¡Lo logramos! Hoy quiero celebrar que más de 472.000
personas en el mundo acaban de cambiar el
destino de una especie en extinción.
Reclamaron al presidente de México que proteja a las vaquitas marinas ¡y fueron
escuchadas! Enrique Peña Nieto hizo oficial un acuerdo que prohíbe por dos años
la pesca con redes que las amenaza. Este es un paso gigante en la protección de
las vaquitas porque, por un tiempo, van a estar a salvo de las redes que les
quitaban la vida.
Es un gran comienzo pero no es la solución definitiva.
Sabemos que dos años no alcanzan para que la especie se recupere. Se debe
controlar que estas medidas se cumplan y eliminar de manera permanente y
efectiva la pesca ilegal y destructiva. Solo así las vaquitas van a estar
realmente a salvo. Por eso te pido que te asocies a Greenpeace para que podamos
continuar esta campaña en los próximos meses. Hace click aquí.
Hoy dimos un paso importantísimo por la vida de la vaquita:
el acuerdo firmado establece que se amplía 11 veces la zona a proteger y que
van a quitarles a los pescadores las redes peligrosas. También se cumpliría
nuestro pedido de aportar 8 lanchas y 3 drones para reforzar controles en el
área y se desarrollarían alternativas de pesca sustentable para quienes viven
de esta actividad.
Pero aún falta mucho trabajo y necesitamos redoblar los
esfuerzos. Te invito a ser parte de la siguiente etapa en esta misión. Cada
paso que damos a favor de la vaquita es un paso atrás para las actividades
ilegales que la amenazan. Pero sólo contamos con tu aporte porque no aceptamos
ni un centavo de empresas, ni de gobiernos ni de partidos políticos. Hacé ahora
tu primera donación para salvar a la vaquita.
Con más recursos podremos:
- realizar una vez al mes expediciones de monitoreo en el
hábitat de la vaquita para saber si el acuerdo se lleva a cabo de manera
adecuada.
-seguir investigando y fortalecer nuestro plan de acción
para exigir más controles, refuerzos y que las medidas tomadas sean
permanentes.
- continuar trabajando junto a organizaciones, científicos y
comunidades de pescadores locales.
Cuando empezamos este reclamo no imaginábamos cuántas
personas en cada rincón del mundo iban a querer proteger un animal en riesgo
que tal vez nunca lleguen a conocer. Pero avanzamos y demostramos que cuando
nos unimos podemos lograr que nos escuchen. Presionar funciona. Y estamos
seguros de que, con la ayuda de personas comprometidas como vos, vamos a ser la
generación que salve a esta especie.
¡Vamos por más! Silvia Díaz Pérez
Líder del programa de Océanos de Greenpeace
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