Hidroplayas está en
una "emergencia preventiva"
Lo decidieron el COE, la Alcaldía y la empresa La escasez de
agua potable también afecta a comunidades y parroquias El problema que enfrenta
desde hace meses la Empresa Pública de Agua Potable y Alcantarillado de Playas
(Hidroplayas EP) para la dotación del servicio en este cantón, desembocó en una
declaratoria de emergencia. Esta decisión se tomó tras una evaluación integral,
tanto en el embalse de la cola de San Juan, desde donde se toma el agua cruda,
como de la planta potabilizadora, que determinó el estado caótico en que se
encuentra el sistema.
La declaratoria se dio el pasado sábado con la presencia del
Comité de Operaciones Emergente (COE); la alcaldesa, Miriam Lucas; y técnicos y
directivos de la empresa pública en una reunión que se dio en las instalaciones
de Hidroplayas.
Según los técnicos, en el embalse existe una acumulación de
sedimentos de 1,50 de espesor que suman 15.000 metros cúbicos. Además, hay
churos en una zona de dos hectáreas que taponan los filtros del sistema de
bombeo en el momento en que es succionada el agua para enviarla hacia la planta
potabilizadora, ubicada en la comuna San Antonio, lo que provoca la disminución
del fluido. Esto afecta el nivel de producción de agua potable e impide cubrir
la demanda que tiene el cantón, lo que provoca desabastecimiento por algunas
horas cuando se realizan mantenimientos, que cada vez son más seguidos debido a
la alta acumulación de sedimentos. Para paliar esta situación, desde el pasado
viernes una draga hace la limpieza del embalse, lo cual permitirá mejorar el
bombeo de agua cruda.
Fernando Cabrera, gerente de Hidroplayas, explicó que el
sistema no ha tenido mantenimiento desde hace 17 años. Además, que las bombas
succionadoras tienen igual tiempo y su vetustez ha disminuido su potencia de
bombeo de 22.500 metros cúbicos por día, a 18.000. Según Cabrera, quien entró
en funciones en junio del año pasado, cuando él llegó, las bombas de
dosificación de productos químicos estaban fuera de servicio. Estas fueron
remplazadas, pero hay otros problemas: de 17 bombas que inyectan químicos en
todo el proceso de potabilización, solo tres funcionan. El remplazo de las
otras catorce, que son importadas, están en un proceso de compra, afirma el funcionario.
Repotenciar el sistema implica procesos administrativos que toman mucho tiempo.
Por eso, con la declaratoria de emergencia, por noventa días, se busca que los
trámites sean acelerados. Y con ello también se espera que el riesgo que existe
sobre la dotación de agua potable se reduzca y se mantengan los niveles de
servicio.
Néstor Mendoza – Playas TOMADO DE EL EXPRESO DE ECUADOR
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