ADVERTENCIA DESDE EL
INSTITUTO DE MEDICINA REGIONAL DE LA UNNE
Una enfermedad micótica reapareció en el NEA y causa
preocupación entre científicos
FOTO INVESTIGACION.
Los especialistas del Instituto de la Unne están trabajando para determinar las
sub especies del hongo Paracoccidioides. Se trata de la paracoccidioidomicosis,
un mal transmitido por un hongo que puede derivar en infecciones pulmonares. El
impacto ambiental de obras como Yacyretá o el uso de agroquímicos podrían ser
algunas de las razones de este fenómeno. Paracoccidioidomicosis (PCM) es el nombre de
una enfermedad causada por un hongo, que está resurgiendo en el NEA y que causa
preocupación entre los científicos de la región. Se trata de un mal que puede
causar infecciones pulmonares y que, en nueva forma clínica, afecta a niños y
jóvenes con una evolución rápida, progresiva y severa.
Las posibles causas de este fenómeno son múltiples, pe-ro
los investigadores no descartan vinculaciones con el impacto ambiental que
causaron en la región obras como Yacyretá y el uso ex-tensivo de agroquímicos.
Buscan mejorar la calidad de los diagnósticos y tratamientos.
El alerta por la aparición de nuevos casos de PCM fue
emitido desde el Instituto de Medicina Regional de la universidad Nacional del
Nor-deste (Unne). Desde hace varios años, el equipo de investigadores del Departa-mento
de Micología, encabezado por Gustavo Giusiano, viene siguiendo de cerca la
evolución de la enfermedad en la región.
“En los últimos 2 años, la frecuencia de casos de PCM
aumentó cinco veces con respecto a años anteriores, pero con características
epidemiológicas distintas a las que históricamente se conocían sobre esta
enfermedad, que afectaba de forma crónica sólo a los adultos y en zonas
rurales”, explicó Giu-siano. Hasta 2006, se pensaba que el único agente
causante de la PCM era el hongo Paracoccidioides brasiliensis, pero el
descubrimiento de que Paracoccidioides in-cluye varios genotipos y especies,
probablemente sea una de las explicaciones pa-ra la emergencia de estas
variantes de formas clínicas y el responsable de lo problemático que ha sido y
sigue siendo el diagnóstico de la PCM.
En el equipo de investigadores aún no tienen conclusiones
acerca de las causas de esta reemergencia. Sin embargo, en el abanico de
posibilidades no descartan razones de tipo ambientales, como el impacto de la
construcción de la represa Yacy-retá, el uso de agroquímicos o los cambios en
los tipos de cultivos, con el avance de la soja.
Ante esta emergencia, Giusiano y su equipo están trabajando
en el entrenamiento de los responsables de los laboratorios de los distintos
centros de salud de la región, para que puedan identificar al hongo y tenerlo
en cuenta ante posibles diagnósticos. La PCM también se puede diagnosticar
mediante un test serológico, aunque muchos de los casos detectados en el último
tiempo dieron negativo.
Con respecto a la manifestación de la enfermedad, explicaron
que el hongo se adquiere por inhalación y luego se deriva a una infección
pulmonar. Existen ca-sos en que el hongo queda latente durante muchos años en
los pulmones y que se manifiesta por una causa extrema (tabaquismo,
alcoholismo, desnutrición, in-munosupresión, etc).
En los estados más avanzados, el hongo genera lesiones
pulmonares y se disemina a otros órganos, ganglios linfáticos y produce
lesiones cu-táneas y en las mucosas como la cavidad bucal. Tam-bién se está viendo manifestaciones poco
frecuentes como en genitales y manifestaciones cutáneas generalizadas.
En el caso de niños y jóvenes, la diseminación del hon-go es
más rápida. No son tan frecuentes las lesiones pulmonares, pero sí algunos
casos presentan nódulos pulmonares. Se generan adenopatías generalizadas, hay
nódulos subcutáneos, lesiones osteolíticas (en los huesos).
La afección es mucho más generalizada y con un deterioro del
estado general del niño considerable que puede derivar en la muerte en cuestión
de pocos meses si no es diagnosticado correctamente y a tiempo. TOMADO DE EL
LITORAL DE CTES AR
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