Es pobre el 40% de las personas que viven en hogares con
niños - El dato expresa la realidad de un mercado laboral con un importante
déficit de calidad; esta tarde la UCA presenta los resultados de su encuesta
sobre deuda social
Por Silvia Stang | Casi
cuatro de cada diez personas que viven en hogares donde hay niños sufren
pobreza . El dato es un claro signo de que, de manera persistente, la falta de
acceso a bienes básicos es una realidad social más grave entre los chicos. Así
surge de las conclusiones del Barómetro de la Deuda Social que elabora la
Universidad Católica Argentina (UCA). En el resumen ejecutivo del informe -que
será presentado formalmente hoy-, se advierte que la presencia o no de niños en
un hogar, junto con otros factores como el nivel educativo del jefe de la
familia, son variables que inciden en la probabilidad de caer en la pobreza.
Consultado por LA NACION, el director de la encuesta, Agustín Salvia,
puntualizó que casi cuatro de cada diez personas que viven en hogares con niños
están en la pobreza. En cantidad de hogares con chicos, son tres de cada diez
los que reciben ingresos insuficientes para los consumos más necesarios,
mientras que el índice general de hogares pobres (incluidos los integrados sólo
por adultos) es de 17,8 por ciento. En el total de la población, según el
informe de la UCA y tal como se difundió en abril pasado, la pobreza es del
27,5% y afecta así a más de 11 millones de personas en el país. Pero el índice
se eleva cuando se considera por separado a los integrantes de hogares con
menores, y cae a menos de 10% donde sólo hay adultos. Para establecer si una
persona es o no pobre, se considera el costo de una canasta de bienes y
servicios, que varía según la cantidad y la edad de los habitantes de cada
hogar. En las estimaciones hechas por la UCA, por ejemplo, una familia formada
por dos adultos y dos niños debía superar, en 2013, un ingreso mensual de poco
más de $ 4100 para no ser considerada pobre. Y el dinero disponible no debía
ser inferior a poco menos de $ 2000 para que las personas del hogar no quedaran
bajo la línea de indigencia (en este caso, los ingresos no alcanzan siquiera
para una alimentación de subsistencia). Es en esos costos donde se dan las
principales distorsiones del Indec, que ya no difunde datos de la realidad
social. Para el organismo oficial, el costo de la canasta de pobreza no
llegaba, a fines de 2013, a los $ 1800. El informe anual sobre el Barómetro de
la UCA, que lleva por título "Un régimen consolidado de bienestar con
desigualdades sociales persistentes", será presentado hoy por la tarde en
el edificio Santa María de la UCA. El relevamiento se realiza hace ya diez años
y hoy comprende a más de 5700 hogares en la ciudad de Buenos Aires, el
conurbano y 17 localidades del interior del país. PROBLEMAS ESTRUCTURALES Los
datos revelan una actualidad preocupante desde el punto de vista de la
insuficiencia de ingresos (la pobreza creció en 2013 respecto de 2012), pero
también desde la persistencia de muchos factores que hacen a la pobreza
estructural. Por ejemplo, el 11% de las viviendas son sumamente precarias (el
índice contempla sólo a poblaciones con más de 50.000 habitantes, por lo que no
está reflejada la realidad de poblaciones pequeñas ni rurales) y el 20% de los
hogares ubicados en villas registran hacinamiento (se entiende que existe tal
situación cuando hay tres o más personas por cuarto). Además, casi una de cada
cuatro personas vive cerca de alguna fuente de contaminación, como un basural o
una fábrica con desechos. A esas condiciones de vida, que implican trabas para
el buen desarrollo de la persona, se suman otras dificultades actuales que
anticipan más problemas para el futuro, tanto individual como social. En el
plano laboral, por ejemplo, más de la mitad de los trabajadores está en la
precariedad o directamente no tiene un puesto. Si se mira el universo de
quienes desarrollan tareas por cuenta propia, siete de cada diez no hacen
aportes para su jubilación. Igual problema afecta a alrededor de un tercio de
los asalariados. Esa falta de participación en el sistema de seguridad social
(que deja a los trabajadores al margen de una obra social) está, según el análisis
del informe de la UCA, asociada a que una parte de la economía se basa en el
desarrollo de actividades de escasa productividad que, en algunos casos, llega
al "límite de la mendicidad". El peso que en el universo laboral
tienen las ocupaciones de baja calidad explica en parte el porqué de otro
indicador incluido en el anticipo del informe del Barómetro Social: una de cada
cuatro personas entrevistadas tuvo en los doce meses previos algún período en
el que estuvo desocupada.
CONDICIONES DE PRECARIEDAD
70% Sin aportes
Es la proporción de cuentapropistas que no hacen aportes
jubilatorios
32% Sin cloacas
Es el porcentaje de hogares que no tienen cloacas; un 11% no
tiene acceso a la red de agua
CRÍTICA CON UN DATO ERRÓNEO
El coeficiente de Gini es una variable que se mueve de 0 a
1; indica mayor igualdad social cuanto más cerca está de 0 y mayor desigualdad
cuanto más se acerca a 1. Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó
al informe de pobreza de la UCA de "absolutamente inconsistente" por
calcular un índice de Gini "de 0,27", muy inferior al del Indec, de
0,41. Sin embargo, para la UCA, el Gini es de 0,41 y, en 10 años, nunca lo
ubicó por debajo de ese número TOMADO DE LA NACION DE AR
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