En estos días se está promocionando desde la llamada
Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, un Foro internacional por la Emancipación
y la Igualdad a realizarse en el Teatro Nacional Cervantes. Un encuentro de
intelectuales de renombre y de antiguos militantes de las izquierdas que tiene
por finalidad debatir los procesos políticos de América Latina y las actuales
crisis sociales y económicas de la vieja Europa.
Desde el Grupo de
Reflexión Rural, comprometidos desde hace décadas con las luchas contra los
modelos neoliberales y neodesarrollistas que nos agobian, queremos llamar la
atención acerca de la oportunidad de tan importante convocatoria en momentos en
que, vivimos en nuestra Argentina, la tragedia cotidiana de haber extraviado
las bases mismas de la Nacionalidad, sometidos a las decisiones de las
Corporaciones Transnacionales como nunca antes había ocurrido. Debemos afirmar con certeza que estamos ante
una nueva maniobra de simulacro intelectual y discursivo, una maniobra para
desviar la atención de nuestro pueblo de las duras realidades de la
colonialidad y el exterminio de nuestras
poblaciones y ecosistemas. Apelar a la “dignidad del hombre y de los pueblos”
en estos aciagos días de la desilusión y el desencanto, en que asistimos a las más crudas confrontaciones
entre los aparatos de poder y los sectores dominantes por el reparto de
nuestros bienes comunes y territorios, es una muestra más del simulacro
cultural con el que se pretende encubrir el desguace de la Argentina. Estamos
seguros que muchos de los invitados a dicho Foro, desconocen en profundidad la
cruda realidad en la que vivimos, ignoran los mecanismos de construcción de
estos modelos progresistas, de democracias endebles y megaproyectos
extractivistas, modelos disfrazados de relatos populares y apropiaciones
simbólicas, que no han hecho más que sepultar el verdadero camino de Liberación
y Soberanía en que alguna vez nos empeñamos los pueblos de la América mestiza.
Sospechamos que la presencia de tantos pensadores de
renombre viene a llenar una necesidad de
legitimación, en un juego de alternancias político-partidarias que nada habrá
de cambiar, pero que deja abiertas las
puertas a nuevos y terribles enfrentamientos sobre lo accesorio o lo
contingente, como los que ya vivimos en décadas pasadas, para evitar que
logremos asumir las grandes tareas de la hora. No ponemos en duda las altas
capacidades intelectuales de los asistentes, sus trayectorias personales ni la
proyección de sus ideas en vastos campos del acontecer político y académico. Lo
que queremos destacar es este extraño abroquelamiento que los convoca en la Argentina del desierto
sojero y la megaminería, de los desastres ambientales y la urbanización
forzada. ¿Será acaso que el bloque de
los intelectuales orgánicos funciona corporativamente a la manera de un campo
de la nostalgia, por las consignas desgastadas de un pensamiento de
izquierdas, que no logra renovar sus
reflexiones a la luz de las nuevas imposiciones de la Globalidad y los límites
planetarios a la producción infinita de bienes y servicios de la Modernidad? Es
posible que por esas cosas inexplicables de la Historia, en los países
centrales, exhaustos de tanta racionalidad
y sin respuestas, en la búsqueda de un estar extraviado en las
mendicidades del ser en el mundo y para una ontología de los objetos
determinados, se esté produciendo un encantamiento con los progresismos
latinoamericanos que, supuestamente subvierten nuestra condición de dominados,
y se nos convierte de esa forma en fantasmagórica vanguardia de las luchas
contra el Capitalismo y las Corporaciones… Es posible, o pareciera que se da
por cierto, que estemos asistiendo a la incansable búsqueda del “sujeto de la
Historia” como dictan los antiguos manuales centenarios del dogma
revolucionario, y un nuevo fantasma
recorre el mundo amenazando la hegemonía de las clases dominantes. Nada más lejos de la realidad, nada
más ofensivo para quienes venimos levantando las banderas de la Liberación, de
la Soberanía y de las autonomías populares y que hemos dejado hace rato de
creer en las Emancipaciones y en las Igualdades que no dan razón de los
profundos e innumerables acontecimientos que están cambiando el curso de la
época. Los arrebatos emancipatorios, en un mundo controlado por las grandes
Corporaciones transnacionales, no son más que la puesta en escena de las aspiraciones
de los Estados Nacionales por no desintegrarse en el torrente de las
gobernanzas globales, y por parte de algunas dirigencias, de tener un lugar, pequeño y complaciente, desde
donde negociar los espacios de poder subrogante o de gestionar la propia
subsistencia como casta funcionarial, encargándose de madurar el Capitalismo
según aprendieron en los antiguos manuales, o acaso como nueva “burguesía
nacional” encargada de las tareas menores del Capitalismo Financiero, a la vez
que de mantener a los Pueblos en la inclusión clientelar, para que no desborden
socialmente ni pateen el tablero del sistema de nuevas dependencias.
Una emancipación que,
debe verse mucho más como la preservación del cadáver de las instituciones
republicanas y las estructuras jurídicas del capital, lejos para siempre de la
auténtica Liberación Nacional, que implica para nuestras naciones la
continuidad histórica de las revoluciones inconclusas del siglo XX,
transformadas hoy en luchas por los bienes comunes y los territorios ecológicos
protegidos de la voracidad productivista. Nos quieren hacer creer que el motivo
de este Foro es un frente común contra la “amenaza de la restauración
neoliberal” en América y en Europa; nos quieren convocar a una nueva cruzada
contra el Imperialismo, contra la alianza nor-atlántica; pero nada nos dicen de
su necesidad de no perder el poder
delegado, los cargos funcionariales y la gobernanza consentida bajo la enorme
extorsión de la Deuda Externa y el servicio a los mercados globales. Nada se ha
de debatir sobre las nuevas colonialidades, acerca de los bloques
emergentes de la multipolaridad y, mucho
menos, de la creciente presencia del capitalismo chino en nuestra región, con
sus imposiciones financieras, el tremendo flujo de entrega de materias primas y
la cesión de vastos territorios al nuevo poder global que asoma con su cara más
amigable, pero con la misma voracidad de los antiguos amos y en connivencia con
ellos.
Creemos que, a pesar de los discursos contestatarios, las
diatribas en nombre de un supuesto socialismo y los artificios epistemológicos,
estamos asistiendo a una nueva amenaza
colonial contra nuestros pueblos, una amenaza que puede llamarse ahora
“capitalismo de estado”, “capitalismo de amigos” “capitalismo
andino-amazónico”, “poder ciudadano” o “socialismo del siglo XXI”, pero que en
el fondo no deja de ser el mismo perro con otro collar, en todo caso una nueva
oligarquía dominante. Una estructura de dominancia global del sistema
financiero, de acumulación especulativa y de despojamiento y desposesión de
nuestros territorios, el mismo modelo extractivista y colonial que va cambiando
y nos ofrece nuevas alternativas de
desarrollo y progreso, con inclusión social clientelar, exacerbación del
consumo y destrucción de los ecosistemas. Las verdaderas luchas libertarias se
encarnan en las innumerables experiencias contestatarias y los movimientos
antisistémicos, las naciones y los pueblos aferrados al mundo rural, las
resistencias locales a los megaproyectos
y a las agresiones al ambiente, las comunidades de cercanía y autonomía, las tareas cotidianas por la
vida común y el cuidado de la Naturaleza. Desde el Grupo de Reflexión Rural
hacemos un llamado de atención para desenmascarar estos vanos y tardíos
intentos, por encubrir la realidad, y poder mostrar a los invitados al Foro,
las consecuencias de más de 20 millones de hectáreas de soja transgénica, la
entrega demencial de territorios a la minería a cielo abierto y el fracking, la
miseria de nuestros compatriotas arrojados por millones a las periferias
urbanas y la sumisión gubernamental a los verdaderos dueños de la Argentina. Estamos
seguros que nuestros invitados participarán de una Argentina exultante del consumo de gaseosas y de la
producción de transgénicos, mientras la vida transcurre ominosamente en los
propios límites de la dignidad humana y en las periferias del pensamiento
único, sin intelectuales de la rebeldía ni disidentes de la alteridad. Sin, en
suma, voces contestatarias del malestar en la cultura, opacados por las falsas
antinomias comunicacionales y el pensamiento hegemónico. Un discurso único para
un pensamiento único, una alternativa al modelo que no se propone desarmar el
modelo, solamente emprolijarlo. Posibilismo y reformismo como ajadas consignas
de una Revolución abandonada, con los mismos sujetos y las mismas premisas del
fracaso anunciado en los setenta, como
en una espiral de la tragedia repetida, esta vez en la comedia de los
contestatarios intelectuales, ávidos de legitimidad y garantías para no ser
juzgados por el tribunal de los pueblos indignados. El Grupo de Reflexión
Rural, buscando ser consecuente con el
rol que asumiera en los años noventa de generar nuevos pensamientos y develar el modelo de los agronegocios y el
lugar que se diera a nuestro país, de producir commodities y materias primas
para los mercados globales, manifiesta su profunda preocupación por estos
nuevos arrebatos declamatorios en el campo estéril de la modernidad compulsiva y de los alineamientos renovados
de las viejas guardias izquierdistas, consecuentes ahora con las lógicas de la producción
infinita y de una democracia degradada
por el clientelismo, llamando la atención
sobre los nuevos escenarios de confusión y asentimiento, que funcionan
acompasadamente con los dictados de la Responsabilidad Empresarial, las buenas
prácticas agrícolas y el Cuidado del
Ambiente, que pregonan los apóstoles de
las Megaempresas y los filósofos de la
Globalidad. En un mundo donde la banalidad del mal se ha revelado como carente
de sentido, donde el mal se muestra en la desnudez de su monstruosidad, como
contradicción total a la esencia de la palabra y de las acciones humanas, estén
seguros que los límites de una humanidad confusa, no se develan en los
escenarios de los intelectuales del posibilismo, de los que piensan que el
Capitalismo aún no ha madurado lo suficiente para caer, o de los
que apuestan a una nueva multipolaridad de los emergentes. Estamos
convencidos que, el horizonte revolucionario donde el Hombre puede reestablecer
el equilibrio de la comunidad y la empatía de su entorno, contemplando y
cuidando la vida, se encuentra sin embargo a nuestro alcance, esperando,
silenciosamente, en el corazón de la especie y en las manos de los que
transforman artesanalmente la materia en nuevos símbolos de una mejor
existencia. Marzo de 2015 GRR. Grupo de Reflexión Rural – Argentina ENVIADO POR
RED FOROBA
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