adulto del enemigo natural puede salir y
la mosca no. De esta manera, bajan la población de la mosca de los frutos y
aumentan la cantidad de las avispitas que son los enemigos naturales.
Explicaron que cuando aparecen las cochinillas significa que
hay deficiencia de calcio, por lo tanto hay que incorporar en el suelo ceniza
que tiene alta concentración de calcio, potasio y otros minerales. Respecto a
los pulgones en los cítricos, contaron que si se tiene una buena cobertura y no
se utilizan agroquímicos, habrá buena presencia de enemigos naturales y no se
justificará hacer tratamientos ya que las vaquitas y las avispitas los
controlarán naturalmente. Para el minador de las hojas están las arañitas que
crecen en la planta y hacen el control sobre el minador, si no están se puede
utilizar tintura de tabaco o macerado de timbo. Para las enfermedades por
bacterias y hongos se usa históricamente el Caldo bordelés que se aplica dos o
tres veces al año, una en invierno y luego cuando se desarrolla el fruto.
El grupo desarrolló varios preparados ecológicos para la
prevención y control natural de plagas y enfermedades como infusiones, caldos,
macerados, tinturas, cebos, purines, decocciones y otros. Por ejemplo, para las
hormigas tienen infusiones a base de ruda, ortiga de monte, entre otros.
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