La luz en medio del
monte
En el 2014, se incorporó al servicio estable y seguro del
Sistema Eléctrico Nacional 11 asentamientos rurales en Granma
Autor: Dilbert Reyes Rodríguez | Vecinos de Malacó colaboran
entusiastas en las labores de electrificación. Foto: Contreras Tamayo, Armando
GRANMA.— Una de las maneras en que la alegría y el progreso
se combinan en el ánimo de la gente, de modo tal que parece posible tocarlos
con las manos, ocurre cuando la luz eléctrica llega para siempre a la casita
apartada; allá en la loma empinada o en el paraje lejano en que un río da las
últimas curvas antes de hacerse en el mar.A una velocidad comparable con la de
la propia luz, la calidad de vida da un salto descomunal y se suma, ahora con
la corriente, a esos saltos que ya se dieron antes en materia de atención de
salud, escolar, cultural, de asistencia social, de protección civil frente a
riesgos naturales y otras preocupaciones satisfechas con que en esta Isla,
desde hace rato, dejaron de ser sinónimos los términos intrincado y abandono
absoluto. Y es esa precisamente la intención que prima en la conexión paulatina
de asentamientos granmenses al servicio estable y seguro del Sistema Eléctrico Nacional
(SEN), que en el 2014 incorporó a su red de suministro 11 barrios rurales y en
este almanaque sumará otros 13. Había que ver, al momento exacto de la
conexión, los rostros “iluminados” de la maestra Lilian Fuentes, o los de Delma
Torres y José Ángel Figueredo, residentes hace 45 años en Malacó, municipio de
Río Cauto, un caserío aislado en la llanura fluvial más extensa de Cuba. Hace
pocos días prendieron por primera vez los bombillos antes de las 6:30 de la
tarde —el instante en que normalmente arrancaba la planta electrógena por solo
cuatro horas— y hasta hubo algunas viviendas que pasaron toda la noche con la
luz encendida, como reafirmación del hecho de la electrificación añorada. “Este
era el problema gordo del barrio. Sabíamos las explicaciones sobre la inversión
grande que debía hacerse por la distancia, los postes, los cables, pero
confiábamos en que llegaría este momento”, señala Delma. “Era una lástima que
muchos tuvieran equipos que no podían usar, pero ya es posible. Solo esto de
dejar la leña por la hornilla eléctrica es tremendo para mí”, cierra. También
en la cocina es lo primero que piensa Lilian, madrugadora diaria por tal de
llegar temprano a la escuelita primaria que atiende en Monte Adentro, a tres
kilómetros de Malacó: “Ya no es lo mismo levantarse y encender una lámpara para
preparar el desayuno, con una luz clara y sin las molestias del humo por todos
lados. Estamos contentos y agradecidos”. En Malacó ya pueden usar de modo
permanente sus equipos electrodomésticos. Foto: Contreras Tamayo, Armando
Opiniones parecidas se habían oído antes en la comunidad de
San Mateo, del propio municipio ribereño, donde la ama de casa Lourdes Briñones
comparó con una ciudad el barrio iluminado, y Berta Fuentes decretó
oficialmente en su hogar el final de las carnes saladas “y de las caminatas
hasta Guamo, para buscar lo que guardamos en los refrigeradores de familiares y
amigos”. Pero no solo las opiniones se parecen en estos lares, sino el empuje
colaborativo que moviliza a las familias en apoyo a los linieros de la Empresa
Eléctrica de Granma, en labores como desbroce de malezas, acondicionamiento de
accesos para la técnica
y la apertura manual de los huecos en que serán fijados
los postes. “Es una participación entusiasta e importante que agiliza las
obras, nos ayuda muchísimo”, destacó Geider Mompié, director técnico de la
Empresa Eléctrica de Granma, quien informó que en el 2015, además de la
electrificación, realizarán mejoras de voltaje en 101 localidades rurales de la
provincia. Julio César Guerrero, director de inversiones de la citada empresa,
resaltó precisamente a Río Cauto como el municipio que más caseríos incorporará
al SEN, pues seguidamente conectarán a Monte Adentro, La Gabina y Las Ovas; en
tanto el resto de las acciones de conexión beneficiarán también a los
habitantes de El Monte, en Bayamo; El Descanso, de Manzanillo; Las Casimbas,
Alto Piedra y La Carmen, en Niquero; Cerro Adentro, de Bartolomé Masó, y Los
Llanos y Arroyo Blanco, en Guisa. Guerrero añadió que en los trabajos de
electrificación intervienen tres brigadas de linieros, e incorporarán otra con
el fin de que los 13 asentamientos, con 888 viviendas, queden alumbrados antes
del 30 de junio próximo. En estos parajes se repetirá, tal vez, le escena jubilosa
del aplauso colectivo para despedir el día. Así ha ocurrido en todos los
caseríos “encendidos” en el momento justo de activar la conexión, una
exaltación visible y evidente de que algo más que un bombillo se prendió dentro
de cada casa. “Llegó la luz”, atinan a decir a modo de resumen, y en esa frase
corta despiden todo el recuerdo oscuro de las noches silenciosas y largas, para
dar lugar a un entusiasmo que, al menos en esa primera jornada, celebran con
una fiesta familiar. TOMADO DE LA GRANMA DE CUBA
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