La cesárea solo
debería realizarse cuando es médicamente necesaria Ginebra/Washington, DC - La
cesárea es una de las operaciones quirúrgicas más frecuentes del mundo, con
tasas que siguen subiendo, en particular en los países de ingresos medios y
altos. Aunque puede salvar vidas, la cesárea a menudo se realiza sin necesidad
médica, poniendo a las mujeres y a sus bebés en riesgo de problemas de salud a
corto y a largo plazo. Una nueva declaración de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) recalca la importancia de enfocarse en las necesidades de cada
paciente y desalienta centrar la atención en intentar alcanzar una tasa
determinada.
La cesárea podría ser necesaria cuando el parto vaginal
entrañe un riesgo a la madre o el bebé, por ejemplo debido a trabajo de parto
prolongado, sufrimiento fetal, o porque el bebé está presentándose en una
posición anormal. Sin embargo, las cesáreas pueden causar complicaciones
significativas, discapacidad o muerte, en particular en los entornos que
carecen de los establecimientos para conducir las prácticas quirúrgicas seguras
o tratan complicaciones potenciales.
Desde 1985, la comunidad internacional ha considerado que la
"tasa ideal" para las cesáreas debe oscilar entre 10% y 15%. Estudios
nuevos revelan que cuándo la tasa de cesárea se acerca al 10% a nivel de
población, disminuye el número de
defunciones maternas y de los recién nacidos. Pero cuando la frecuencia
va por encima del 10%, no hay indicios de que mejoran las tasas de mortalidad.
Se estima que a nivel mundial, la tasa de cesárea supera el
ideal. En las Américas, es del 38,9% en promedio, según los últimos datos
disponibles de 25 países. Esta cifra, sin embargo, podría ser mayor ya que en
muchos casos no se tiene en cuenta las cesáreas que se realizan en el sector
privado.
"Resulta preocupante que casi cuatro de cada diez
partos sean por cesárea en la región", sostuvo Suzanne Serruya, directora
del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la OMS.
"Los médicos, las parteras, las enfermeras obstétricas, los responsables
de la formulación de políticas sanitarias, las madres y padres, y la sociedad
entera, debemos trabajar juntos para reducir ese número y recurrir a la cesárea
solo cuando es necesaria por razones médicas", señaló.
A nivel de población, son todavía desconocidos los efectos
que tienen las altas tasas de cesárea sobre algunos aspectos de la salud
materna y del recién nacido. Se necesita todavía más investigación sobre la
repercusión de la cesárea sobre el bienestar psicológico y social de las
mujeres.
"La realización reiterada de cesáreas está exponiendo a
más mujeres a nuevos problemas de salud, como la inserción anormal de la
placenta, que en la segunda cesárea alcanza al 40% de los casos y a partir de
la tercera supera el 60%, representando un riesgo de muerte materna por
hemorragia", advirtió Bremen de Mucio, asesor regional en Salud Sexual y
Reproductiva del CLAP de la OPS/OMS.
Por otro lado y debido a su mayor costo, las tasas elevadas
de cesáreas innecesarias pueden consumir recursos de otros servicios en los
sistemas de salud de por sí ya sobrecargados y frágiles.
La falta de un sistema estandarizado de clasificación
internacionalmente aceptado para vigilar y comparar las tasas de cesárea de una
manera uniforme y orientada a la acción es uno de los factores que ha
obstaculizado una mejor comprensión de esta tendencia. La OMS propone la
adopción de la clasificación de Robson como un sistema de clasificación de
cesáreas internacionalmente aplicable.
El sistema de Robson clasifica a todas las mujeres admitidas
para parto en uno de diez grupos basados en características que son fácilmente
identificables, como número de embarazos anteriores, si el bebé viene de cabeza
primero, la edad gestacional, las cicatrices uterinas anteriores, el número de
bebés y la cantidad de horas del trabajo de parto. El uso de este sistema
facilitaría la comparación y el análisis de las tasas de cesáreas entre y
dentro de diferentes establecimientos y en todos los países y las regiones.
"La información recopilada de una manera estandarizada,
uniforme y reproducible es fundamental para los establecimientos de asistencia
sanitaria según procuran optimizar el uso de
la cesárea y evaluar y mejorar la calidad de la atención", explicó
Marleen Temmerman, Directora del Departamento de Salud Reproductiva e
Investigación de la OMS. "Instamos a la comunidad de atención de salud y a
los encargados de adoptar las decisiones a reflexionar sobre estas conclusiones
y a ponerlas en práctica ante la más temprana oportunidad", indicó. TOMADO
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